Prólogo

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El café humeaba en la mesa, el olor amargo despertó al joven del trance momentáneo que se encontraba. Él acercó sus callosas manos a la taza de porcelana decorada con dibujos de snitch y dio un profundo sorbo, el amargo sabor se deslizó por su garganta. Amaba ese sabor. Bebió como si la vida se fuese en aquel segundo de placer infernal, depositó la taza en la mesa de vidrio y frunció la nariz. Joder, maldijo mentalmente, olvidó a su cita de media noche en el dormitorio y verlo bajar tan distraído estropeó el momento placentero entre el liquido negro amargo y él, sonrió forzosamente.

- "Wattson contrajo matrimonio aquella frívola noche de invierno, mientras, Holmes andaba en un misterioso caso que lo conduciría a la fama. El detective aspiró el humo de la pipa y la exhaló. " - Leyó Harry con cierta pasión, pausando. - ¿Literatura muggle?- cuestionó curioso a Draco, brincando el último peldaño. - Tus gustos aristocráticos me excitan más de lo que quisiese admitir, eres una fruta muy exótica y no planeas contraer matrimonio.

Draco cerró los ojos y estiró los brazo, Harry gimió extasiado. Comprendía las acciones del patriarca Malfoy, se acercó presuroso para abrazarlo y besarlo. Devoraba ferozmente los dulces y cítricos labios de Draco, perdiéndose en el aroma varonil y de lujuria de Draco. Sus manos arrancaban con desesperación los botones de la camisa. El placer los juntaba cada cierto tiempo y Harry lo sabía muy bien. Draco estaba enamorado de Ginny Weasley, una preciosa mujer y amiga suya, Harry apretó los hombros de Draco cuando se percataba de la cruel realidad que lo acongojaba. Draco no lo amaba. Empujó a Draco y se apresuró a vestirse.

- Debo atender los deberes de Teddy y ayudar a Ron en... - Harry carraspeo incómodo. Lo sabía tan bien y le dolía. - Resolver alguna estupidez que quizás hizo. Hermione aún debe estar en clases con Tom.

Tom o Voldemort.

Merlín, demasiadas situaciones cambiaron en último momento y para su favor. Tom renunció a la magia negra de cierta manera y Hermione junto a Snape crearon una posición para volverlo humano. Tom. Su rostro adquirió una expresión sombría, su contraparte se confesó de una manera sutil y graciosa. Tenía tantos pensamientos en la mente y la mirada penetrante de Draco dolía demasiado. Draco era injusto, la vida era una injusticia.

- Te devolveré el libro de Holmes en unos días - Harry arregló la camisa y colocó la túnica encima. Peinó su rebelde cabello azabache. - Hablaré con Ginny, ella estará feliz de tener una cita contigo, ¿sabes?

- Potter - Malfoy miró acusatorio a Harry. - No.

Harry asintió.

- Lo intentó - susurró Harry apretando la arrugada túnica. - Lo he intentado todo el ciclo escolar y después de la tregua, incluso cuando viaje a Europa... Duele, Malfoy, duele estar jodidamente enamorado de ti y recibir tan solo pizcas de tu gratitud, no espero que te enamores de mí pero es difícil. Verte a diario al lado de Ginny y saber que no soy como ella... Ella es hermosa e inteligente, puede traer más descendencia para ti. Y yo me rindo ahora, Malfoy, no quiero lastimarla ni recibir la pasión que guardas cada noche. No quiero besos fríos ni sexo sin amor, amo a Ginny tanto como te amo a ti pero de distintas maneras, ella es como mi hermana y tú como una preciosa ilusión.

Harry caminó hacia la puerta, las lágrimas descendían por sus sonrosadas mejillas. Tal vez Ginny podría darle un mejor heredero, uno mejor que el bebé que esperaba desde hace unas semanas. El sexo con Draco empezó antes de la unión con Ginny y ella se veía feliz. Bastante feliz.

<¿Harry?>

La voz fraternal de Ron lo tranquilizó un poco. Ron supo sobre su amorío con Draco y no le reprocho nada, permitió ocultar la evidencia a Ginny aunque eso significará el final. Harry apretó el celular cerca de la oreja. El libro estaba guardado en el bolsillo de la túnica.

<Está lloviendo, Harry. Ven a casa, Hermione y Tom prepararon la cena. Aún no asimilo que "quien no debe ser nombrado" sepa cocinar>

Harry rió entre dientes. Tom se integró como uno más de los Weasley antes de la muerte de Arthur. La señora Weasley lo adoro más que a sus hijos y le mostró el significado de una cálida familia, algo que Harry carecía demasiado. Amor y comprensión.

<¿Potter? Cualquiera diría que el ratón te comió la lengua, no has hablado nada y la llamada aun sigue. ¿Quieres que vaya? Ronald y Hermione se encargaran del resto>

- Sería fantástico - responde Harry en un hilo de voz.

Fantástico si el ratón cometiera un asesinato.

-Estoy en un parque desconocido... - murmuro Harry respirando agitado. - Un parque muggle, ven por mí, por favor.

Teddy BearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora