Sinopsis

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El amor era más que un sentimiento, era algo que sentías emocionalmente como físico, era un sentimiento tan fuerte que podrías reflejarlo con tu cuerpo, era algo tan fuerte que no cabía solo en el “corazón” era algo que tenías que sacar, o algo que salía por sí solo. Y eso era lo que estaba sintiendo ahora mismo, mi piel era más sensible y estaba ardiendo, mis ojos estaban dilatados, mis labios estaban secos y es que, como podía estar tranquila con su presencia? Ella estaba aquí, alfrente de mí, una chica hermosa, tan hermosa que no podía creer que fuera real o… ¿lo era? Era raro, sentía que algo había raro en esto, pero lo dejé pasar, quería estar con ella. Había algo en ella que me daba paz, algo que ni siquiera podía explicar ¿Amor? Eso sin duda, pero como era el amor? ¿Cómo sabia que era amor?

-Perrie…

Su voz, era dulce, como su rostro, sus facciones eran dulces y delicadas, quería rozar mis dedos en su rostro, acariciarla ¿Pero que demonios me pasaba? ¿Acaso estaba…?

-Perrie… -llamó ella de nuevo.

-¿Si, Jade?

Su nombre salió de mi boca ¿Cómo sabía como se llamaba? Sabia que había algo raro, y seguro era eso, por que yo no sabia como se llamaba y la llame por Jade… listo, su nombre también era dulce, o almenos así le sonaba a mis oídos.

-Te amo.

Mi piel sintió cobrar vida después de mucho tiempo y se erizo junto con mi corazón. Me había dicho ‘Te amo’ y con ello una sonrisa apareció en sus lindos labios carmesí. Mi corazón podría salir en cualquier instante y enseguida tome sus manos, temiendo que en un segundo ella pudiera desaparecer y era por que así lo sentía, pero Perrie, ¿Cómo podría desaparecer si la tienes enfrente?

-No sé que está pasando… pero también te amo, a pesar de que siento que apenas te conozco y… –era verdad, no la conocía a decir verdad. Mi mente empezó a trabajar más rápido y… ¿Qué hacia aquí? ¿En donde estaba?

Jade me sonrío y tomo mi mano, empezamos a caminar y yo simplemente me dejé guiar por ella ¿Cómo ignorarla o dejarla? Sentía que ella era el acero y yo el iman. De reojo veía su sonrisa, como ella sonreía abiertamente y dios, juró que sus labios eran perfectamente creados para besarlos, o almenos en ese instante quería besar su sonrisa, no, no quería, lo necesitaba. Sentia un cosquilleo en todo mi cuerpo, en especial en la mano que ella sostenía con la suya, era como si alado de ella yo merecierá estar, como si ella fuera lo que necesito y… tal vez lo era.

Paré de caminar y ella hizo lo mismo, volteo confundida hacia a mi y no pude más. Sentí la necesidad de agarrarla del rostro y pegar mis labios a los suyos y así fue. Sentí una desesperación de que en cualquier momento se iria y yo necesitaba besar sus labios, besarla a ella. Sus labios eran suaves y sin duda, dulces como ella. Mi mundo empezó a dar vueltas mientras sentía que solo existíamos ella y yo, como todo se desmoronaba a nuestro alrededor por que ya nada importaba, solo nuestro amor. Así lo sentía. Mis manos empezaron de sentirla a ella, a sentir nada, a sentir que ella desaparecía. Abrí los ojos con miedo y Jade estaba desapareciendo, como si de polvo se tratase. Desesperadamente empezé a agarrarme de ella, de la nada mientras ella me miraba con miedo y mi corazón se rompió.

-¡Jade!

Grité como si eso hiciera que ella dejara de desintegrarse y ella estiro sus brazos intentando abrazarme, pero no podía sentirla, no podía.

-Perrie búscame. –Gimió de miedo y me dejé caer sobre mis rodillas abrazándola de sus pies, aún podía sentirla de ahí y no podía creer esto ¿Se estaba desintegrando? ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué estaba desapareciendo? Me sostuve fuerte de lo único que quedaba de ella, pero poco a poco empezaba a dejarla de sentir.

-¿En donde te busco? ¡¿Qué esta pasando, a donde vas?! ¡Jade!

Mis manos calleron al suelo. El cielo se puso negro y con ello el aire empezó a llevarse a Jade, ella había caído al suelo como polvo, intente tomarla pero el viento empezó a llevársela. Gateé hasta querer alcanzarla pero entre más llegaba a ella, más se alejaba, tome fuerzas y me levante para correr hacia ella ¿A dónde se la llevaban? Pero tan rápido como me levante, tropeze y caí.

Todo estaba negro. Mi cabeza dolía y tenia los ojos cerrados. Mi cuerpo pesaba y sentía como si estuviera acostada en algo frío. Empeze lentamente a abrir los ojos y estaba en el suelo de… mi habitación? ¿Qué estaba pasando? Efectivamente era mi habitación pero… que había pasado?

Me puse de pie desconcertada y descubrí que me había caído de la cama, genial Perrie, 20 años y aún te caes de la cama. Caminé hacia la ducha, pero sentía que mi mente no había regresado conmigo, sentía como si fuera un títere, como si aún no supiera que había pasado conmigo pero ¿Qué era? Me despoje de mis prendas para un buen baño caliente, el clima de Londres era justamente como me gustaba, ni tan frio ni tan caliente, era otoño y en cierta forma me encantaba esa estación del año. Abrí la regadera y tan pronto como el agua toco mi piel, todo vino a mi cabeza.

Abrí los ojos como nunca antes y mi corazón empezó a latir tan fuerte que empezó a doler. Del asombro me estampe contra la pared y cubrí mi boca con mis dos manos al sentir miedo, confusión y….

-Jade. –susurré.

Jade.

El sueño.

La chica de mis sueños.

No fue real.

La chica que creía que amaba… no existía.

Todo… ella…

Fue un sueño.

La chica de mis sueños | Jerrie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora