ʿʿ unsaid ;; hyunin ˒˒

"- uɴsᴀid."

Si las miradas estuvieran personificadas creo que la mía te habría dicho "te quiero".

Sin embargo, mis labios no son lo suficientemente valientes como para pronunciarlo en tu presencia.

Lo sabe la luna, lo sabe el sol, y lo sé yo. Los tres sabemos que me gustas desde hace tanto que ya no recuerdo cómo se siente eso de vivir sin quererte.

Y es insufrible, ¿Sabes?

Eso de vivir sabiendo que no tienes oportunidad para hacer lo que más deseas.

Es horrible tener que aconsejarte en tus males de amores. Es terrible cuando me enseñas perfiles de instagram de las chicas que te parecen guapas. Y es inaguantable soportar toda la tensión que hay en el aire cada vez que estamos a solas, aunque sólo la sienta yo.

--Hyung, ¿Me estás escuchando?-- Tu voz volvió a irrumpir en mis pensamientos.

--Sí, sí, perdona.-- Bueno, reconozco que la verdad es que no te estaba escuchando.

Entonces tus ojos color azabache me miraron de forma tan profunda que sentí un escalofrío. Dices que somos amigos, pero los amigos no juegan a matarse con miradas, y yo, gracias a ti, estoy emocionalmente a veinte mil metros bajo tierra.

--Mientes. Nunca me escuchas cuando hablo.

--¿Cuando hablas de que tu vecina está buena o cuando hablas de que la que se sienta contigo en matemáticas te hace ojitos?

--¿Y cómo se llaman?

--Jisoo y Yerim. ¿Ves? Sí te escucho.

--¿Y por qué nunca hablas? Nunca me cuentas quién te parece guapa a ti, ni si te gusta alguien. Parece que no confías en mí.

Es que me gustas tú.

--Porque-

--He oído que le gustas a HyunJin. Tiene gracia, seríais una pareja con el mismo nombre.

--No me gusta HyunJin.

--¿Por qué no? Inténtalo. A lo mejor-

Estoy harto, Jeongin. Por eso tomé tus mejillas y te obligué a mirarme. Y estampé mis labios contra los tuyos. Te confieso que no me he sentido mejor en mi vida.

Al principio y como era de esperar trataste de echar la cabeza hacia atrás, pero te topaste con la pared, lo cual me llevó a poner mis manos a los lados de tu cabeza.

Pensaba disfrutar mi momento. Tú lo olvidarías, me olvidarías a mí y todo te daría igual. Seguirías con tu vida tan campante, pero yo quería disfrutar mis minutitos de gloria porque sabía a la perfección que era la primera y última oportunidad que me iba a dar la vida de tener algo así, al menos contigo.

Ay, y cuando comenzaste a corresponderme, me volviste loco, Innie. Supongo que lo hiciste por inercia, o tal vez pensabas que estabas teniendo un sueño raro, no lo sé. El caso es que me pegaste (aún más) a ti. Tus manos en mi cuello, tú mordiéndome el labio y yo rezando por no despertar jamás, por que no entraras en razón.

Toma ya. El rompecorazones del instituto estaba liándose con un chico de un curso inferior en la propia casa de éste. Y quién diría que el chico era nada más y nada menos que aquél que se tiraba el día en instagram, buscando perfiles de chicas guapas porque no tenía nada mejor que hacer con su vida.

Honestamente, para ser tu primer beso, lo haces muy bien. Demasiado bien, diría yo, pues después de la primera probada vienen las ganas de una segunda y luego ya no hay vuelta atrás.

--¿Por qué has hecho eso?-- Fue lo primero que pronunciaste nada más alejarme de una vez por todas.

--¿Por qué me has seguido el rollo?

--Contesta.-- No sabes cómo me pones cuando me exiges cosas.

--Porque es mi forma de expresar todo lo que no he podido decirte. Es algo inmaduro, pero es efectivo. No sabes lo a gusto que me he quedado.

--Te gusto.

--Efectivamente.

--Y acabas de besarme.

--Así es. Aunque yo no lo llamaría sólo un beso.

--Y la primera vez que beso a alguien, ha sido con mi mejor amigo.

--No me digas eso, que me duele la friendzone.

--No, mentira.

--¿Estás en shock? ¿En serio, Jeongin?-- No sé de dónde saqué la seguridad para hablarte con tanta calma, la verdad es que estaba muerto de miedo por dentro.

--No. Digo que es mentira. Que no estás en la friendzone.

--¿Ya no soy tu amigo?

--No. ¿Puedes salir un momento?

Y recuerdo cómo salí de tu cuarto, temblando y no sé si de los nervios o de que el aire acondicionado estaba a tope en el pasillo. Probablemente las dos.

Oí cómo gritabas como un delfín entusiasmado y me invitaste a pasar de nuevo.

Ahí me abrazaste, con la puerta cerrada a mis espaldas. Me acariciaste el pelo y yo ya no sabía a qué venía todo eso.

--Lo siento mucho, hyung. No sé cuánto tiempo has tenido que soportar esto, pero te aseguro que no volveré a molestarte con tonterías, porque entiendo que te hacen daño.

Traté de separarme de ti, pero no me dejaste. --Jeongin, yo-

--Espera. Se está cómodo aquí.

--No te preocupes por mí, Innie. Olvida lo que ha pasado y seguiremos siendo amigos, como siempre.-- Francamente, me dolía aquello, pero era lo que debía hacer.

--No quiero olvidarlo. Me ha gustado, hyung.

Tenías que echar a perder la cordura que me quedaba basándome. Maldito renacuajo con labios adictivos, deja de torturarme así, conduciendo mis manos hasta tus muslos, incitándome a llevarte en brazos.

¿Por qué me haces esto? O mejor aún, ¿Por qué no me habías dicho antes que yo te gustaba también? ¿Por qué has disimulado tan jodidamente bien?

Y pensar que ahora llevamos cinco años juntos...