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- Nos vemos más tarde - me dice Cristopher mientras entró a mi Range Rover.

- Si - digo - ¿Vas a salir?

- Si tengo unas cosas que hacer, pero regreso en la noche.

- Esta bien - le doy un beso corto - Cuídate.

Arranco y me dirijo a la casa de Carlos el hombre que salve su vida una vez. No me había parado a visitarlo desde la última vez.

Así que era hora de ir a ver cómo estaba.

Me dirijo a la puerta de la casa de Carlos y toco, no tardan en abrir así que voy al grano.

- Hola ¿Está Carlos? - preguntó.

- No - dice la señora.

- ¿A qué hora lo puedo localizar?

- Él está muerto - dice.

- Lo lamentó - digo - ¿Cómo murió?

- No tengo tiempo para estar resolviendo preguntas de ti niña - me dice -Vete de mi casa ahora.

- Por favor.

- Lo mataron – los ojos de la señora se cristalizan al decirme – Y también a mi bebe, ahora lárgate.

- Gracias - digo y corro a mi carro.

Mierda, en qué persona se ha convertido Ramiro para matarlo y también a su hijo. Pero esto no se iba a quedar así. Yo les advertí.

Manejo a toda velocidad para llegar a mi casa.

- ¿Has visto a Ramiro y a su gente? - le preguntó a los de limpieza.

- Están todos en el comedor para trabajadores - me contesta y yo solo le doy las gracias.

Corro hacia mi cuarto y busco la pistola que tengo por si llega a pasar algo.

En lo personal nunca me ha gustado agarrar las pistolas, me recuerda lo qué pasó hace tiempo. Pero no iba a dejar las cosas así.

El comedor para los trabajadores está en los patios de mi casa, solo los trabajadores viven ahí por si algo, mi papá no se arriesga en correr peligro. El comedor es una especie de casa que está atrás de la cancha de tenis, un lugar muy lejos de casa.

Al llegar veo a los trabajadores de jardinería, empleadas domésticas y los trabajadores de mi papá que se encargan en hacer trabajo sucio. Todos se dan cuenta de mi presencia así que guardan silencio.

Entro a la casa y camino hacia el comedor.

- Ramiro - le digo cuando lo veo.

- ¿Qué haces aquí? - me pregunta - Este es el lugar para los trabajadores. No tu lugar.

Ramiro no me respeta como los demás ya que me conoce de hace mucho tiempo y sabe que no le haría nada a él.

- No me hables así – digo, en el comedor se encuentra la gente con quien trabaja Ramiro y más empleados.

- ¿Qué quieres? - me pregunta.

- Tu gente - digo - ¿Están todos aquí? - digo y se paran.

- Si.

- Bien - digo y pasó a lado de ellos - ¿Quién mató a Carlos? - suelto la pregunta.

Todos se quedan callados por la pregunta que acabo de hacer, haciendo que me enoje más de lo normal.

- Luna ¿Es enserio? - me dice.

- Salgan todos de aquí - ordeno y salen del comedor - Ustedes no - les digo a los trabajadores de Ramiro.

Inesperada Decisión [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora