Días que jamás volverán

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-descubrí que te uniste a los howlers hace algunas semanas, supongo que eso explica tu vestimenta.-. había estado tan enfocado en mis pensamientos que no noté que uno de mis antiguos amigos estaba delante de mí. Hacía ya tiempo que no hablaba con el, el unirme a una pandilla me había alejado mucho de las personas con las que solía socializar. -en serio? que más has descubierto?-. Contesto levantando un poco la mirada.
-hay algunos rumores de que la persona encontrada sin vida junto a la catedral es obra de los Howlers-. Cruza sus brazos
-acaso sospechas que tuve algo que ver?-. Tomo mi lápiz y comienzo a jugar un poco con él.
-No pero hay algunos que consideran la posibilidad dado a tu cambio de actitud-.  Mueve sus brazos lentamente y coloca sus manos en los bolsillos de sus pantalones. -no sé el motivo por el cuál te hayas unido a una pandilla tan conflictiva, no es algo que mi amigo fuera siquiera a pensar…-.
-pero lo hice-. Interrumpo a Gabriel antes de que finalice. -y no hay vuelta atrás después de aullar a la luna-. Dejo de jugar con el lápiz repentinamente.
-los demás podrán temerte, pero yo no. Sé que no tuviste que ver con el asesinato pero lo que si sé es que has estado involucrado en las recientes peleas callejeras, no creo que debas continuar participando en eso, un día terminarás en el hospital o tal vez muerto como ese hombre-. Comienza a moverse lentamente hacia la puerta.
-probablemente, pero solo seré uno de miles, mi muerte no será de importancia-. Giro mi cabeza hacia la ventana, observo el cielo totalmente despejado-.
-deberías quitarse esa chaqueta negra, hace calor. Menciona por último Gabriel antes de pasar por el umbral de la puerta.
-Tal vez…-. Todos se han ido ya del salón, pero como es costumbre espero un poco antes de partir. Hasta hace algunos meses todo era normal, solía tener mucho amigos y solía compartir mi tiempo libre con ellos, la clase era agradable e interesante. Ahora con mi nueva apariencia y las circunstancias que han sucedido recientemente en la ciudad, todos deciden evitarme, hace 1 mes cambie de salón por lo que mis viejos amigos no están conmigo y los nuevos compañeros no tienen ni el mínimo interés de dirigirme la palabra, todos me temen pues piensan que he tenido que ver con lo que sucede en las calles. No los culpo, yo también me mantendría alejado, Sería lo mejor.
Gabriel, es el único que aún intenta restablecer comunicación conmigo, aún no comprende que el Elathan que conoció hace meses ha sido reemplazado por alguien más.
Finalmente introduzco mis pertenencias en la mochila y camino hacia el pasillo en busca de la salida, como de costumbre ya no hay nadie en los corredores, esto de esperar realmente funciona para evitar las caras de incomodidad que suelen tener todos al pasar cerca de ellos. Si tan solo supieran lo que realmente sucede, no, pensando lo bien es mejor que no sepan…
Observo mi móvil, 12:30. Hora perfecta para comer algo. Aún recuerdo cuando solía ser divertido salir de noche, tengo tan poco en la pandilla pero se ha sentido como una eternidad. Recuerdo ir a tomar con mis amigos y hacer de las calles nuestro escenario para las mejores payasadas. Cuando el asistir a fiestas los sábados era lo más esperado de la semana y esas crudas en las mañanas del domingo, las peores que se pueden experimentar. Pero sin duda alguna las más divertidas. Ahora todas las noches debo transitar la ciudad con personas que apenas conozco y pelear en nombre de la pandilla porque una vez que aullas a la luna ya no hay vuelta atrás.
Después de caminar por las calles durante algunos minutos, al fin llego a mi restaurante favorito, el único en el que la gente no parece incomodarse por la presencia de un Howler.
-lo mismo de siempre Elathan?.- Pregunta la mesera, una chica alta de tez un poco clara. Cabello teñido de negro pero con raíces rubias por el crecimiento.
-no sé porqué sigues preguntando si sabes que solo vengo aquí por una cosa?-.
-eso si lo tomo como un coqueto o como otro malentendido, caballero “eso no fue lo que quise decir”-.
-solo tráeme lo de siempre, vine a comer no a que me incomodes señorita “todo le veo segundo sentido”
-en seguida caballero-. Menciona antes de retirarse. Nuestra relación es algo pesada de vez en cuando. Es divertido en gran parte, la conocí hace casi un mes, ese día me encontraba haciendo mi rutina nocturna solo, eran cerca de las 3 am aún faltaban cerca de 2 horas para que amaneciera, tenía más que un mes de unirme a la pandilla pero me adapté rápido y me volví bueno en llevar a cabo mis tareas como Howler, esa noche había luna realmente bella, la más grande que sinceramente he visto, caminaba sin rumbo fijo y en el momento en el que debía elegir si ir a la izquierda o a la derecha decidí tomar el lado que me dejaría ver la luna justo enfrente, para no perder ni un segundo de su hipnótica vista.
Estaba en ese momento tan relajado, no sé si fue por la luna o porque el pavimento estaba mojado por una ligera lluvia que ya había terminado momentos antes, o el viento que silbaba de forma aleatoria al recorrer las calles estrechas. Una noche tan cautivadora que se vio interrumpida al oír las voces de 2 personas que parecían discutir, por un momento pensé en ignorar lo que pasaba en aquel callejón, y continuar caminando hacia la luna pero mi piernas no respondieron a mi petición y mi corazón me sugirió ir a averiguar qué sucedía.
Fue ahí cuando descubrí que aquella “discusión” era más bien un forcejeo, de un hombre de al menos unos 40 intentado aprovecharse de una chica que aún traía el uniforme de su trabajo. -retira tu mano de ella-. Grité con la voz más grave que pude.
La chica intentó decir algo pero únicamente murmullos distinguí debido a que la mano del nefasto humano apretaba la garganta de la pobre -vete de aquí, te conviene no interferir-. Contesto el hombre mientras amenazaba con una intimidante navaja.
-no-. De forma automática mi negación salió.
El hombre tomó a la chica fuertemente y la lanzó contra la esquina. -un buen corte te hará aprender a no husmear en asuntos ajenos-. Él se abalanzó hacia mí.
Durante ese momento lo único que llegué a pensar fue en qué ojalá la chica se echara a correr mientras el sujeto se distraía en mi pero seguía impactada por lo que pasaba que no se movía del suelo. Permanecía ahí sentada recargada contra una de las paredes húmedas creyendo que no tenía oportunidad de hacer algo por ella.
Sinceramente tuve miedo. No de salir herido, eso no me importaba en lo más mínimo, lo que temía era que la chica tuviera el mismo final, que mi repentina presencia no marcará un cambio, que su vida fuera marcada para siempre y que yo no haya ayudado en nada. Nací en un barrio algo peligroso, y debido a eso me entrené para poder lidiar con asaltos, para defenderme a mi mismo, pero ahora yo tenía la mirada de alguien más, con lágrimas cristalinas que destellaban a un alma con la esperanza totalmente depositada en un desconocido que si no fuese por la luna no estaría ahí.
Mis ojos se enfocaron en la puntiaguda navaja que se aproximaba hacia costado izquierdo. Giré mi cuerpo para evitar que la navaja me hiriera mientras con mi brazo izquierdo tomaba la mano del agresor y de un golpe en la garganta con mi codo derecho, arrebataba aquella amenazante arma. Con el arma lejos del atacante me sentí confiado y proseguí a darle una pequeña lección pero un puño sorprendió mi ojo derecho y me hizo retroceder un poco.
El individuo intento recoger su arma, pero logré hacerlo tropezar y tome aquella navaja. Lo obligué a levantarse y le exigí marcharse. Ahora él se encontraba en desventaja y por suerte huyó. La chica ahorra sollozaba de alguna manera de alegría al saber que estaba a salvo de aquel Hombre. -estás bien?-. Pregunté mientras tomaba lentamente su mano para ayudarla a levantarse.
-si…-. Contestó con voz baja.
-te llevare a tu casa, te parece bien?-. Intenté sonreír para hacerle entender que podía confiar en mí solo por si acaso aquella pelea donde arriesgué mi integridad física no había sido suficiente.
-solo si prometes no ser un degenerado el que huyó-. La chica se levanta totalmente y comienza a caminar sin soltar su mano. -Gracias por ayudarme, creí que nadie vendría-.
-dale gracias a la luna, si no fuera por ella no habría tomado esta calle-.
-soy Evanna por cierto-.
-Elathan…-.
Una voz me despierta de mi recuerdo y me hace regresar al presente. -noté que estás preocupado por algo, quieres hablar de eso?-.
-No-. Me recargo en el respaldo de la silla.
-vaya, que directo…-. Antes de que pudiera seguir, un cliente llama la atención de Evanna y se retira inmediatamente a realizar su trabajo.
He estado muy perdido en mis pensamientos esta última semana y es que estoy por cumplir 2 meses con los Howlers, tenemos prohibido socializar con la gente ajena a la pandilla, como si de una secta o sociedad exclusiva se tratase, también no podemos ausentarnos de nuestras responsabilidades las cuales hasta ahora son reunirnos cuando el sol se oculta, transitar las calles hasta el amanecer (lo cual es sencillo ya que anochece hasta las 10 siendo verano pero en invierno será un problema) y pelear si la ocasión se presenta. Para los Howlers es importante marcar y mantener el territorio.
Ellos saben que hay algunas ocasiones que no podemos evitar socializar y está permitido hacer algunas excepciones, pero solo si son realmente necesarias. Mantener una amistad con alguien ajeno a la pandilla, no es una de las excepciones. Pero aunque he sido advertido numerosas veces, continuo comiendo aquí y hablando con ella. Platicar cada que visita mi mesa hace parecer que ella solo hace su trabajo y así no estoy quebrantando la regla de los Howlers.
-ya quieres decirme?-. Pregunta mientras deja mi orden en la mesa.
-no tengo nada que decir-. Contesto mientras doy un lento trago a mi soda.
-entiendo, es una historia muy larga. Hoy salgo a las 4 quieres invitarme a alguna parte para que podamos platicar sobre tu incomodidad?-.
-me estás invitando a que te invite a salir?-. Dejo el vaso sobre la mesa y dirijo toda mi atención a ella. -Evanna sabes que…-.
-espera-. Me interrumpe antes de terminar lo que iba a decir y se dirige hacia otra mesa.
Realmente es buena haciendo su trabajo, me alegra haberla conocido me facilita vivir con esto de los Howlers, será una lástima que esto ya no pueda continuar… no, no debo pensar más en esto, al menos no mientras estoy por disfrutar de una buena comida. Pero me cuesta trabajo no pensar en que todo está por cambiar drásticamente, y nadie se espera lo que está por venir. Todos se regocijan con el sol de verano y comparten noches maravillosas. Quisiera poder advertirles pero solo me verían como un loco más.
-realmente necesitas invitarme a salir, mírate ni siquiera has tocado tu comida-. Menciona mientras me observa, intentando descifrar que pasa por mi mente.
-Evanna, aunque quisiera, no puedo. Sería una clara desobediencia al régimen de…-.
-no me importa, si escoges un lugar que no concurren y llegamos a diferentes tiempos, nadie se percatará que rompiste la regla-. Me interrumpe – piénsalo-. Se retira a atender otra mesa.
Debo admitir que eso no se me había ocurrido, pero qué lugar ningún Howler visita, bien nuestro territorio abarca el centro de la ciudad y los suburbios que le rodean, además los lugares abiertos como Blarney son populares para poder transitar sin llamar la atención de los vecinos. Por lo que parques, campos y jardines no son opción. El cambiarme de vestimenta no me ayudará tampoco ya que muchos me reconocerán, aguarda es verano y llevar vestimenta negra genera algo de calor, el único lugar que evitaríamos sería la playa, llena de gente disfrutando de los rayos de luz, de la arena y el agua, ningún Howler se acercaría. Esa es la solución.
-entonces?-.
-La playa de Kinsale, 5 PM-. Respondo antes de por fin probar mi almuerzo.
-excelente, iré inmediatamente después de terminar mi turno, por el momento que disfrute de sus alimentos caballero-.
Si, sin duda alguna ese ojo morado en aquella noche valió la pena. Ahora que lo pienso un poco, me uní de forma similar a los Howlers, recuerdo haber salido por comida a un pequeño local que permanecía abierto hasta muy noche. Era alrededor de la 1, mi plan era simple, llegar lo más rápido al local y ordenar para llevar. Pero de alguna manera el destino me llevó a tomar una calle distinta a la que suelo tomar y para mí sorpresa ahí estaban, 3 sujetos peleando contra 2 chicos que en ese tiempo no supe distinguir que eran Howlers, en fin en mi memoria sigue fresca la imagen de ellos 2 recibiendo una paliza, quizás lo mejor hubiese sido retirarme, pero cuando noté que realmente no eran 2 chicos si no, un chico y una chica, no pude abandonar la escena más cuando vi que el chico no podía protegerla de los agresores, (que sinceramente ahora pienso que ellos fueron los que iniciaron aquel conflicto) al final me uní para llevar a cabo un 3 contra 3, terminé con moretones el cuerpo y una cortada en el labio pero lo peor fue que el líder de la pandilla al enterarse, decidió reclutarme. No pude rechazar la oferta, Me pagarían por enseñar a los chicos como pelear y realmente necesitaba el trabajo. Ellos sienten que los humille y no me dirigen la palabra pero no tienen de otra más que obedecer mis indicaciones cuando salimos a caminar durante la noche.
Llegó el momento de pagar la cuenta, aún debo hacer algunos pendientes antes de encontrarme con Evanna más tarde. -no vayas a llegar muy tarde-. Menciona mientras cobra mi orden
-no prometo nada-. Tomo mi cambio y me retiro del restaurante, cuántos días podré continuar con ésta rutina? cuántos días aún habrá personas recorriendo las calles tan tranquilamente? Cuántos días más esta sociedad seguirá funcionando?-. Necesito de verdad dejar de pensar o terminaré perdido en mi mente .
Si bien hay algo que no he logrado entender del todo, a veces pareciera que no somos la única pandilla que vigila las calles y provoca conflictos nocturnos, pero por más que he intentado averiguar no obtengo respuestas, estoy seguro de que nosotros no tuvimos nada que ver con la muerte de ese hombre y sé que no es alguien inocente, estaba involucrado pero alguien más se encargó de el en lugar de nosotros.
Es una ciudad tranquila, no pudo ser un ciudadano común o si?. Si tan solo hubiese tenido acceso al cuerpo podría haber buscado algo una pista que me llevase a la solución de este misterio. Quiénes son ustedes? Y por qué no se muestran aún? Acaso tendrán su territorio más allá de los suburbios? Sinceramente no sé porque me interesa tanto averiguar. Hay cosas que no nos quieren decir aún, quizás sea porque no estamos preparados o porque aún estamos a prueba.
Siendo las 2 de la tarde me dirijo al súper por despensa, al entrar tomo una de las cestas y comienzo a caminar entre los pasillos, teniendo en cuenta lo que está por venir será bueno comprar comida enlatada y almacenar un poco en mi habitación en lugar de la alacena de la cocina no quiero que mis Flatmates tomen sin mi consentimiento. Pero pensándolo mejor no podré llevar tantas, además no las necesitaré en realidad. No compartiré la misma situación que ésta podré gente experimentará, aunque quizás yo tenga una peor. Dicen que el conocimiento trae la desgracia pues cuando uno es ignorante es más feliz, justo ahora me doy cuenta que es verdad. Tal vez por eso aún nos ocultan cosas en mi pandilla, no quieren que caigamos en desesperación antes de que todo inicie.
Bien, entonces solo tomaré la despensa necesaria para finalizar esta semana, siendo miércoles y teniendo en cuenta de que almuerzo fuera de casa, no ocupo más que para el desayuno y la cena de 4 días. Pescado y pollo parecen buena opción para la dieta de estos días, una bolsa de verdura congelada también suena apetitoso. Papas para freír? No, demasiado aceite. Carne de res, puerco? No, Muy roja. Quizás pan y cereal sean lo que me hace falta para completar y algo de fruta solo por si acaso estoy con prisa y no alcanzo a cocinar algo. Tampoco quiero ir cargando muchas cosas, mi casa no está no muy cercas de aquí. Tengo 30 minutos para ir a dejar las cosas y 1 hora para terminar mis pendientes, quizás pueda hacer una parada al viejo edificio… demasiado lejos, no tengo suficiente tiempo.
Mientras estoy formado en la fila para pagar puedo sentir la miradas incómodas de las personas. Cómo esperando que no haga algo raro mientras estoy cerca de ellos. Las primeras dos semanas fueron difíciles, las miradas realmente me hacían sentir mal, pero ahora es tan normal para mí después de 2 meses que simplemente ya no me produce ningún problema.
Finalmente salgo del súper, el día continua con el sol brillando más que nunca, la gente aprovecha el verano para disfrutar de helados y de pasear por todos lados. En qué diablos me he metido? No puedo cambiar el pasado y no estoy aprovechando mi presente así que el futuro me preocupa. Ellos dicen que algunos integrantes son elegidos y el destino los coloca en situaciones en el tiempo y lugar exacto. Suena a una secta religiosa pero no lo es, es algo mucho peor.
Mientras camino por la acera de camino a casa un montón de recuerdos inundan mi mente como el de aquel día que olvidé completamente mi mochila en casa y yo estaba a menos de 10 metros del colegio. Llegué a segunda hora todo por tener que regresar por la maldita mochila, era mi primer día estudiando en esta ciudad. No soy originario de este país, pero de dónde vengo no importa realmente, Irlanda parece ser un excelente lugar para tener nuevas experiencias y renacer como persona. Es curioso que llegué aquí para mejorar mi vida y pasará totalmente lo contrario. Podría regresar a mi país, pero eso no evitará que escape del destino. A veces solo necesitas que la lluvia toque tu rostro mientras cae al pavimento, justo como ahora. Irlanda y su clima raro. Debo apurarme antes de empaparme completamente, es probable que deje de llover en cualquier momento pero aún así las gotas de lluvia son suficientemente grandes como para empaparte en algunos minutos.
Recuerdo también el día que llegué aquí, estaba tan desorientado y no tenía idea de cómo llegar a mi hostal. Pero fue gracias a un hombre amable que pude llevar a la dirección correcta. O el día que hice mi primer amigo, Gabriel… es el único que después de todo, me dirige la palabra de vez en cuando, como el día de hoy.
En fin, ese día estaba esperando el bus queriendo visitar el castillo de Blarney pero por un descuido tomé la ruta equivocada y sin querer terminé en middleton. Pero Gabriel se dio cuenta de que estaba completamente perdido y me ayudó a tomar el bus de regreso. Fue curioso porque al día siguiente lo volví a ver en the old oak un pub popular y bastante bueno. Me invitó a unirme a su grupo y a beber un poco. Desde ahí nos volvimos buenos amigos y posteriormente después gracias a él conocí más personas bastante amistosas y amables. Lastima que corté el contacto.
Todo esto lo hago por un bien mayor… o eso quiero creer.
La lluvia se ha detenido y estoy a unos cuantos metros de la puerta de mi “Hogar”, busco la llave en mi bolsillo derecho de la pantalón para lograr entrar y dejar la comida en su respectivo lugar en la cocina. Pero por alguna razón no encuentro la maldita llave, tomo mi celular y trato de contactar a cualquiera que esté dentro si es que hay alguien para que me abra pero nadie me contesta. Reviso todos mis bolsillos, busco en mi mochila sin embargo no obtengo resultados. Afortunadamente escucho la puerta abrirse -es la segunda llave que pierdes-. Menciona Cathal, un chico fornido, de cabello claro y barba abundante.
-esta vez no la perdí, solo no la encuentro por el momento-.
-claro-. Dice mientras se aleja hacia las escaleras dentro de la casa.
Sé que no perdí la llave, solo no recuerdo dónde las puse por última vez, más estoy seguro que las traigo conmigo, solo es cuestión de que busque de nuevo. Últimamente olvido dónde dejo mis pertenencias, un problema algo molestó para ser honesto y creo que se debe a que recientemente no he podido dormir bien. Cada vez que deseo dormir despierto temeroso de algún sueño que se borra de mi memoria casi inmediatamente, un sueño recurrente que me atormenta y me impide descansar correctamente durante las tardes, así es, tardes ya que durante la noche debo rondar sin falta y ayudar a esos chicos irrespetuosos a entrenar. Si pudiera me iría a dormir en este preciso momento pero prometí ver a Evanna, quizás pueda descansar estando con ella, no creo que le moleste… o si?
Por lo que he oído, la mayoría de los howlers han dejado su rutina ordinaria y se han dedicado totalmente a las necesidades de la pandilla. Por qué alguien haría eso? Es demasiado extremista, yo continuo asistiendo a mis clases de idioma pues me ayuda a mantener la mente tranquila, estudiar me ayuda a no pensar en los howlers y Evanna me ayuda a seguir el día a día.
Todo la ciudad se pregunta de dónde salimos y en qué momento, la verdad también me causa controversia ese asunto, ya que en un parpadeo comenzaron a aparecer una gran número de integrantes cada semana. Cómo si una noche se hubiese llevado a cabo un reclutamiento masivo, me imagino un anuncio como “se requiere ayuda, contratación inmediata” y a un inmenso grupo de individuos haciendo entrevistas para obtener la vacante.
He decidido tomar un cambio de ropa de mi ropero y guardarla en mi mochila, es aquí cuando me alegro de nunca poner candado la puerta de mi cuarto. No puedo cambiarme ahora mismo pues debo seguir con el código de vestimenta mientras estoy en la ciudad pero una vez llegando a la playa haré el cambio ya que no deseo sudar con el calor que representa ese lugar.
Salgo de mi dormitorio y me dirijo escaleras abajo, directo hacia la puerta y en camino a la parada del bus para llegar lo más pronto posible a mi siguiente destino, la oficina de correos al sur del la ciudad. Había un paquete especial que fue enviado a mi casa por parte de un integrante de los howlers que está en Berlín por el momento, he ganado suficiente confianza entre mis superiores que se decidió que yo debía recibirlo y llevarlo la noche inmediata al obtenerlo a nuestro lugar de reunión. Se supone que el correo lo deja en la dirección siempre y cuando haya alguien para recibirlo pero desafortunadamente nadie estaba esta mañana y cuando uno de mis flatmates descubrió que me habían dejado una nota para recoger el paquete en la oficina me notificó por mensaje.
No sé que sea el paquete, pero al parecer es importante y si los demás confían en mi, debo cumplir sus expectativas. Debo admitir que estoy sorprendido de lo que he avanzado en la pandilla, más cuando todo lo he hecho sin la intención de causar impresión, tal parece que soy bueno en esto… que mala suerte.
Y es que durante las noches solo me enfoco en una cosa, completar la tarea que me destinen tal y como me indican, sin errores ni contratiempos. Lo he llegado a considerar un trabajo como cualquier otro realmente.
Finalmente llego a la oficina de correos, me acerco a la recepción y entrego la nota y el caballero se retira para volver algunos minutos después con una caja pequeña, del amenos unos 30x30x40 cm. Firmo de recibido y me retiro. La caja es algo liviana. La curiosidad de saber que hay dentro me carcome pero si lo llegase a abrir significaría una falta de respeto a mis superiores. Esperaba más un sobre pequeño, no una caja. Pienso seriamente el dejarla en mi cuarto pero estoy corto de tiempo por lo que es mejor retirarme a la playa para encontrarme con Evanna.
Tomo el bus de nuevo y me siento en la última línea de asientos. El sol se oculta tras unas cuantas nubes significando que quizás vuelva a llover pero ahora que estoy dentro del autobús no me importa. Kinsale está a una hora por lo que decido descansar un poco confiando en que la alarma de mi celular me despertara en el tiempo estimado.
-yo no me dormiría si fuera tu-.
La voz perteneciente a una mujer me despierta a los pocos minutos. Giro mi cabeza hacia la izquierda y descubro a quien por su vestimenta es una compañera de los Howlers. Si va hacia kinsale mi plan está jodido.
-si alguien te robase ese paquete mientras duermes, créeme que te lamentaras por mucho tiempo-.
-disculpa. Supongo que tienes razón, no puedo bajar mi guardia-.
-no preocupes Elathan, solo procura siempre mantener tus prioridades como Howler más allá de tus propias necesidades-. Dice la mujer de cabellera Castaña y tez muy blanca que en mi no opinión no parece mayor a 35.
-lo haré, este paquete llegará seguro a la reunión-. Respondo lo más confiable posible
-de acuerdo, cumple tu tarea y no habrá ningún problema con que tengas una cita-.
Mi corazón se detuvo unos segundos, cómo podría ella saber eso?, ningun Howler estaba en el restaurante eso lo puedo asegurar y algo más, cómo sabe mi nombre? Y que yo debía recoger este paquete? – no comprendo-.
-Tranquilo no necesitas fingir demencia, mi nombre es Amaris, se me encargó asegurar que recogieran el paquete, no fue sorpresa que tú fueras escogido para llevar a cabo está tarea. Todos murmuran sobre ti, las expectativas son altas. La pregunta es, podrás cumplirlas?-.  La mujer comienza a levantarse del asiento. -ya casi llegamos a mi parada, que tengas bonita tarde Elathan-.
-espera, cómo sabes lo de mi plan?-. La miró ligeramente a los ojos.
-llevas un cambio en tu mochila y vas a Kinsale, no eres el primero al que se le ocurre-. Comienza a caminar hacia la puerta de bus para descender. -suerte-. Grita desde afuera y agita su mano ligeramente de un lado a otro mientras el bus me aleja de ella.
Eso fue bastante raro. Si los superiores confiaban en mi porqué habrían de enviar a alguien para asegurarse de que lo he recogido. Otra prueba más?.

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