No se necesita a una mujer para ser feliz

CAPITULO 5 -Un error grabe

Después de la disputa con taro y las amenazas de infochan no le quedo opción más que secuestrar a taro, era ahora o nunca así que lo llevó a su casa, le indico que se recostará en el sillón para que descansará.

—iré a buscar algo para comer, llamare a tu casa diciendo que te quedaras a dormir, no te haré nada así que no te preocupes —tomo las llaves y se fue cerrando la puerta de su casa con llave.

—¿Quién le dio permiso para ordenarme?, veré que hay por aquí, hace bastante tiempo que no vengo, no me logro acostumbrar a que no esté su padre, un momento, ¿y su mama? Ella debería de estar... La verdad tengo un poco de miedo el pensar en quedarme a solas con budo...—piensa mientras camina por la casa

Taro no vio casi nada en la casa, aparte de que era pequeña no había comida en el refrigerador, y tampoco en la alacena, había una recamara con llave y la otra era de budo, así que suponía que esa era la habitación de la madre de budo, también estaba una estatua un poco grande y se veía bastante costosa y que si la tocaba probablemente se rompería, el piso de la casa rechinaba un poco, en especial las escaleras y eso lo hacía un poco tétrico, después de un rato de caminar por la casa se dio cuenta de que había pasado una hora desde que se fue budo, y eso en parte se le hacía extraño ya que no era normal que tardara tanto.

Después de un rato por fin llego con un montón de bolsas llenas de comida, el inmediatamente entro a la cocina y comenzó a preparar la comida, estaba tan concentrado que no se había percatado de la presencia de Taro a su lado.

— budo, ¿Puedo preguntarte algo? — dijo cabizbajo

— oh, taro ¿estabas aquí? No te había visto

— jaja «pero si e estado aquí todo el tiempo, ¿Cómo no me vio?» —se queda callado y el ambiente se vuelve incómodo

—bueno, ¿Qué me querías preguntar? —dijo mientras cortaba un trozo de cebolla

— amm... Primero que nada, ¿En dónde esta tu madre?

—¿Primero? ¿Me piensas hacer una encuesta o algo así? Jajaja, Bueno, después de la huida de mi papá ella decidió ir a vivir con sus papás para más comodidad, pero yo me quise quedar, es una oportunidad para ser totalmente independiente

—... —el de menor estatura no dijo nada y se quedaron callados unos segundos que parecían eternos, hasta que budo rompió ese silencio

—taro, puedes ir a buscar al cuarto de mi madre una canasta ¿por favor?, La necesito para poner un par de trastes ahí —dijo mientras le entregaba una llave —es la única puerta con llave así que la identificas rápido —sonrió

—bien, en un momento vuelvo «que mala suerte que ya no esté aquí su madre, me pone tan incomodo... Esto está comenzando a ser estresante, y para empezar que hago aquí todavía después de lo que hizo» —pensó

—espero perdones esto —susurro mientras echaba unas gotas de alguna sustancia extraña en la comida de Taro.

Mientras tanto Taro ya había subido las escaleras y abrió la puerta que necesitaba llave, noto un cambio de ambiente ya que en el resto de la casa era alegre y esa habitación era tenebrosa por así decirlo, solo había una cama pequeña y un pequeño tocador, no había cortina y la ventana estaba tapada con tablones de madera, que se veía que llevaban años allí, sobre la cama vio la canasta, era una canasta grande con algunas bolsas dentro, saco las bolsas y tomo la canasta, salió sin antes cerrar la puerta de la habitación de nuevo con llave

—ya está la sopa taro, disfruta —dijo mientras colocaba el plato de sopa en la mesa y jalando la silla indicando que se sentará

—gracias por la comida —taro comió toda la sopa y sushi, no tardo en sentir una gran cantidad de sueño así que se dirigió al sillón para sacar sus cosas y hacer la tarea de ese día, se dirigió a budo para que también la hiciera con él, pero este tenía cosas más importantes que hacer.
Mientras hacía sus deberes no pudo evitar quedarse dormido profundamente.

— Discúlpame taro... — dijo con una voz melancólica

El azabache tomo a taro y lo llevó a la habitación de la madre, lo recostó y cerró la puerta con llave, coloco seguros para niños que había comprado hace unos minutos en el supermercado, los coloco en las ventanas, aunque parecía que cualquier adulto pudiese abrirlos no es así, tenían una llave maestra que claro solo guardaría el, coloco candado a la puerta trasera y la delantera y se colgó las llaves en su cuello

Taro despertó y vio que estaba en la habitación de la madre de budo, y claro que tenía un muy mal presentimiento un mal presentimiento

—Me quede totalmente dormido... Ya hay luz... ¡Ya hay luz! El colegio —taro intento abrir la puerta, pero esta no abrió pensó que tal vez estaría atorada, pero por más que intento no lograba abrir la puerta hasta que escucho pasos del otro lado

—taro, aléjate de la puerta —taro se alejó y budo abrió la puerta

—que bien pensé que me quedaría encerrado, vámonos ya es tarde para el colegio —camina hacia la puerta, pero budo le tapa el paso

—perdón Taro pero aunque suene una mala broma, estás secuestrado y aquí te quedarás —dice señalando al suelo

—... —taro no entendía bien la situación y no sabía que hacer o que decir se quedó paralizado pensando que efectivamente era una mala broma. —de hecho, que gran spoiler, pero ya enserio, ya es tarde nos tenemos que ir

Budo solo suspira fastidiado eh ignora las palabras de taro

— te traeré el desayuno, son las 7 de la mañana — al decir esto taro se comienza a reír, aunque pareciera más una risa fingida

— jajajaja bueno ya, se acabó, ya es muy tarde y pronto comenzaran los exámenes — camina hacia la puerta, pero budo la cierra de golpe haciendo que el pequeño se quedara bastante confundido, pero aun así intento abrir la puerta mientras gritaba molesto

—ya basta taro vas a romper la manija y a ver quién te saca de ahí —dice al abrir de nuevo la puerta de golpe dándole al pequeño en la nariz

—pues déjame salir, idiota —dice sosteniendo su nariz delicadamente

—ahora mismo no lo entiendes pero tendrá que ser así por un tiempo en lo que encuentro ms soluciones — se dio vuelta cerró la puerta con llave y fue por el desayuno, taro se sentó en la orilla de la cama viendo al suelo perdido, pero se sentía extraño, a pesar de ser secuestrado se sentía aliviado de que fuese budo hasta se podría decir que feliz, pero tenía miedo de lo que haría budo con él, no sabía cómo pensar o que sentir, estaba en shock, lo que quedaba era esperar el desayuno y preguntar que mierda estaba pasando, tal vez también un hielo para su nariz.

Entre sus pensamientos sonaron unas llaves que abrían la puerta al abrirla se vio a budo con una bandeja de comida

—aquí está el desayuno —dijo budo mientras dejaba la comida en el tocador —mmmm... —miro de arriba a abajo a taro

—¿qué sucede? —dijo con temor

—quiero... que te quites esa blusa —dijo serio y firme

—¿qué acabas de decir?