2-. Yes.

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La campana había sido mi salvación en ese momento, pero tal vez ahora no sería suficiente.
Toda la clase estaba esperando al profesor de Deportes, mientras comían, jugaban fútbol, o escuchaban música sentados en las pequeñas mesas de la cafetería.
Mina caminaba a mi lado hacia la cancha contraría en la que los chicos jugaban, lleno de árboles, un espacio grande y libre de objetos estorbosos; el lugar perfecto para jugar Volleybol.
Hani y Jin corrían detrás de nosotras para alcanzarnos, en el camino una pelota estuvo a punto de golpear a Jin.
Llevábamos alrededor de cinco minutos jugando cuando Yoongi corrió hacia nosotros gritando cosas que nadie entendió.

-Quiero jugar.- su voz sonó entrecortada, su respiración estaba agotada y el sudor estaba recorriendo cada parte de su cuerpo. Algo me dijo que no solía correr muy seguido.

No me malentiendan, Yoongi es uno de los chicos más populares de la escuela, pero no por ser el típico jugador de fútbol apuesto, amable, tonto, y sexy.
No.
Él era un idiota, malas calificaciones, una pésima educación deportiva, y falta de agilidad física.
Pero, sí, era sexy y apuesto.
Odioso lo describe mejor
-Tienes que correr para poder jugar, Min.- Hani se dirigió a él directamente, lo miró a los ojos y río burlona. Tal vez pensó que él se iría de ahí al decir eso.

-¿Oh, en serio?- Él río con sorna.

-¡Yoongi!-Yo intervine por primera vez desde que llegó.- Estás en mi equipo.

-Es obvio que sí, niño.

Sólo había dado un golpe al balón cuando me dieron ganas de ir al baño y tuve que correr ahí sin decir nada.
Mierda, Rosé tenía razón, tomar un yogurth, y luego un hot dog antes de correr era una tontería.
Estaba dentro de uno de los cubículos del lugar, vomitando incluso lo que había almorzado el día anterior.

-Jimin, ¿estás aquí?- Yoongi gritó mi nombre mientras abría todas las puertas que se topaba.

-En el último, estoy en el último.- no tienen idea del trabajo que me costó sólo decir esas palabras.
Las náuseas seguían en mi organismo y me sentía muy mareado.
Yoongi abrió la puerta y se abalanzó sobre mi preguntando si me encontraba bien.
Después de eso, supongo que me desmayé.

[✓✓]

Desperté en una de las camas de enfermería, según Yoongi, la enfermera había dejado las llaves y permitido que nos quedemos hasta que yo recuperara la consciencia.

-¿Te encuentras mejor?- El acento de Daegu estaba presente en su voz pero no le dije nada al respecto.
¿Por qué se oía tan sexy?

-Sí, estoy bien. ¿Qué haces aquí?-. podía sentir el sabor del vómito en cada palabra. Me sentía asqueado

-Hani, Rosé, y Jin me pidieron quedarme contigo. Tienen práctica de Volleybol.

-Es por eso, está bien. Podemos irnos ya, este lugar me deprime.- Hice ademán de levantarme de la cama y esta vez caí al piso.
Esto no estaba bien en lo absoluto.

-¿Has estado comiendo bien? No luces nada saludable, te ves horrible.- Se oía preocupado pero mi sexto sentido me decía que sólo estaba fingiendo.

-No trates de parecer preocupado, no te queda bien. Y sí, claro que he estado comiendo bien.-mi mentira había salido mejor de lo que yo esperaba pero él no cayó.

-Mientes igual de mal que yo corriendo.-Fue una buena metáfora. -¿Qué desayunaste?

-Un hot dog.- Me levanté del piso con su ayuda, y me senté en una de las sillas que estaban en el escritorio de la enfermera.- Y un yogurth.

-¿Un hot dog entero?- Obvio no, qué asco.

-Por supuesto que sí.

-¡Creo que me he vuelto ciego! Recuerdo perfectamente haberte visto compartiendo comida con tus amiguitas, y por compartiendo, me refiero a que tú comiste una mordida y ellas lo demás, y ni hablar del yogurth al que sólo le diste un sorbo, ¡Mierda, Park, qué bien mientes!- ¿POR QUÉ ME GRITABA TANTO? ni siquiera es su problema.

S E E S A W - (y.m. +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora