1-. NO

1.3K 56 0
                                    

—¿Puedo estar en tu equipo?- me preguntó YoonGi después de las indicaciones de la profesora.
Para el próximo proyecto teníamos que entrevistar a alguien. Los equipos habían sido elegidos antes de salir de vacaciones, pero ese día YoonGi no asistió al colegio. Asentí, y al cabo de unos minutos nos dirigimos juntos con la profesora a decirle que él estaría en nuestro equipo, también aceptó.
 
                             (◖⚆ᴥ⚆◗)

Una de sus manos estaba sobre mi trasero, por encima del uniforme, acariciando suavemente. Su mano libre estaba colocada delicadamente sobre mi mejilla acercándome a él. Quería besarme, yo también quería hacerlo pero no haría todo tan fácil. Roce mis labios con los suyos provocándole.
Hizo un chasquido con su lengua.

—¿Vamos al cine?— Sonreí acostumbrado porque esta no era la primera vez que proponía algo así.

—Por supuesto que no, Min.

—¿Por qué no? Nunca aceptas salir conmigo.— bien, aquello había sonado como si realmente quisiera que salgamos.

—Sabes que no seré uno más de los tuyos.

—Oh, ¿en serio?— Fruncí el ceño al no saber de qué hablaba.

La profesora había salido hace cinco minutos y todos estaban en lo suyo, fuera, o dentro del aula.
Yoongi me había pillado por sorpresa acercándose poco a poco hacia mí y he ahí nuestra situación actual.

—Vamos, bebé. Una salida, al cine, una película, palomitas, diversión. Yo pago.—Mierda. Su sonrisa

—No puedo, soy hetero.

—¿Hetero? que raro, podría jurar haber escuchado uno de tus gloriosos gemidos el otro día cuando estábamos en el baño.— Buen punto. Yoongi 1, yo 0.

—Es porque tienes cara de chica.— ¡Já! Yo 1, Yoongi 1.

—¿En serio? Dices que si hago esto,— Nadie miraba, nadie se acercaba, y Yoongi se aprovechó de eso. Deslizó su mano por mi pantalón, tocando mis piernas de manera seductora tratando de provocarme apretando mis muslos cerca de la entrepierna.— ¿No te causa nada?

La verdad es que sí, mierda, estaba causando tanto.
Él seguía mirándome interrogativo, pero no iba a dejarme caer, no podía permitir que pensara que yo era una fichita teniendo en cuenta que era uno de los chicos más populares del instituto, y si él hablaba, todos lo harían.

—Vamos, Jimin.— Susurro en mi oreja, mordiendo el lóbulo levemente. Lo odio.
Rodé los ojos alejando la sensación de su toque sobre mi cuerpo caliente. Ahora no.

—¡Jimin!— rayos, amo tanto a mis amigos. Rosé se acercó a mi asiento ignorando lo que ocurría ahí y me tomó de la mano.— Vamos a comprar, tengo hambre.— Asentí y sin rechistar, salí de ese lugar dejando a Yoongi mirando el trasero de mi amiga con descaro.

—Ese Min es una fichita, ¿de qué hablaban?

—Nada, sólo lo de siempre.

Ella no respondió más, y yo ya no pensaba decirle nada al respecto. Habíamos pasado unos diez minutos en la cafetería y decidimos regresar a nuestra clase, tuvimos suerte de que la profesora ya no vaya a regresar ese día.

Min estaba sentado en el mismo lugar que cuando me fui, aún faltaban unos minutos para que termine la clase, así que me acerqué de nuevo a él, y le sonreí con sorna.
—¿Ya no tienes a nadie más que atormentar?— YoonGi me miró y asintió de lado.

—Oh, sí, acabas de llegar tú.

El infierno comenzaba ahí.

S E E S A W - (y.m. +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora