N U E S T R O S E C R E T O // y o o n m i n

Capítulo veinte

JIMIN POV

Por desgracia, mi padre vino a cenar y como la mayoría de los dias, me dejó limpiando solo la cocina.

Mientras pasaba la esponja llena de espuma por aquellos platos, pensaba en como iba a hablarle a Jungkook.
No podía decirle: Hola Jungkook ¿Podemos hablar de como se siente que te rompan el ano?. O: Hola Jungkook, Tae me dijo que eres el pasivo, ¿puedes decirme cuanto duele?. ¡Claro que no!

Va a ser la conversación mas incomoda de mi vida. Pero tengo dos cosas en claro: no debo decirle con quien será y debo pedirle que no le diga nada a Taehyung.

Terminé de limpiar todo y fui a mi habitación para dormirme de una vez. Hoy, cuando volví de la escuela, me quité el uniforme y me coloqué mi pijama. De todas formas iba a estar en mi casa todo el dia, y menos mal que lo hice.

Me acosté en mi cama y tomé mi celular para ver algunas cosas. No había nada interesante en Instagram, Twitter o Facebook, asi que bloquee la pantalla del pequeño aparato, me tapé con todas las sabanas que estaban encima de mis piernas para cerrar mis ojitos y esperar que mi alarma me despertara.

Y asi fue, la estúpida alarma sonó, interrumpiendo mi sagrado sueño. Pasé mis manos por mis ojos para despavilarme un poco y una vez que estuve lo suficientemente despierto como para mantenerme de pie, comencé mi rutina de todos los dias.

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-Yoongi, ¿qué comeremos este fin de semana? -pregunté acomodandome en el asiento del copiloto. Hacía pocos minutos me había pasado a buscar, ahora nos dirigiamos a la escuela.

-¿Qué te gustaria comer? -preguntó con la vista al frente.

-A ti -pensé-. Uhm, me gustaría que cocines algo rico para mi -me miró y sonrió de lado.

-¿Ah si? ¿Quieres que te haga algo rico? -definitivamente su pregunta tenia doble sentido y me ruboricé un poco cuando acaricio mi muslo.

-Siempre quiero que lo haga, Hyung -desvié mi mirada, realmente esa conversación me avergonzaba y a la vez me interesaba.

Luego de varios minutos, llegamos a la escuela y como despedida, le di un beso en sus nudillos acompañado de una sonrisa algo tierna e inocente.

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El timbre que marcaba el receso sonó por todos los pasillos y salones del establecimiento y antes de que Taehyung se levantara de su asiento, salí corriendo hacia el aula de Jungkook.

-¿Jimin? ¿Y Tae? -preguntó cuando me vio llegar corriendo y lo tomé del brazo para llevarlo conmigo-. ¿Qué haces? -se resistió un poco.

-Necesito hablar contigo de algo -seguí tironeando y él accedía con algo de desconfianza. Lo miré suplicante-, por favor, necesito que me ayudes.

Bufó.
-Esta bien, pero luego me compraras algo -el mocoso no era muy fácil de convencer pero lo había logrado de todas formas.

-Si, como sea -noté que Taehyung caminaba hacia el aula de Kook-. ¡Vamos, corre!

Y lo hicimos, yo tiraba del brazo de Jungkook que corría unos centímetros detrás mio. Entramos a la biblioteca, sudando un poco y jadeando, pero llegamos sin que Tae nos viera.
Lo llevé a los últimos estantes de aquel lugar, en una esquina solitaria, donde habían libros que probablemente nadie tocaría.

-¿De qué querías hablar? -preguntó mientras ambos nos agachabamos para que nuestra presencia no sea tan notoria.

Una vez en el suelo, contesté a su pregunta.
-Es sobre...sexo -desvié mi mirada avergonzado.