Capítulo veintinueve

2.1K 207 35
                                    

YOONGI POV

Estuvimos un largo rato en mi cama, desayunando y hablando un poco.
Jimin quiso bañarse una vez que terminamos y aunque le insistí mas de una vez el bañarme con él, se negó casi desesperado. No entendí muy bien la razón ya que me la dijo mientras se metía apurado al baño.
Le indiqué en donde estaba la pomada y como debía ponersela.

Mientras él tomaba aquella ducha, yo decidí tomar todas las cosas e ir a la cocina para limpiarlas.
Tenia mis manos llenas de espuma cuando escuché mi teléfono sonar. Lavé y sequé rápidamente mis manos para después ir corriendo hacia el pequeño aparato y atender; era el padre de Jimin.

-Buen día, Min -se escuchó del otro lado.

-Buen día.

-¿Sabes donde está Jimin?

-¿Es broma? -pregunté frunciendo el ceño- Esta aquí, en mi casa, porque tu dejaste que se quedara a dormir.

-Oh mierda, lo había olvidado.

-Ha pasado toda una noche, ¿y recién ahora te preocupas por tu hijo? -pude escuchar una voz femenina llamándolo.

-Estuve ocupado, ¿sí?

-Ya veo, demasiado trabajo, ¿no? -reí sarcasticamente.

-Tal vez...ugh~ ahora no, lindura -aparte mi teléfono, no quería escuchar los gemidos de mi estúpido amigo-. ¿Yoongi? ¿Estas ahí? -logré escuchar su voz llamandome.

-Sí, aquí estoy -respondí sin acercar mucho el teléfono.

-¿Sabes quién quiere verte? -preguntó con una voz algo atrevida.

-No, dime.

-Yoo Jeongyeon -mi sangre se congeló al oir aquel nombre -. Dijo que le gustaría verte de nuevo. Tal vez en una de estas semanas la invite junto a Soo Jin.

-No quiero verla, sabes que lo nuestro terminó hace tiempo -respondí al instante.

-Anda, hasta se ha puesto más linda por tí -pude oír su estúpida risa.

-No, no y no -me asomé por la puerta para observar que Jimin no entre escuché mi conversación-. Es una chica tonta, no me interesa. Ademas es muy joven -mis palabras eran el colmo. Jimin era 6 años menor que ella aunque obviamente lo prefería a él.

-Bueno pero de todas formas vendrás a cenar cuando vengan -contestó luego de unos segundos-, demuestrale que eres un hombre nuevo.

-¡Ah! ¡Holly! ¡Mis pies no! -escuché a Jimin gritar y reir desde la sala.

-Esta bien, ire. Ahora debo comenzar a cocinar asi que ¡Adios! -y colgué antes de que pudiera contestarme. Fui a la sala y me encontré a un Jimin arrodillado, acariciando desesperadamente la barriga de mi Holly-. ¿Te estaba mordiendo?

-Si, pero ahora soy yo quien no lo deja caminar -rió de una manera tan tierna mientras seguía impidiendo que mi perro se levantara.

-¿Pudiste colocarte la pomada? -me coloqué de cuclillas frente a él.

-Si -me miró y sonrió sin mostrar mis dientes-. ¡Ah~! -Holly lo había mordido; fue más un apretón que un mordisco, pero estamos hablando de Jimin.

-¿Estás bien? -colocó su mano en su pecho e hizo un puchero adorable.

-Me asustó.

-Oh, ven aquí -me levanté y tiré de su brazo-. ¿Quieres ir a lavarte? Tienes algo de saliva ahí -el asintió y juntos fuimos a la cocina.

N U E S T R O  S E C R E T O // y o o n m i nDonde viven las historias. Descúbrelo ahora