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Después de lo ocurrido con Park en el instituto cambié mi opinión sobre él, estaba muy equivocada sobre como en realidad era, creo que hasta me cayó bien, pero no estoy muy segura. Bueno de lo que sí que estoy segura es de dos cosas, primero, que mañana cuando llegue a clase voy a matar a Yangmi, y segundo, que cuando el profesor nos vea nos va a volver a castigar por habernos escapado de clase y también por haber roto el cristal de la puerta. Y otra cosa que también puedo asegurar es que la bronca que me va a caer cuando llegue a casa va a ser casi inevitable.

—¿Por qué demonios me sale todo mal? —maldije por lo bajo mientras que caminaba en dirección a mi casa

Ya es la quinta vez que me castigan esta semana y creo que mi madre y Taeyong no se lo van ha tomar para nada bien. Siempre que se enteran de que me han castigado, me prohíben ver la tele y tomar helado. Que hijos de sus mamas, con lo que amo yo tomar helado.

Ahora tengo que buscar una excusa sobre como demonios me hice cortes en las piernas, porque creo que no sería una muy buena idea entrar en casa y decir: Hola mamá, ¿sabes qué? Hoy me castigaron junto con mis tres mejores amigas, Chen Le y el chico más popular del instituto, Chen Le y mis amigas nos dejaron encerrados a el chico y a mí y tuvimos que romper la ventana para escapar. No, para nada era una buena idea.

Después de estar pensando en la excusa perfecta por más de diez minutos, me vino a la mente una historia simple pero que serviría. Así que caminé unos cinco minutos más hasta que llegué a mi casa, miré en mi bolso para poder coger mis llaves y... genial, las había perdido; el día no podía ir peor.

Eché mi cabeza hacia atrás mientras que suspiraba y sin decir o hacer algo más llamé al timbre. Pasaron unos pocos segundos hasta que Taeyong llegó a abrirme la puerta, al verme sonrió y se apoyó en el marco de la puerta. Pero yo sabía que esa sonrisa no era porque estaba feliz de ver a su hermana pequeña.

—¿Dónde estabas hermanita? —preguntó con una sonrisa cínica

—Pues en el instituto —contesté mientras que apartaba su cuerpo de la puerta para poder entrar

Pero entonces su expresión cambió drásticamente —. ¿Y por qué tienes heridas en las piernas? —preguntó preocupado nada más pudo ver las vendas que tenía en mi pierna —. ¡¿Te han pegado, o te han intentado violar?!

—¿Qué? —dije atónita —. ¡No!

Era hora de sacar mi excusa perfecta.

—Iba con Yangmi, Suni y Hyeong hacia casa, y de repente mientras caminábamos tranquilamente, llegó un chico con su perro tirando de la correa con tanta fuerza que sin querer, me tiró a unas zarzas que había al lado de la acera por la que caminábamos, y pues me arañé

Sé que es algo simple, pero bien servirá para engañar a mi hermano.

—Ya veo... ¿Y quién te curó? —preguntó cruzándose de brazos

Mierda, no se lo está tragando, tendré que improvisar.

—Em... me curó el chico, para disculparse —inventé rápidamente

—¿Y cómo se llama? Supongo que te dijo su nombre

Joder como insiste.

—Se llama... em... Park Jisung —contesté, y al momento me arrepentí de mi contestación

—Park Jisung... —susurró pensativo —. ¿De qué me suena ese nombre...?

Cuando pude apreciar que a mi hermano le había dado una especie de embolia o algo, ya que se quedó con cara de pensativo por más de tres minutos, me escabullí hasta mi habitación para luego encerrarme en ella.

Second Chance ➳ Park JisungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora