Donde esta ?

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Narra Amelía.

Al abrir los ojos después de varios párpados vi a Sebastian observándome Sonreí y el también.

Amelía• ¿Porqué me observas mientras duermo?

Sebastian• Porque me gusta, es agradable

Amelía• Deberías dejar que el sol me despertara

Sebastian• Disculpe princesa, pero es hora de despertar — me paré de la cama y abrí las cortinas de los cristales de la habitación.

Amelía• Tampoco te pedí que iluminaras toda la habitación

Sebastian• A ver si el sol te hace dejar la cama — me dirigí hacia el baño.

Amelía• Lo siento príncipe pero la princesa tiene sueño — dije para dormir

Sebastian• Duerma bella durmiente — Me metí al baño a darme una ducha

Amelía• Caíste príncipe adorable — me paré de la cama y fui a la  cocina, preparé dos tasas de té bueno no se si era buena idea prepararle te a un hombre y menos a Sebastian.

En el hospital

Kenia• Edwin vete a casa y vuelve después

Edwin• Está bien, tengo que ver a mi madre

Kenia• Vuelve pronto please, necesitamos hospedaremos

Edwin• No se preocupe en mi casa hay suficiente espacio

Kenia• Eso no lo dudo, pero necesito la opinión de karol

Edwin• No se lleve de karol, solo haga lo que sea mejor para ella y en mi casa estará acompañada y no se sentirá sola para que no le afecte al bebé, karol solo quiere alejarse del dolor, del amor, y mas ahora que Amelía no está yo sólo quiero protegerla y a nuestro bebé y además no creo que usted Permanecerá con ella todo el tiempo

Kenia• Tienes razón, anda ve

Edwin• Cuida la mucho — me marche. 

Kenia• Hay Dios, hay hija no cometas los mismos errores que yo — acaricié su pelo.

Narra Edwin.

Al llegar a casa ví a mi madre sentada en el sofá junto con jack, jack la abrazaba mientras ella lloraba.

Jack• No se preocupe ella debe estar en un lugar

Edwin• ¿Qué pasa mamá?

Amanda• Se fue, se fue edwin, como pudiste, ¿como?

Edwin• Yo no estaba

Amanda• ¿Cómo pudiste dejar que se fuera?

Edwin• Yo no

Amanda• No la cuidaste, eres un bueno para nada

Edwin• No sabes lo que dices, mejor tranquilizate

Amanda• Lo siento hijo perdonadme, es solo que tu y Amelía son todo para mi, mi única familia y no soportaría perderlos

Edwin• No te preocupes ella esta bien — la abracé.

Amanda• ¿Cómo puedes decir eso?, ni siquiera sabemos donde esta

Edwin• Lo sé, pero está bien por eso no te preocupes

Narra Amelía.

Había terminado de preparar el té, me senté en la pequeña mesa de la cocina y ahí empecé a tomar mi té dejé una tasa de té al frente de mi para Sebastian de repente apareció con una camisa blanca y un pantalón sobre las rodillas no podía negar que era peludo en las piernas.

Me enamoré de mi profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora