Lumus ¡! Kpop Hogwarts AU!

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era el quinto año en hogwarts para lee hwitaek, y aún en el tren estaba durmiendo sobre las piernas de su mejor amigo, jo jinho -de sexto año-. ambos chicos no muy altos, probablemente los más enanos de sus curso, pero eso lo compensaban con su gran habilidad en la magia, aunque no muy superior a la de sus compañeros de casa, como kim woojin y christopher bang, los cuales estaban sentados justo en frente de ellos, con sus túnicas de ravenclaw ya puestas. mientras ellos estaban tranquilos en un silencio bastante cómodo, los del compartimento de al lado no paraban con su escándalo, molestando mucho a jinho.

unos cuantos gryffindor y dos slytherin revolviendo, gritando y haciendo tonterías como solo ellos sabían hacerlas, claro, menos jimin. el chico estaba escondido tras su bufanda de gryffindor siendo tan lindo y tímido como solo él podía serlo, se reía de las estupideces que hacían su mejor amigo, taehyung -un gryffindor- y jisung -un slytherin-, pero siempre ocultando su boca con su pequeña mano; ¡pero no os dejéis engañar! ese chico dulce y tierno puede llegar a ser una bomba, y no en el mal sentido, justo en este momento se comportaba de forma tímida por estar entre desconocidos, como el pequeño jeongin o jungkook, un slytherin tan solo un año menor que él.

la puerta del compartimento fue abierta por un despistado hufflepuff de tercer año.

lee minho.

—oh...—miró a todos los que se encontraban dentro del compartimento, y se quedó con la boca abierta unos largos segundos para luego cerrarla e irse.

algunos escucharon un leve "lo siento" sin embargo ninguno estuvo seguro de si minho lo había dicho realmente. todos se miraron entre ellos y luego soltaron pequeñas risas tontas.

lee siguió su camino hasta unos tres compartimentos más allá, dentro solo habían dos chicos, yanan, su compañero de cuarto, y changgu. esos dos siempre estaban juntos, incluso cuando discutían no se apartaban del lado del otro, a minho le parecía adorable pero a veces se sentía un mal tercio.

Pero nada mas sentarse el tren frenó, y empezaron ha anunciar que ya habían llegado.