♡ amigos del alma » jeonglix.

inseparables.

al día siguiente, en el patio, los niños también jugaron a las bodas. así son los juegos en los patios, a alguien se le ocurre de pronto el juego más tonto del mundo y sin saber por qué, los niños juegan a él hasta que un buen día deciden dejarlo.

jeongin sabía que el juego de las bodas era bastante tonto, y lo peor es que se le había ocurrido a él, sólo para poder casarse con felix. ¡en qué hora habría tenido semejante ocurrencia!, porque ahora se encontraba sentado en el suelo haciendo dibujos absurdos con un palo en la tierra y mirando de reojo y con rencor a los otros niños que se preparaban para la ceremonia. hoy volvía a ser kim woojin el cura porque minho no había tenido ningún éxito. los invitados; los de siempre, jisung, seungmin, changbin y otros cinco más que se habían apuntado de pronto. el novio de siempre, felix, porque se había pedido ser el novio por un mes, y el próximo marido, hwang hyunjin.

lo que más le dolía a jeongin, es que el prometido de felix fuera hwang hyunjin, porque hwang hyunjin era de ese tipo de niños que le gustan a todas las madres del mundo. incluso la suya le decía a veces:

━¿y por qué no invitas una tarde a hwang hyunjin, que es un niño tan simpático?

a hwang hyunjin lo quería todo el mundo. lo querían las madres, lo quería la señorita nayeon, lo quería felix, y lo que era peor, incluso lo quería él. aunque le diera cien patadas, quería a hwang hyunjin, porque era bueno; prestaba los lápices siempre, y las bromas que hacía tenían siempre bastante gracia. tienen que ponerse en el lugar de jeongin: hwang hyunjin, el estupendo, se iba a casar con felix. era terrible.

jeongin siguió sentado en el suelo haciendo como que dibujaba en la tierra pero atento a la ceremonia.

hyunjin dijo que sí, el novio dijo que también, se dieron el beso de rigor, y entonces los invitados echaron la tierra sobre las espaldas de los novios. fue en ese momento cuando jeongin se levantó y sin saber por qué, sin poder controlarse, le tiró la tierra a hwang hyunjin en la cara.

pobre hwang hyunjin, se quedó sin saber qué hacer, menos mal que llevaba lentes y no se le metió la tierra en los ojitos.

los invitados miraron a jeongin alucinados, y fue felix, su gran amigo, su gran amor, el que tomó cartas en el asunto, y, abriéndose paso entre los invitados, fue hasta jeongin y le pegó un empujón tan grande que lo tiró para atrás. jeongin se levantó y lo agarró del pelo, y así, enganchados el uno al otro, con la furia que de pronto tienen los niños de seis años, empezaron a insultarse con esa rabia inaudita que a veces tenemos con las personas que más queremos, con nuestros mejores amigos.

los otros niños avisaron a la señorita nayeon, y ella llegó, los separó, y los tuvo separados hasta que las clases acabaron.

ahora era felix el que se había quedado muy serio. hacía mucho tiempo que su madre no lo veía tan serio.

━¿te ha pasado algo en el colegio? ━le preguntaba.

━nada, me he pegado un poco con jeongin, pero nada más.

aunque su madre, adivina como casi todas las madres, sabía que había algo que al niño felix le había partido el corazón.

no quiso preguntarle demasiado por no atosigarlo y cuando llegaron a casa, vio cómo el niño se metía en el cuarto de baño y se quedaba dentro durante más de media hora. ¿qué hacía felix en el baño tanto tiempo?

había colocado un piso delante del espejo y se había subido para verse bien. pero eso no le bastaba, quería verse la cara cerca, muy cerca, y se metió ahora dentro del lavatorio. es muy raro pelearse tanto con un amigo, pero no con un amigo cualquiera, con el mejor. pero más raro todavía es que tu mejor amigo te recuerde algo que a ti no te gusta recordar, algo que te pone triste, una de esas cosas en las que uno no piensa y parece que están muy lejos y que de pronto, cuando alguien te las recuerda, te vuelven a doler como si acabaran de suceder.