30 Días OTP || BakuTodo.

5.Masturbación al pasivo.

Amor, eso que no muchos podían alcanzar. Eso que provoca sentimientos extraños en tu interior, incluso no puedes expresarlo como te gustaría a veces. Pero este no era el caso de esta pareja tan divertida que expresaba el amor..A su manera.

—¿Quieres jugar a algo? ¿Algun juego de mesa?— Estos tenían la noche libre, podían hacer algo en pareja esta vez.

—Me parece que quieres que te pateé el trasero al igual que en nuestra pelea de hoy, eres alguien decente, ¡Dalo todo bastardo!— Era muy competitivo, demasiado diría yo, o tal vez no solo yo. Cualquiera podía definirlo de esa manera, pero no podían culparlo, era imevitable.

Sentía una euforía increible al ganar algo, lo que sea, no importaba, el solo hecho de ganar le encantaba, le llenaba las venas de adrenalina.

Así como me fascinaba ganar, odiaba perder desde su alma y más allá. Perder no era algo que sucediera en su cabeza, siempre que ocurría enloquecía de una sobremanera absurda. Pero así se le quería.

—Está bien, veamos como me das una lección..— Decía no muy convencido, a el rubio podía gustarle ganar y sin duda se destacaba en eso, sin embargo a Todoroki le importaba poco, lo que a el le gustaba era pensar un poco. Los juegos de mesa eran ideales para el.

¿Quién pateara el trasero de quien esa noche? Cualquiera podría hacerlo.

Probarían varios juegos. Cada uno fue más dificil que el anterior.

El rubio solo pudo ganar uno de ellos, el golpe que se dio Todoroki en la rodilla lo recordaría por ser causado por su novio quien "accidentalmente" lo empujó mientras jugaban twister.
Nadie le dijo que no estaba permitido, esa era su defensa y excusa.

Después de todas las actividades que tuvieron, no supieron cuando, ni como, pero por alguna razón terminaron enganchados en ese mental juego de cartas, no llevaban la cuenta de las revanchas que el rubio hacía realizarse,  no podían esperar nada más.

No jugaban siquiera la baraja francesa, española o naipes, solo eran unas cuantas partidas de UNO roboto, juego que Deku le había regalado a Todoroki en algún cumpleaños pasado.

Bakugou estaba harto.

—¡Eh! ¡Bastardo! ¡Tramposo!— Se quejaba un rubio lanzando su baraja de cartas a la mesa. Sin duda, saber perder no era algo que entraba en sus estandares de actitud.

—No soy tramposo, Katsuki, tenía una carta más cuatro, es legal en todos los sentidos, gané— Se sentía orgulloso al ganar por segunda, cuarta, sexta, o tal vez hasta decima vez en esa noche. Era bueno en ese juego y no lo desaprovecharía.

—¡Es el peor juego! ¡Puto robot de mierda! ¿¡De qué lado estas!?— Tomó el pequeño robotito de el suelo y lo comenzó a sacudir. Las baterías salieron de sus huecos por la brusquedad aplicada, la tapadera que las cubría se había perdido hace meses, ahora solo las protegía una simple cinta la cual también se había caído— ¡Te odio malidto robot!— Lo abentó encima de la cama mientras se cruzaba de brazos haciendo un tierno puchero, como siempre.

—Tranquilo, después te enseñaré a jugar a UNO— Le decía comprensivo. Le gustaba ver sus destrosos habituales, es decir, se ve hermoso haciendolos. A su perspectiva.

—¡Y una mierda pincha en un palo! ¡Odio el jodido UNO! "Dispiis ti insiñiri i jigir ini"— Lo miro, saco su lengua escupiendo mil gotas de saliva y después se tendio en el suelo— ¡Auch!— Se quejó sacando una pila de su espalda, la lanzó bajo la cama y exendió los brazos.

—¿Te cansaste?—

—¿Cansarme de que? Podría seguirte dejando ganar durante toda la noche, es muy facil hacer eso para no romper tus ilusiones de ser el mejor, ¿Soy o no soy yo el mejor?— Estaba realmente comvencido de que no había cosa en la que pudiera fallar, le costaba aceptarlo y mucho, no parare de decirlo porque, vamos, es la verdad.