Una maldición jamás imaginada acechaba al reino. El rey se encuentra desesperado buscando la forma de detener la maldición que los amenazaba. La única forma era encontrar al heredero verdadero del trono real. Lucy era huérfana desde niña, y su único...
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"Verdades al descubierto"
Natsu suspiró observando a sus amigos, allí estaban todos conversando animadamente en el salón contiguo a su dormitorio. El peli rosa desvió mirando por la ventana, el día estaba hermosamente despejado y brillante, que daban ganas de caminar por el jardín observando el florecer de los árboles en esa temporada.
—Parece que su alteza no quiere comentar nada —escuchó decir a Gray con un tono pícaro. Se giró comprobando que todos tenían puestos sus ojos sobre él, frunció el ceño confundido—. La noche de bodas —explicó el pelinegro haciendo sonreír a todos que esperaban su relato de la pasada noche.
—No sucedió nada —dijo simplemente tomando su vaso para beber. La habitación quedó en silencio.
—Por favor —dijo Loke acomodándose en su lugar—. ¿Esperas que creamos algo así luego de ver, pues, a tu esposa? —preguntó haciendo gestos con sus manos, en referencia directa al cuerpo curvilíneo de la rubia. Natsu lo miró con molestia.
—Tranquilo, no le asesines —dijo Gajeel haciendo reír a Gray—. Pero Loke tiene un buen punto —añadió siendo secundado por el resto. Natsu resopló.
—Ya les dije que nada sucedió —dijo cansándose del tema, pensar en Lucy desde hace unas horas le tenía absolutamente agotado. Estaba bien, era joven y viril, y deseaba poder sentir a una mujer en una forma más... intima. Si bien tenía tiempo junto a Lisanna, su relación nunca había pasado a temas más candentes y siempre se habían quedado en los besos. Pero esa mañana con Lucy... Jamás una mujer le había rozado siquiera de esa forma, y de solo pensarlo se ponía caliente.
—Ya —escuchó decir a Gray nuevamente—. De seguro esa cara de pervertido que tienes no tiene nada que ver con lo sucedido anoche —comentó desatando las carcajadas. Incluso Jellal que estaba allí con ellos no dejaba de reír.
—Déjalo —dijo una vez todos se hubieron tranquilizados—. Tu no entenderías de eso —agregó mirando a Gray quien enrojeció. Porque en cierto modo y a pesar de su porte galante, Gray era como él, nulo conocedor de las caricias íntimas femeninas. Loke rió nuevamente.
—Todos ustedes son unos niños —dijo el castaño jactándose en cierto modo de tener un poco más de experiencia en aquel tema.
—Pues bien señor experimentado —se burló Gajeel—. Enséñenos —dijo sacando nuevamente las carcajadas en sus amigos. Natsu suspiró tranquilo, al menos el tema de su noche con Lucy había quedado en el olvido, porque ahora el nuevo objetivo era Loke, quien solía quedar siempre en ridículo gracias a Gajeel.
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Ambas mujeres se observaron por sobre la mesa. Erza había llegado allí luego de una hora y en esos momentos se encontraban en el jardín compartiendo una taza de té junto a unos pasteles mientras conversaban sobre la primera noche de Lucy junto a su esposo, como si fueran las mejores amigas. Pero eso era lo que las doncellas pensaban al mirarlas, porque la verdad era que su conversación iba más allá de la noche de bodas.
