ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴄᴜᴀᴛʀᴏ

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Omnisciente ;

Yuto no podía apartar la mirada del reloj, esperaba con ansias que este marcara las 12:40 para así poder lanzarse de su asiento en dirección a el salón de música, donde tomaría la clase de canto con Kino.
Y en verdad esperaba que este hubiera mejorado su humor, ya que cuando estaba enojado no había magia que lo hiciera cantar. Una de las cosas que caracterizaban a Hyunggu era que estando enojado se rehusaba a cualquier cosa que le pidieran, incluso si era obligatorio. Y Yuto en verdad no sabría que hacer si por alguna razón Kino no quería cantar, su hermosa voz era lo único que podía hacerlo feliz en un día de mierda como ese.

Había peleado con Wooseok y a pesar de parecer que se habían reconciliado, el más alto no le había dirigido la palabra en toda la mañana, la maestra le había llamado la atención por estar perdido mirando el reloj colgado en la pared; y lo único que necesitaba era escuchar a Kino cantar.
No se dió cuenta cuando el timbre sonó indicándoles a los alumnos que podian salir de sus clases para dirigirse a las siguientes, hasta que su amigo sacudió su hombro sacándolo de sus ensoñaciones, el moreno solo le sonrió y Wooseok lo miró confundido, sin embargo lo dejó pasar y se levantó caminando a la salida.

Caminando no se percató cuando Wooseok lo abandonó para entrar al laboratorio, sino que ocurrió hasta que pudo visualizar a lo lejos a JinHo y Hongseok recargados en un árbol sonriéndose como idiotas. Un sentimiento amargo lo invadió y volteó a ver el lugar en el que antes estaba su amigo, notando la ausencia de este y aliviándose de que no lo hubiera presenciado, de no ser así hubiera tenido que lidiar con un Wooseok borracho y triste toda la semana.

Al estar cerca del salón pudo percatar el sonido de una linda canción siendo tocada en piano. Siguió cautelosamente hasta llegar a la puerta cerrada, se apoyó en esta intentando que cualquiera que estuviera dentro no notara su presencia, porque de verdad le estaba gustando aquella suave melodía.
Su corazón comenzó a acelerarse al escuchar la perfecta voz de Hyunggu.

But i can't help falling in love with you...

Aquella hermosa canción salia suavemente de los bonitos labios de Kino. Yuto no pudo evitarlo y abrió la puerta de golpe, creyendo que daría un susto a el menor, en cambio este siguió tranquilamente tocando por unos segundos más hasta que se detuvo a punto de comenzar la siguiente parte de la canción.

-¿Ya te había dicho lo mucho que me gusta escucharte cantar?-. Preguntó mientras se acercaba hasta donde estaba el, notando la ausencia de los demás compañeros que se suponía deberían estar haciendo desastre.

-Si, me lo dices cada que inicia esta clase-.Dijo mientras sonreía tierno en su dirección.- Por cierto, ShinWon y los demás chicos decidieron salir de la escuela porque se enteraron que la maestra no vendría.-

-Menos mal. He tenido el peor día de lo que va el año hoy, no estoy de humor como para escuchar la voz horrible de esa señora-.Escupió con casi odio, mirando las manos de Hyunggu, deleitándose con ellas silenciosamente. Fue subiendo hasta toparse con un bonito puchero de parte del menor.

-¿Por qué tienes esa cara?-.Preguntó con un tono burlón y una sonrisa juguetona, misma que desapareció al instante cuando vio lo que reflejaban los ojos de Hyunggu.

-No me gusta que estés enojado, siempre que te enojas hablas mal de cualquier cosa que ves y frunces mucho el ceño. A veces me das miedo-.Dijo sorprendiendo al mayor, ¿en verdad era  como lo estaba diciendo?. Quiso disculparse pero nuevamente lo interrumpió.

-Pero yo se como hacer que ya no estés enojado, solo tienes que ayudarme, no soy tan hábil cuándo toco el piano-. Confesó con una tímida sonrisa, mientras ponía sus manos femeninas en posición. Al primer acorde Yuto reconoció de inmediato la canción que quería tocar. Y después también colocó sus manos empezando con la melodía.

irreparable ; yuki / pentagon.-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora