Fiesta Blanca para Dos

I. Loveless

*El título de este capítulo hace alusión a la relación de Terry y Susana tal como la conocimos.
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•POV Candy•

Anthony...

Pocas veces pienso en cómo habría sido mi vida si hubiera vivido.

Creo que porque de haber vivido, habría sido un escándalo familiar que eligiera casarse conmigo, aunque creo, que aún pequeños como éramos, todos sabían que habría perfectamente pasado sin esperar a que pasara el tiempo.

Y si pienso en eso, más me hubiera valido no pensarlo habiendo vivido. A mí tampoco me agrada la idea de pensar en cuan difícil hubiera sido.

No me alegro de que muriera, por supuesto. La muerte de Anthony fue un golpe que aún hoy no puedo digerir. Por supuesto soy menos impulsiva y dulce que entonces, pero sin duda Anthony fue importante para mí y no es una opción para mí olvidarlo.

Patricia es la trabajadora social en el hospital donde soy Jefe de Enfermeras. No se ha casado y no creo que lo haga. ¿Cómo es que volví a dejar el Hogar de Pony? Soy un alma libre. Es así de sencillo.

La señorita Pony murió dos años después de que yo volviera y la hermana María se quedó completamente a cargo del Hogar. Al irme yo y por órdenes de Albert, la tía abuela Elroy hizo el traspaso de los bienes que me correspondían como hija adoptiva abriendo una especie de fideicomiso. Viajé, contribuí a la caridad, me alejé de Estados Unidos, sobre todo de Indiana y claro, de Nueva York. Broadway está allí. Y por ende, Terry Grandchester.

Han pasado casi veinte años desde que Terry se casara con Susana Marlowe.

¿Por qué lo dejé a merced de alguien que no pensaba en su felicidad sino en la propia?

"No me quites a Terry", dijo aquel día.

Me reprocho día con día el no haberle dicho que no puedes quitarle a alguien algo que no le pertenece.

Yo no me robé a nadie, no me trataba de llevar a la fuerza el amor de Terry, porque el amor de Terry era mío. Creo que entonces yo continuaba siendo ingenua y era incapaz de verlo. Fue fácil renunciar porque, después de todo, siempre tuve que renunciar a todo.

Annie, ser una dama, Anthony al morir, tener una familia, ser quien deseaba ser y... Terry.

Ahora entiendo que por alegre que pueda ser, por contenta, agradecida y satisfecha que pueda estar, siempre existirá ese hueco, ese lugar que Terry ocupa en mí, que es mayor al que ocupan el resto de mis pensamientos.

Terry tocando la armónica... Terry golpeando a Neil Leagan por molestarme... Terry ebrio equivocando mi habitación con la suya... Terry actuando... Terry dolido por el rechazo de su padre y las eternas dudas de su madre...

Terry... Siempre Terry.
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• POV Terry •

Candy.

En diecisiete años, seis meses y doce días, he pagado cada uno de mis pecados.

Con seguridad, el más grande fue casarme con Susana.

Dios me perdone, Candy, por fin se ha muerto.

Por fin reposa, seguramente en el cielo, con tu bien amado Anthony.

Alguna vez recuerdo haber pensado que a un inocente se le puede hacer feliz con muy poco, y realmente yo no tuve que dar nada de mí a Susana, porque siempre le bastó que estuviese pendiente de sus terapias, de sus medicamentos, de estar en mis noches libres a su lado, leyendo para ella.

Susana no pidió más, porque sabía que no había nada qué pedir.

Juro por Dios que, de haberme pedido algo, me habría divorciado de ella y habría salido a buscarte sin importar la reputación de mi madre como actriz, el noble título de mi padre ni ninguna otra convención social.

He vivido el infierno, Candy, porque desde el lejano día que realmente pudimos compartir un momento, tú dentro y yo fuera del granero del Real Colegio San Pablo, gracias a ésa malhabida Elisa Leagan, no he podido cruzar una palabra contigo de nuevo.

Me pregunto si aún estás viva.

Tal vez estás casada, con una cara de jovencita pequeña y pecosa, con ligeras arrugas alrededor de tus ojos verdes.

Grandes y hermosos ojos verdes que no me miran.

¿Qué habrá sido de ti?

Tal vez sólo estás en el mundo.

¿Cómo puedo encontrarte? ¿Cómo puedo saber si continúas con vida?

Quizá en el Hogar de Pony, alguno de los nuevos niños o la misma señorita Pony puedan decirme algo sobre ti.

Candy... Si supieras cuánto he tenido que esperar para verte otra vez.

Pero ni siquiera me he detenido por eso. No dudo que Susana lo supiera y al fin después de toda la agonía que sufrió después de aquel accidente en los ensayos, terminara muriendo para librarme de ella porque sabía que yo sería incapaz de traicionar mi palabra.

Fueron unos diecisiete años muy largos.

Ni siquiera sé por dónde empezar si te encuentro y estás frente a mí.

Tengo que ir a Indiana.

Tengo que encontrarte.

...

Gracias por leer 💕🌸