Cien años [NamJin]

Capítulo 01

La maldición

N a m J o o n

Año 1919, Corea del sur.
Seúl.

Era Diciembre, la primera nevada del mes caía y pintaba todo el suelo de blanco, como un lienzo antes de ser una pintura.
El frío invierno comenzaba. Aún así sentía mi corazón cálido y era debido a la persona que estaba frente a mi, la risa nada discreta hacía que las mejillas me dolieran por tenerlas arriba en todo momento y mis manos a pesar de estar a -3° grados estaban cálidamente entrelazadas de la mano de él.

SeokJin y yo mirábamos el fuego cálido de la chimenea mientras el estaba recostado en mi hombro. SeokJin era una persona humilde, trabaja de panadero y ayuda a su madre en casa cada que puede, es un tipo bien parecido, alto y encantador, era imposible no enamorarme de él y de su hermosa personalidad, cariñosa, curiosa y atrevida. Él a pesar de ser un hombre era el amor de mi vida y yo era el suyo.

En ese mismo momento escuchamos fuertes golpes de la puerta de la casa de Jin, él asustado fue a ver de qué se trataba y lo seguí.
Ví a YiMon  abrir los ojos como nunca y entrar furiosa a la casa.

—¿De esto se trataba NamJoon?, ¿Estás con este repugnante tipo?- escupió con odio de su boca mientras señalaba a SeokJin.

—¿Qué estás haciendo aquí?- dije serio

—Anulaste nuestro compromiso por estar con ésta basura, no puedo creerlo. Me dan asco los dos.-

—No voy a dejar que lo insultes de esa manera-

SeokJin estaba viendo la escena sin decir nada, no podía.

—No puedo dejar esto así, no dejaré que se rían de mí mientras viva. Ambos sufrirán-

Después de eso todo pasó muy rápido, ella corrió hasta Jin y clavo un puñal directo a su corazón y sentí que el mío se detenía por un minuto.

Corrí tan rápido hasta donde estaba él y lo sostuve en mi regazo.

—¡¿QUE HAS HECHO, YIMON?!, ¡SEOKJIN, MI AMOR, QUEDATE CONMIGO!- Mis ojos se llenaron de lágrimas y mis manos comenzaron a temblar

—Eso es lo que merecen los enfermeros como ustedes- dijo YiMon mientras reía como una loca.

—SeokJin, espera por favor. No te vayas- mi garganta se cerraba y mi voz perdía fuerza.

—Mi amor no llores, no te preocupes. Estoy bien- dijo lentamente y con voz lastimera.

—Si me dejas me iré contigo, por favor... Quédate- me era imposible parar las lágrimas pesadas que me salían.

—No digas eso. Siempre estaré aquí- a duras penas levantó su mano y tocó mi corazón. —Siempre, estaré aquí. Te amo, mi amor-

Solo cerro sus ojos y no pude aguantar más grite hasta quedar afónico, y lloré hasta que ya no salieran más lágrimas, mi corazón latía con frenesí y mi cuerpo se sentía débil.

—Éste fue su castigo por alejarte de mi, NamJoon y el tuyo será no morir y acompañarlo a él-

Ella comenzó a temblar y a decir palabras que no alcanzaba escuchar pero no me importó por qué tome el mismo puñal que había acabado con la vida de mi amado para hacer lo mismo con la mía, ahora ya nada importaba.

—Oh no querido. Eso no pasará, tu castigo por hacer tal atrocidad será no morir con la basura que está a tu lado. Tu castigo será no morir hasta que vuelvas a amar a alguien más como amaste a ese enfermo. Estás maldito NamJoon, ¿Lo entiendes?. Serás infeliz por toda la eternidad-

—Eres una mujer enferma, espero que te pudras en el infierno-

Ella volvió a reír y saco otro puñal de su vestido y dijo
—Yo iré al infierno, tú estarás aquí por siempre- volvió a reír y luego se cortó ella misma el cuello y cayó al suelo.

Todo era una terrible pesadilla, y yo acabaría con eso. Enterré con todas mis fuerzas el puñal en mi pecho, unos segundos después sangre salió por mi boca y sentía que por fin podría ir a donde mi SeokJin. Por fin estaría con él.

...

Escuché unas voces, apenas eran audibles y pronto una tenue luz entraba a mi ojos. Sentí el cuerpo pesado pero comencé a mirar donde estaba.

Ví a una enfermera correr para llamar a un doctor, y éste llegó en seguida a mi camilla.
Ví que revisaba mis signos vitales y me preguntaba cosas que no tenían mi atención.

Luego recordé "SeokJin" 

—¡¿Dónde está él?!, ¡¿Dónde?!- terminé gritando.

—Por  favor, cálmense o tendré que sedarlo. Su amigo el castaño falleció al igual que la mujer, usted tuvo suerte, llegó ileso, solo se desmayó. Lamento su perdida, puede irse cuando se sienta mejor-

"Yo debería estar muerto, debería estar muerto"  pasaba por lo cabeza en todo momento. Sentí cuando el puñal desgarro mi piel pero ahora no tengo nada.

Salí de la camilla y fui a buscar a SeokJin, el doctor que me atendió me llevo hasta él y al entrar solo ví un bulto con una sábana por encima.

Nunca sentí tanto miedo de algo hasta ahora, descubrí el cuerpo hasta el pecho y lo que ví hizo mi corazón pesar de nuevo.
SeokJin con toda su piel pálida, sus delicados labios morados y su cabellos con restos de sangre.

Volví a llorar como nunca y entendí que éste era un castigo peor que la muerte.

Lo enterré yo mismo. Enterré a mi amor, después de fumar mi pipa y aventar una flor blanca me fui al lago cerca del cementerio, el agua estaba helada por qué seguía siendo diciembre pero mi cuerpo no lo sintió en su totalidad, yo ya no sentía nada. Poco a poco me sumergí hasta ya no sentir nada a mis pies, con algo de suerte podría morir y dejar esta basura que tengo por vida. Pero no fue así, desperté a la orilla sin ningún daño, me odiaba. Por qué si no fuese tan egoísta como para querer vivir con SeokJin él aún seguiría aquí.

Con esos pensamientos intente morir de todas las maneras posibles, me tiré de un acantilado, bebí veneno, tomé un arma pero nada acaba con mi sufrimiento así que entendí que siempre sufriría y tendría que aprender a sobrellevarlo. Yo nunca podría morir.

...

Actualidad, Corea del sur.
Seúl.

Ya ha pasado un siglo y  sigue sintiéndose igual. O eso creía hasta que ví un paraguas verde con SeokJin debajo de él.
No sabía si era verdad o si no lo era pero aún si es mentira quiero vivirlo.

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Hi, ha pasado un tiempo y estoy aquí con una nueva historia, espero que le den amor por qué es la primera vez que escribo algo como esto.
Gracias por leer hermosuras 💜❤️