Quince

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Me desperté por el sonido de la alarma, me quede acostada unos cinco minutos y me levanté, pase al baño a asearme y cuándo salí me puse el uniforme del colegio. Cuándo bajé ví a mamá desayunando unas tostadas con café.

Marcela: buen día loli -dijo dandome un beso en el cachete-
Lola: buen día ma -dije sonriendole-
Marcela: que vas a desayunar?
Lola: me querés hacer un té? Me duele un poquito la panza..
Marcela: de que? Si ayer te dormiste sin comer otra vez -dijo y yo suspire, sabía que ahora se venia una mini cagada a pedos- tenes que comer, lola. Vivis a base de desayuno, y no es asi, te hace mal
Lola: perdón ma, cuelgo
Marcela: que habrás comido que te cayo mal? -dijo ignorando mi comentario y dejandome el té sobre la mesa-
Lola: gracias. No tengo ni idea, capaz el pedacito de torta que comí ayer a la tarde -mentí, sabía perfectamente que me dolia la panza por los nervios-
Marcela: ah, si, seguro fue eso, te caen pesadas a vos las tortas -dijo y asentí-
Lola: me voy yendo ma -dije parandome y dandole un beso en el cachete-
Marcela: que tengas un buen día hija, te amo
Lola: igualmente, yo a vos -dije y salí-.

Me cruze a la casa de los vainsteins, respiré profundo antes de tocar la puerta. Esperaba ver a Manuel, pero no, me atendió Ania.

Lola: hola ani, todo bien? -dije saludandola-
Ania: hola loli, si todo bien, vos?
Lola: bien bien. Tu hermano está arriba todavía?
Ania: no, manuel se fue hace diez minutos, quince por ahi
Lola: posta? Por que tan temprano? -dije y ella subió sus hombros- bueno no importa. Gracias ani, nos vemos
Ania: chaau.

Bueno, ya empezamos mal la mañana, que raro que no me haya avisado nada, vamos juntos a la escuela desde que nos conocemos y no me aviso, aunque seguro se colgo. Pero lo que más raro me parece es que haya ido tan temprano a la escuela. Saqué mis auriculares de la mochila y me puse a escuchar música, un poco de soda stereo nunca viene mal.
Llegué al colegio veinte minutos antes, asi que empecé a buscar a manuel por todo el patio, hasta que lo ví por entrar al kiosco y fui hasta ahi.

Lola: hola manu -dije saludandolo-
Manuel: buenass
Lola: gracias por haberme echo venir sola
Manuel: uh colgué en avisarte
Lola: no pasá nada. Podemos hablar? Necesito decirte algo importante
Manuel: no sabes boluda -dijo emocionado-
Lola: que?
Manuel: viste que yo vine más temprano? -dijo y asentí- bueno no sabés, estabamos aca pelotudiando con los chicos y viene oriana de la nada y me re come la boca, yo no entendía nada, y ella me hablo y me dijo si quería volver, que se dió cuenta que está enamorada de mi y cosas re lindas. Encima hablamos con el preceptor y la dejaron cambiarse a nuestro salón asi que me voy a empezar a sentar con ella, estoy re feliz te juro -dijo y yo quede atónita- perdón, vos me querías contar algo. Que paso?
Lola: nada, ya está. Me alegra que estés feliz -dije dándome la vuelta y yendome al baño-.

Cuándo entre me senté en el piso y me largue a llorar con toda, me sentía rota, destruida. Me siento destruida porque me imagine mil peliculas con él, todas con finales felices. Me siento destruida porque estoy segura de que lo va a hacer sufrir de nuevo, si ya lo hizo cornudo dos veces, por que esta vez no lo haría?. Me siento destruida porque ella no se lo merece, él la persona más buena que conozco, y ella solamente es una persona tóxica. Me siento destruida porque él sabe que yo no la banco y ella me odia, e igual está con ella. Me siento destruida porque sé que nunca me va a mirar como yo a él, siempre me va a ver como lola, su mejor amiga, su hermanita.
El timbre me sacó de mis pensamientos, miré la hora en mi celular, las 7:40. Me levanté del piso, fui a las canillas y me lavé la cara para después subir a mi salón. Mientras subía las escaleras trataba de pensar en positivo y pensar que capaz me hago la cabeza al pedo y que seguro no duran ni una semana, capaz hasta ni siquiera se sentaron juntos. Pero todos esos pensamientos desaparecieron cuándo entré al salón y la vi a ella apoyada en su hombro y el haciendole mimos en el pelo. Mis lagrimas no tardaron en aparecer, pero no, no le iba a dar el gusto a la wacha esa de que me vea mal. Limpié rápidamente el par de lagrimas que caían por mis mejillas y me fui a sentar al fondo, sola. Felipe me preguntó si quería que se siente conmigo, pero le dije que no, quería y necesitaba estar un poco sola.

(...)

Habian pasado dos horas desde que entré al salón. Manuel me vio sola y en ningun momento se me acercó a preguntarme si estaba bien o algo. Faltaban dos minutos para que toque el recreo, pero no aguantaba más. Trataba de ignorarlos pero no podia, se me iba la mirada a donde estaban ellos, abrazados, besandose. No podía seguir así, tocó el timbre y espere a que salgan todos para guardar mis cosas e ir a donde estaba Silvia que, gracias al cielo, es mi profesora favorita.

Lola: profe.. -dije y me miró-
Silvia: si lola, que pasa?
Lola: me siento muy descompuesta, en serio siento que hasta me esta bajando la presión
Silvia: ay lola sentate! Querés que llamemos a un médico?
Lola: no no, esta bién. Le quería pedir un favor
Silvia: decime
Lola: yo me podría retirar? Es que mi mamá esta trabajando y no la quiero preocupar y que la reten en el laburo por salir. No tengo a nadie que me retire
Silvia: no se lola, no te puedo dejar ir asi nomás, si te pasa algo yo me voy a sentir culpable y la escuela se tendría que hacer cargo
Lola: tranquila profe, yo vivo aca cerquita. Vió la plaza que está aca a unas cuadras? -dije y asintió- bueno vivo a unas manzanas de ahi. Son las nueve de la mañana profe, no me va a pasar nada.
Silvia: bueno, andá pero con muchisimo cuidado lola, por favor. Yo les digo que pasó tu mamá porque estabas descompuesta
Lola: muchas gracias profe, es la uno.  -dije y la abracé- bueno, nos vemos mañana, si es que me siento mejor
Silvia: dale, que te recuperes, chau lola -dijo saludandome y yo salí del salón-.

Apenás salí fuí directo a la plaza que le nombré a la profe, solamente que mentí en la parte de que estaba cerca de mi casa ya que tan cerca no estaba. No quería ir a casa, quería tomar aire y pensar. Me senté en un banco que habia ahi y saqué de mi mochila una caja de cigarrillos. Me puse uno en la boca y con mi encendedor lo prendí. No era de fumar mucho, va si, un poco. Pero ultimamente lo estoy haciendo más de lo normal. Una voz masculina me sacó de mis pensamientos
X: que haces acá sola a esta hora?          -escuche y me dí vuelta-
Lola: hola valen -dije y se sentó al lado mío-
Valentin: te rateaste? -dijo al ver que tenía el uniforme puesto-
Lola: no, va algo asi, le dije a la profe que me sentía mal y que no me podian retirar
Valentin: que te pasó?
Lola: nada importante -dije dándole una última calada al cigarrillo y tirándolo al piso-
Valentin: como que nada importante lola, vos que sos re traga te fuiste de la escuela, algo te tuvo que haber pasado -dijo y yo sonreí-
Lola: me pelée con Manuel. Va en realidad yo estoy enojada con él
Valentin: por?
Lola: volvió con la ex
Valentin: con oriana? -dijo y asentí rodando los ojos- pero si lo hizo re cornudo, y más de una vez
Lola: y para mí lo va a volver a hacer, pero bue. Lo que más me jode, es que cuándo está con ella, a mi no me pasa ni cabida
Valentin: fua, bueno vos dejalo, ya se va a dar cuenta. Esta en modo salame, él no es asi y vos mejor que nadie lo sabes
Lola: si ya se, pero igualmente me duele
Valentin: hay algo que no me estas contando? -dijo al ver que mis ojos estaban cristalizados- no llores lolix, ya va a pasar todo. Yo se que no puedo comparar mi amistad con la de el porque no llega ni ahi, pero siempre que necesites hablar o algo yo voy a estar siempre -dijo abrazandome-
Lola: gracias valen, sos un amigo de oro
Valentin: queres que te acompañe a tu casa?
Lola: si, justo te iba a pedir eso
Valentin: bueno dale, vamos -dijo parandose y pasando sus brazos por mis hombros-

(...)

Todo el camino estuvimos sin soltarnos, me hacia reir y hasta me hizo sentir un poco mejor.

Lola: bueno, gracias por todo valen. Te quiero muchisimo -dije cuando estabamos en la puerta de mi casa-
Valentin: de nada boba, ya sabes, cualquier cosa que necesites me pegas un llamadito y yo vengo al toque -dijo sonriendome-
Lola: gracias -dije poniendo la llave en la cerradura de la puerta-
Valentin: nos vemos -dijo dandome una ultima sonrisa y empezando a caminar, yo entré a mi casa-.

Cuando entré tire la mochila por ahi y subi a mi pieza a acostarme, me sentía confundida, obviamente seguía muy dolida por lo de Manuel, pero Valentin me hizo dar cuenta de que él no es el centro del mundo, hay mil personas más para conocer y estar y yo no le voy a rogar ni nada. Y me duele el muchisimo en serio estar asi con el, pero si él no me busca a mi, yo tampoco lo voy a buscar a él.

Sempiterno• Manuel Vainstein/ReplikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora