tres

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—de verdad no entiendo cómo es que puedes salir con ella, unnie—. comenzó la muchacha que estaba al lado de ella, la cual se iba acercando, lo había notado cuando los muslos de la chica chocaron con los de ella. lamió sus labios y prosiguió. —es muy... fea y... gorda y... ¿qué le vio?—.

Jimin es un tipo de persona tranquila. no busca problemas con nada ni nadie. siempre el amor y paz antes que la guerra y golpes; así le había enseñado hoseok, hobi, j-hope, el amor de sus días; su hermoso primo que la miraba de quién sabe dónde.

Jimin, recordando las palabras de hoseok, respiró hondo, dejó de apretar sus puños y miró a la chica, la cual sonrió al ver los ojos de su unnie sobre ella, pero dejando de hacerlo cuando notó que no le contagió la sonrisa. la mayor pasó la mano por el cabello rosa de la muchacha, importándole poco ser cortéz o delicada, la menor se quejó un poco por lo brusca que había sido.

—¡ah! unnie, despacio que duele—. se quejó, tomando la mano de la mayor y sacándola de su cabeza. —debe de pedirme disculpas, Jimin unnie—. dijo con un tierno puchero.

la mayor sonrió. —si yo me disculpo... ¿tú lo harás?

la chica la miró sin entender. —¿por qué me tendría que disculpar?—.

—por llamar fea a mi novia—. respondió con obviedad, haciendo rodar sus orbes, poniendo los ojos en blanco.

—¡no lo haré!—. chilló. —no me disculparé por algo que es verdad y que tampoco me importa e incumbe—.

Jimin tomó aire nuevamente para ni romper el bello rostro que ya le estaba sacando canas verdes. —nos vemos luego—.

—¡espere! ¿adónde va?—. preguntó al ver a su mayor levantarse y comenzar a alejarse de ella, justo en la puerta de salida.

—o mejor nunca—. abrió la puerta y salió de allí. tomó aire. —imbécil chiquilla malcriada—. maldijo en voz baja. entró en el baño, debía calmar un poco sus humos. alguien entró, no le prestó atención, sea quién sea, no importa qué es lo que quisiera, le golpearía la estúpida cara. su hombro fue tocado por dos dedos, pero Jimin siguiendo con la cabeza gacha, ojos cerrados y las gotitas frías cayendo despacito de su cara y, a veces y algunas, haciendo caminitos a lo largo de su cuello, para luego perderse en su camisa estilo leñador. —mira, no sé quién seas o qué quieres, pero, de buena manera, te pido que te alejes de mi. éste no es mi día—.

tal vez suene exagerada, matona y algo inestable, pero es que todos aquellos comentarios y opiniones sobre su relación y, especialmente, con Jeongguk, la tenían hasta los ovarios, cansada, podrida. desde que anunció su relación con ella y cada que jeon no estaba, todos y todas opinaban sobre su noviazgo y, no era por el lesbianismo —que sería lo de menos—, era por el estúpido y simple hecho de que Jeongguk no tiene un cuerpo que cumple con los estúpidos estándares de belleza, ya sea coreanos, latinos o mierdas de esas que solamente sirven 'para que chicas y chicos se odien cada día más, para que algunos se mueran de hambre y otros de depresión solamente por no estár o cumplir con aquellos estándares y quejas que la sociedad pone sobre ellos y ellas, porque parece que lo que quieren es que creyéramos y creemos más mierdas sobre la tierra y sobre los hombros de los jóvenes'

—yo-Jimin... mhm... gracias—. la voz algo rota de Jeongguk sonó en su espalda. Jimin tomo la camisa entre sus manos y se secó con rapidez, dándose vuelta para ver a su mayor, la cual sonreía de forma agria. —gracias por lo que hiciste y... gracias por quererme y entiendo si quieres... mhm, no sé, dejarme o lo que sea—.

—no, no, no, no. jamás de los jamases te dejaría. ¿tú crees que yo oigo toda la mierda que nos tiran? ggukie, por favor...—. suplicó porque la entendía. entendía la mierda que sentía y su novia, para nada estaba siendo muy estrepitosa o estaba tomando las cosas por más importantes de lo que ya eran, porque era una humana, porque tenía sentimientos y duele cuando alguien te dice algo sobre tu figura, cara o marcan aquellos desperfectos, porque Jimin entiende perfectamente lo que Jimin siente, aunque no lo está viviendo en carne propia lo siente bajo el pellejo de su amor.

—Jimin, en serio... entiendo y, de verdad, no hace falta que sientas pena por mí. estaré bien—. pero Jimin sabe que ella no lo estará. el sollozo casi silencioso se escapa de lo labio finos y Jimin no tiene otra opción, se acerca a ella y la abraza como si con esa acción pudiera arreglar algo, y sabe que costará, pero lo hará. Jeongguk se aferra al cuello de ella, mientras siente las manos contrarias acariciando casi sin delicadeza su espalda.

—no me dejes—. solloza mendigando amor en su hombro. pretende estar bien, no lo está.

—jamás lo haré—. le responde contra sus cabellos.

Jeongguk moja el hombro de Jimin con las saladas lágrimas que despiden sus ojos con un doloroso adiós. dejando sus orbes rojizos, buscando sacar el dolor e impotencia que por años le calienta la cabeza. ella no entiende, en inocente y perdona porque no es como los demás y ella, a diferencia del resto de la humanidad, tiene corazón.

a las personas que le han hecho bullying o algo por el estilo, siempre los perdonó, diciendo que, tal vez, ellos también habían sufrido algo por el estilo y no los culpa, porque todos sufrimos cosas así, no una ni dos, sino muchas veces en la vida. y aunque fuera solamente una, sabe a a perfección que aquellas palabras duelen como el mismísimo infierno. que arden bajo y sobre tu piel mientras que la hoja filosa te atraviesa la carne.

y ella los perdona porque tiene algo en qué aferrarse, no, no algo, alguien, que es muchísimo mejor.

Jeongguk encontró a Jimin. a su ángel caído del mismo cielo para salvarla y aunque no todo el crédito se lo lleve ella, sabe que fue un factor importante para poder amarse tal cual es, aunque, pueden pasar años, porque le queda mucho camino por recorrer y porque cuesta. es un trayecto extenso y está lleno de piedras, baches y demás obstáculos que te impiden el pase libre a eso que es tan preciado, necesario y único como lo es el amor propio.

porque Jeongguk sabe que cada personita tiene un o una Jimin, el o la cual lo o la espera con los brazos abiertos, cariño y mimos que curarán su alma tan maltratada.

pero hay algo que no sabe con exactitud; si esa persona es alguien —o tal vez algo, por qué no— aparte o si esa misma persona es la que se debe de salvar a sí misma.

***
espero encontrar mi jimin entonces:c

Pretty girl |JiKook¡fem Adap.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora