약속해
«Es una promesa»La vida es corta, egoísta, pero bella.
Fugaz.
En un día de primavera, Go Ha Jin estaba sentada en un parque, debajo de un árbol de cerezos en flor. Las personas caminaban alegres en el camino, los niños corrían alzando cometas al cielo celeste vívido, acompañado por nubes que se movían al compás de la cálida y suave brisa. Se escuchaban risas, ocasionadas por la simple alegría de la temporada o debido a alguna que otra broma de enamorados, pensó.
El amor.
Era admirable como algo tan devastador como el recorrido de la vida se mantenía por sentimientos llenos de deseo, pasión, esplendor y clemencia, como el amor. Ella misma había comprobado que ser bondadosa de más en el mundo, muchas veces le puede pasar la factura. Quizá aquellos sentimientos tan grandes son de mucho peso para el improvisado destino. Muchos dicen que todo está escrito, mientras otros defienden la idea de que eres el escritor de tu propia historia.
¿Por qué se regia el destino? ¿Por las estrellas? ¿Por un Dios? Son preguntas que siempre cuelgan en el aire perdidas entre los ideales que la humanidad ha planteado. Y ¿por qué existe el mal? El mal aplica la misma pregunta: ¿por qué existe el bien?
El destino, la mala suerte, las malas decisiones o el simple hecho de nacer en donde estás es como si la vida te replicara: "Te toca vivirlo". Cuando estás enfrentando una situación desgarradora, automáticamente te hierven deseos por luchar, por hacer algo. Los cobardes nunca han tenido un lugar en el mundo. Sin embargo, hay casos en los que luchas hasta cuando ya no puedes volar, hasta cuando ya no puedes correr, hasta cuando ya no puedes caminar, hasta cuando ya no puedes ni arrastrarte. Luchas protestando con tu voz, y cuando ésta se apaga, luchas en silencio. Pero ¿qué cuando cortan tus alas y te destrozan el espíritu? Si ya no tienes nada más por dar y por perder ¿sigues siendo un cobarde?
Entre verdades y recriminaciones vive la gente. Ese hecho nunca se ha logrado borrar de la historia.
Desde pequeña la fortuna le dio la espalda, así que ella le dio la espalda a la fortuna y había decidido forjar su propia suerte. Por supuesto, al parecer el destino era curioso de su tenacidad y siempre la ponía a prueba. Tenía poca gente a la que querer, y las valoraba. Siempre se había dicho a sí misma que no importaba vivir rodeada de pocas personas, ya que el cariño verdadero valía infinitamente. Por eso, cuando sufría una traición, echaba lejos a esas personas de su desbalanceada vida.
Hubo un momento en el que creyó que no podía levantarse más. Y, precisamente en ese instante, el destino hizo un puchero indignado de que ya no la tendría retándolo al rechazar sus desgracias. Sí, ni el destino que la aprisionaba quería que ella se rindiera. Por lo cual, la mandó a sufrir más, cuando ni ella pensaba que podría vivir por más agonías. Allí fue cuando despertó en la época Goryeo.
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Moon Lovers, Secuela - Mi Persona
Short StoryPequeña historia que relata cómo, en la época actual, el cuarto príncipe Wang Soo y Hae Soo se reúnen. Ahora, Hae Jin, quien vive con el recuerdo de su vida en la era Goryeo, intentará una vez más cambiar la historia que parecía tener punto y final.