Est-ce que tu veux un bisou?

929 66 13
                                    

Capítulo único

Est-ce que tu veux un bisou?

(¿Quieres un beso?)

Alegrar el día de alguien y llenar su alma de colores. Ese es el trabajo de King.

_________

Se sentía un ambiente solitario en el Boar Hat. Casi parecía que una mata redonda de paja estuviera dando vueltas por el lugar. Apenas y había clientes, uno que otro, ya sea estando ebrio o charlando con un amigo.

Meliodas estaba apoyado en la barra con una mano sobre su mejilla mientras esperaba a que los clientes que quedaban se fueran finalmente. Daba suspiros de aburrimiento de vez en cuando. Ya quería cerrar aquel lugar y limpiarlo, de nuevo.

Gowther, mientras tanto, leía uno de sus tantos libros. Estaba sentado en una mesa lejos de la poca gente que se encontraba allí. Pasaba las paginas lentamente cuando terminaba un capitulo. Se le veía muy entretenido en lo que estaba haciendo.

Merlín y Escanor charlaban en otra esquina del bar, quizá sobre pócimas o encantamientos que quería probar el mandamiento de la gula. Escanor solo la observaba embelesado mientras la fémina hablaba. El león del orgullo -en su forma de día- no le apartaba la mirada por nada del mundo. Y Merlín, pues ella, solo pensaba en sí, de verdad, la estaban escuchando o solo contemplando, aunque se le hacía divertido como se veía su acompañante -y adorable, por cierto-.

Ban estaba en el techo del Boar Hat junto con Elaine. Ambos simplemente se encontraban sentados observando en silencio el cielo, decorado por inmensas nubes que pasaban tranquilas sobre ellos. En eso, ambos voltean su mirada al mismo tiempo para verse. Y, con un sonrojo de parte de ambos -más del hada-, sonríen para el otro, mientras sus manos se mueven inconscientemente hacia el otro para, finalmente, tocarse suavemente.

Se notaba el enorme amor que ambos se profesaban, y después de un rato, viéndose fijamente, acercaron sus rostros y se fundieron en un tierno beso.

Elizabeth se encontraba en la bodega del bar, acomodaba alegremente las botellas que se encontraban ahí. Tarareaba una canción mientras hacia su labor como correspondía. Ese trabajo se lo había pedido Meliodas, por mientras, ya que la princesa se encontraba sumamente aburrida y necesitaba encontrar algo para distraerse un poco en ese día tan tranquilo.

Y, por otro lado, en una de las habitaciones en la planta alta del bar, se encontraba un chico de cabellera castaña, con grandes alas viendo hacia la nada por su ventana. Este se encontraba pensativo, en que podría hacer para su amada.

Últimamente King notaba que Diane andaba un poco distante con él y no sabía el porqué. Ya se iba a cumplir una semana de que ella anduviera así, y no podía encontrar aun solución a eso.

Harlequin era conocido por su habilidad para alegrar a las personas, aunque le diera mucha pereza hacerlo en un principio, él iba con la persona afectada y la trataba de calmar, cosa que siempre funcionaba.

A veces, Diane se sentía muy mal, le daba un bajón terrible. Por ejemplo, cuando se enfrentaron a un demonio, ella no pudo hacer mucho, ya que el monstruo la tomó por sorpresa y la derribó de un potente golpe dejándola inconsciente. A esto, King lo puso sumamente furioso y se encargó el mismo de matar aquella bestia. Sus demás compañeros se encontraban peleando en trio o en parejas con los demás monstruos, así que a Diane y a King les había tocado pelear contra aquel demonio blanco.

Desde esa pelea, la castaña de ojos morados se culpó horriblemente por eso, se sentía una completa inútil, dejando a sus compañeros y a su amado en peligro.

Por supuesto, King la calló inmediatamente.

-No vuelvas a pensar en algo así Diane-Decía el hada con convicción en sus ojos amielados mientras sostenía el rostro de la mujer con ambas manos.

Est-ce que tu veux un bisou?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora