Desde la noche en uno de los baños de la discoteca Alfred y Amaia no se volvieron a ver. Alfred y Lidia se fueron a Los Ángeles, Alfred siguió con su trabajo y Lidia con sus desfiles, mientras Amaia en España estaba de vacaciones aunque de vez en cuando tenía que ir a cantar a algún programa de televisión.
- Alfred necesito hablar contigo urgentemente, ven.
- Lidia estoy trabajando. No me puedes venir con esas exigencias.
- te importa más el trabajo que tu novia
- (la verdad es que si) no Lidia, tu me importas mucho. No te enfades que cuando acabe voy para Los Ángeles.
- ven pronto. Adiós guapo
- adiós guapísima
Al día siguiente Alfred cogió un avión a Los Ángeles, se encontraba un poco cansado debido al trabajo que tenia y a las horas que había cogido el avión. Una vez que Alfred llego a Los Ángeles cogió un taxi y fue directo a su casa, dejo la maleta, ordeno su ropa en el armario y monto en su coche hasta casa de Lidia. En casa de Lidia, Alfred llamo a la puerta y rápidamente Lidia le abrió
- ¿no podías haber venido antes?
- he venido lo antes posible, comprende mi trabajo. No te enfades (se acerco a Lidia y la empezó a dar besos en el cuello)
- venga anda pasa, vamos a mi habitación.
Los dos subieron a la habitación de Lidia y se sentaron en la cama
- bueno y que era eso tan urgente que tenias que hablar conmigo
- tengo que decirte dos cosas, una lleva a la otra.
-pues venga no se a que esperas (empezaba a impacientarse)
- Alfred estoy embarazada
-... (La miraba sin pestañear)
- Alfred ¿no dices nada?
- no me lo esperaba, ¿Cuál es la otra cosa?
- que quiero casarme ya, porque entenderás que la gente cuchicheara si dijo que estoy embarazada antes de casarme, y a mi familia tampoco le haría mucha gracia. Así que yo creo que lo mejor es que nos vayamos a las vegas y nos casemos.
-(la miraba sorprendido) como tu quieras
- vale Alfred, pues vete a casa, haz la maleta que ya me encargo yo de coger los billetes.
- OK, una pregunta
-¿Qué?
-¿de cuanto estas?
-de 1 mes
-esta bien me voy hacer la maleta.
- te llamo y te digo la hora
- vale, te paso a buscar
Alfred se fue a su casa, cogió un traje elegante y estuvo pensando durante unos minutos, mientras Lidia cogió los billetes, se fue a comprar un vestido y llamo a Alfred.
- Alfred el avión sale a las 14:30
- vale paso a buscarte ahora.
- OK, comemos en el avión.
-venga adiós, ahora nos vemos.
- hasta luego
Alfred fue a recoger a Lidia a su casa, los dos se dirigieron al aeropuerto de Los Ángeles, en el coche de Alfred, embarcaron y rumbo a las vegas. El vuelo no fue muy bien debido a unas turbulencias, pero los dos llegaron sanos y salvos a las vegas. Una vez allí se alojaron en uno de los mejores hoteles. Alfred reservo la suite principal para pasar allí su noche de bodas.
- ¿te gusta?
- si es bonita
- pues ya sabes vístete y directos a la capilla
- oye deberíamos llamar a un fotógrafo
- como tú quieras
- OK, lo llamo
Alfred y Lidia se vistieron. Mientras Alfred se ponía su traje, recordaba viejos tiempos, su familia, sus amigos, sus novias y sobre todo a alguien muy especial que le hizo compartir momentos inolvidables. Lidia mientras se ponía su vestido, era blanco con unos lazos rosas por toda la falda del vestido. Según acabo salio de la habitación en busca de Alfred.
- hola, Alfred
- (no sabia que decir, estaba sorprendido)
- ¿no me vas a decir nada?
- estas guapísimas (¿Cómo puedes mentir así?, vaya vestido)
- muchas gracias
- de nada, guapísima. Vamos
Lidia y Alfred se fueron a la capilla. La ceremonia fue muy fría, ya que solo estaban ellos dos la persona que los estaba casando y el fotógrafo, quien hizo un gran reportaje de fotos y de testigo. Una vez casados Alfred y Lidia se fueron al hotel y disfrutaron de una gran velada, con una magnifica cena acompañada por varios violinistas, siguieron la noche bailando y entre besos acabaron demostrándose su amor en el jacuzzi.