Leyendas de México y el mundo

2-. La loca del puerto (Michoacan, México)

Si algún día van al puerto Lázaro Cárdenas, seguramente uno de los pescadores les contarán la leyenda de "La loca del puerto", como se le conocía a Marina, una bella joven que se quedó esperando al amor de su vida.

Todo comenzó hace mucho, cuando Marina se enamoró profundamente de Nicolás, un joven fuereño que había llegado al lugar en busca de trabajo. Las cosas en el país eran muy difíciles y el hombre, aunque muy joven, debía trabajar para poder sacar adelante a su familia que vivía en la capital del Estado.

Según se dice, fue amor a primera vista. Ambos jóvenes quedaron impactados el uno del otro, y no paso mucho para que se hicieran novios; pero había un problema, el chico no había encontrado trabajo.

Cierto día, Nicolás recibió una propuesta de trabajo en la cual recibiría una paga importante, lo que significaba que los jóvenes podrían iniciar una vida juntos. La parte mala era que Nicolás debía embarcarse en un par de días, lo que obviamente no agrado a la joven, sin embargo él le dio ánimos para aceptar aquella propuesta que tal vez sería su prueba más grande de amor.

Pronto pasaron los días, acercándose cada vez más el momento de partir. Esa noche no pudieron contener más su amor y se entregaron a la luz de la luna, la cual parecía que presentía el dolor de la joven pues aquella noche brillo con mayor intensidad. Pero la magia desapareció con la luz del sol.

Ella despidió a su amor en el muelle de San Lázaro, Nicolás juro que volvería y que cuando esto sucediera se casaría con Marina. La joven no pudo parar de llorar pero en su corazón había un poco de esperanza, debido a ello se puso el vestido blanco que tanto le gustaba a Nicolás. El último beso que ella recibió de él fue en la frente y después tristemente vio cómo se alejaba.

Cada día marina esperaba gustosa en el puerto la llegada de su amor, pero pasaron muchas lunas y no había una que le devolviera la mirada de Nicolás, cuando se dio cuenta ya había pasado un año desde que el joven se había ido; todos los barcos que llegaban parecían traerle esperanza pero pronto se desvanecía al ver que no venía Nicolás en ninguno.

Pronto se dio cuenta de que los años pasaban y ella estaba cambiando: "Cómo me va a reconocer", pensaba siempre que se miraba las manos llenas de arrugas.

Fue entonces que decidió llevar el mismo vestido  con el que lo había despedido así él la reconocería de inmediato. Con todo esto, la gente del puerto ya estaba angustiada, pues Marina parecía retraída, y eso de llevar el mismo vestido lo hacía más extraño. "¿Se habrá vuelto loca?" preguntaban todos al pasar.

Las autoridades del lugar decidieron trasladarla al manicomio, pero del puerto nadie la pudo quitar; porque ella siempre decía lo mismo "Nicolás va a llegar y no me puedo ir"  causando lastima a todo el mundo porque a pesar de todo no le hacía daño a nadie. 

De esta manera siguieron pasando los años. Todos los que llegaban al lugar la conocían como "La loca del puerto". Pero un buen día, todos se dieron cuenta de que la mujer tenía los cabellos blancos; ya habían pasado cuarenta años y ella seguía esperando.

Tres años después murió, su cuerpo fue llevado al panteón, pero su espíritu pareció quedarse ahí. A partir de entonces se ve una silueta de una mujer parada en el puerto, siempre mirando al mar. De Nicolás no se volvió a saber nada, pues seguramente ya hacía tiempo se había olvidado su promesa de volver con Marina.

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La siguiente leyenda de esta historia, es un drama romántico y muy triste pero bastante interesante. Por favor voten y comenten.