DE REGRESO A TI

CAPITULO I

La vida es fácil, no existe el dolor, ni mucho menos la maldad, todo se desenvuelve en paz, tranquilidad y amor, o al menos eso me hicieron creer cuando era un niño solamente, nunca me prepararon para lo que tenía que vivir, nadie me dijo lo que tendría que hacer, ni a donde ir, simplemente cuando llega el momento la vida se enfrenta a ti, y te demuestra lo cruel que puede llegar a ser la realidad, una realidad donde la violencia jamás sucumbe, la paz es algo meramente retorico y el amor, bueno, el amor es lo más doloroso de esta vida.

Tenía 11 años cuando conocí a Yenn, el amor de mi vida, mi hilo rojo, mi destino, una chica sumamente atractiva, tiene un rostro tan dulce, una hermosa piel, un deslumbrante físico, y una voz, una voz que podía calmar cualquier demonio que hubiera en mi interior, todo lo que yo siempre quise sin siquiera saberlo lo tenía ella, sabía que ella estaba destinada a estar conmigo, es una sensación inexplicable, algo que es imposible de manifestar mediante simples palabras, simplemente, por alguna razón desconocida lo sabes, sabes que ella siempre volverá a ti, y tú volverás a ella, algunos pensaran que es el destino, que todo está escrito, pero ojala esos cuentos de amor fueran realidad.

Recuerdo como paso el tiempo, sabía que ella sentía lo mismo por mí, pero la vida me dejo muy claro que yo jamás podría estar con ella, el destino me hizo entender que yo siempre volvería con ella, pero jamás nos permitiría estar juntos, nos torturaría, demostrándonos lo cerca que podemos estar, pero lo lejos que la vida nos mantendría.

Es fascinante poder volver a enamorarme de Yenn, una y otra vez, cada que la veo, cada que pasan los años y nuestros caminos se vuelven a cruzar, poder sentir que aquello que le falta a mi vida, a mi corazón, está nuevamente en su lugar. Durante mucho tiempo la vi crecer, madurar, cambiar, y me pregunto ¿por qué la sigo amando tanto como el día en que la conocí?, algunas personas pueden enamorarse del físico, pero yo, yo no solo me enamoro de eso, sino también de la forma en la que me trató, me trata y me seguirá tratando cada que la vuelva a ver, me preguntó si algún día, el juego de la vida, del destino, nos permita estar juntos, compartir cada instante, cada segundo, sin que ninguna circunstancia nos separe.

Estoy seguro de que tu alguna vez has vivido y sientes que en algún punto de tu vida has pasado por que yo estoy viviendo, han pasado 8 años desde que la vi, cada instante teniendo su respectivo encuentro, pero ya me cansé de esperar, porque si la vida no me quiere a su lado, yo creare mi propia vida, mi propio destino, cambiaré lo que está escrito, quiero estar con ella.

El día de hoy 19 de enero del 2020, mientras regresaba de mi hogar, pude recordar lo que es la felicidad, ella me reconoció, al igual que yo, era Yenn con un nuevo corte de pelo y una nueva manera de vestir a la que recordaba hace años, pero no entiendo por qué razón me habrá ignorado, las ultimas ocasiones en las que coincidimos podíamos hablar como si siempre hubiéramos estado juntos, ¿será que en esta ocasión todo va a ser diferente?. Será mejor que llegué a mi casa, mañana será un nuevo día, además tengo que prepararme para mi viaje familiar. Cuando era pequeño me emocionaban este tipo de viajes, pero ahora, no lo sé, siento que he perdido el interés, a lo mejor me estaré volviendo un poco amargado, o simplemente espero más de cada día que no logran satisfacerme.

Son las 5:45 de la mañana, maldición, debí levantarme a las 4, mi familia debe estar muy molesta, puesto que nuestro avión sale a las 7 en punto, por mi culpa llegaremos rosando la hora, solo espero que no perdamos el vuelo, no me gustaría convertirme en el aguafiestas de mi familia, así que me bañaré rápido, me acomodaré la barba y comenzaré a realizar mis maletas para irnos enseguida.

Menos mal, quien pensaría que lograríamos estar justo antes de que cerraran las puertas del avión, creo que aun sigo teniendo un poco de suerte, voy a tratar de comportarme un poco más alegre en este viaje familiar, aunque muy en el fondo me siento incompleto, espero esto me ayude a tener otra perspectiva de la vida. Lo mejor por el momento será dormirme un rato ya que me espera un viaje largo a Canadá.

Despierto lentamente mientras los pequeños rayos del sol se cuelan por mi ventana y apuntan directamente a mis ojos segándome momentáneamente, al parecer ya aterrizamos en el aeropuerto de Canadá, todos están descendiendo del avión, la única persona a mi lado son mi madre y mi hermana, supongo que el resto de mi familia ya habrán descendido, aunque no entiendo la prisa, tampoco es que alguien nos este esperando aquí, será mejor que me levante y tome mis maletas, además de ayudarle a mi madre y hermana con las suyas.

Mi padre me enseñó a siempre ser una persona acomedida, con todo el mundo, incluyendo las personas que estuvieran dispuestas a hacerte daño, no entiendo si me lo enseño por ser muy inocente con las personas que existen en este mundo, o era demasiado bueno como para ignorar lo que sucedía y aun así apoyar a los demás sin importar nada, ojalá aun siguiera con nosotros.

Mientras descendía del avión a la par que mi madre y mi hermana, escuche una voz, una dulce voz, podría reconocerla en cualquier parte, en cualquier otra vida por sobre todas las demás, sé que esa es la voz de Yenn, pero cómo, será posible que hayamos coincidido en este viaje, será posible que estuviéramos viajando en el mismo avión, el mismo día a la misma hora, será una mera casualidad de la vida o tendrá esto una explicación, una razón para que esto ocurriese, la única opción que tengo es terminar de descender y ver hacia atrás con la esperanza y la desesperación de que el destino nos la haya jugado una vez más.

Tengo entendido que estas posibilidades son meramente nulas, pero estaba en lo correcto, es ella, siempre tan hermosa y sensible, se ve tan radiante y perfecto como su cabello se mueve con el viento de una manera tan suave como si el tiempo transcurriera de la forma más lenta posible. Viene hacía a mí, ya noto mi presencia, su dulce y pequeña sonrisa que la delató al verme directamente a los ojos de una forma tan improvista.