La llama de una espada

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Nos dirigíamos hacia un bosque donde sabíamos que las fuerzas de aquel reino Invasor llegarían a los dos días, nuestro plan era montar una defensiva a lo largo del camino... arqueros estarían a las distancias para lanzar flechas y ser la primera emboscada, luego nosotros con espadas y lanzas iríamos a matar a los que pudieran quedar. No había nadie más que nosotros para defender el reino, si fallábamos... todos los nuestros iban a morir, en el mejor de los casos terminarían siendo esclavos, y yo me rehuso a ser esclava de unos tiranos.

Así que fuimos, acampamos unos días dentro de un bosque espeso y era nuestra ventaja ya que lo conocíamos muy bien, si alguien desconocido pasaba por ahí... no sabría que estamos viéndolo.

Un par de días después, escuchábamos el retumbar del suelo con varias pisadas en ejército que venían hacia aquí, yo y el General fuimos a ver a los límites del bosque:

-¿Cree que son ellos, general? -le pregunté.

-Que pregunta más tonta, mira sus estandartes... es obvio que lo son. -dijo levantándose y volteando hacia nuestras tropas.

-Quizá deberíamos dejar que entren al bosque... así sorprenderlos. -dije levantándome.

-Absolutamente no, aún tenemos la sorpresa... si atacamos ahora, no tendrán como contraatacarnos en ese momento. -me respondió mirándome con seriedad.- Atacaremos ahora mismo, 3 grupos... al oeste por el lado del Monte de la Llama ahí irá usted niña, por el este irá Ash, y yo comandaré por el centro. ¿Fui claro?

-¡Si señor! -dijeron todos, mientras que el general se acercó a mí, no dije nada pero mordía mi labio inferior por la impotencia de saber que estábamos por hacer... solo asentí.

-Bien; entonces comencemos. -dijo retirándose hacia su tienda.

Y como el general había dicho, nos teníamos que preparar todos... incluyéndome, nos dijo que la señal para atacar sería el canto de las aves, aveces sonaban sin cesar entonces contaríamos hasta 5 desde que comienzan, esa sería la señal. Nos dividimos en esos tres grupos, y nos ocultamos detrás de las sombras de los árboles, en el camino, entre los árboles podía ver la belleza de aquel Monte... que parecía tener un castillo casi en la cima, por desgracia los que van ahí terminan quemados; pero ese volcán siempre ha estado activo... sacando humo y en ocasiones generando tormentas de fuego a su alrededor, hoy no sería la excepción.

Cuando escuchábamos las aves cantar sin cesar durante 5 cuentas, fue donde los otros dos grupos salieron con todo hacia ellos gritando y con sus espadas y caballos en carrera. Yo esperaba otro momento para atacar, pero tuve que decirles que fueran a los demás de mí grupo, y salieron gritando hacia la batalla... el enemigo aunque parecía muy sorprendido, no dudaron en alzar sus armas y defenderse de la emboscada, a pesar que nosotros les dábamos con cuerpo a cuerpo y varias flechas.

En eso, yo fui directamente corriendo con mi espada... a pesar de parecer se tenía desventaja numérica, dado que se acercaban 5 hacia mi, no dudé ni un momento en seguir corriendo hacia ellos. Uno de los 5 trató de darme por el frente, lo esquivé dándome la vuelta de inmediato para atravesar su armadura con mi espada, dejándole una gran herida y él cayó al suelo. Con los otros cuatro, fue un poco más de lo mismo aunque uno que era el más grande... tenía un mazo con el que me intentaba pegar, pero era lento a comparación de mis ataques, terminé cortándole la cabeza cuando tuve la oportunidad de hacerlo.

A pesar que podíamos acabar con su primera ofensiva, parecía que todo iba bien... pero nos habíamos olvidado de su armamento pesado, catapultas, donde tenían rocas gigantes... envueltas en aceite y prendidas en llamas. Cuando escuchamos y vimos que comenzaban a dispararlas, tratamos de correr a refugio o al menos donde pensábamos que no nos daban; eran gritos y también escuchábamos como las rocas caían generando varias explosiones que lanzaban a varios por los aires.

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⏰ Última actualización: Aug 17, 2019 ⏰

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