¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"¡Yeojinnie~!"
Yeojin dio un pequeño saltito al sentir las manos de Yerim en sus hombros.
"Me asustaste, unnie..."
"¿Vienes a mi casa esta tarde?"
Yerim sonrió, mientras que tomaba las manos de Yeojin entre las suyas, acariciándolas sutilmente.
"N-No sé si pueda, la verdad."
Yeojin miró al suelo, buscando evitar la mirada de Yerim. Tenerla así de cerca le hacía muy mal; podía sentir los fuertes latidos de su corazón por todo su cuerpo.
"Puedo ayudarte a hacer tus tareas." Habló con tal sutileza, que parecía que estuviese susurrando.
Yeojin volvió a levantar la mirada, encontrándose con los grandes y hermosos ojos de Yerim. De alguna forma, sólo eso fue suficiente para decirle que sí.
"Está bien."
Yeojin no pudo evitar sonreír al ver la felicidad en la cara de la pelimorada. Ver a su novia feliz era una de las cosas que más le gustaban, sin lugar a dudas.
"Sabes que tener el cabello de ese color está prohibido, ¿no, Yerim?"
Una de sus amigas había entrado al salón de clases a sacar algo de su casillero, dañando el bonito momento que estaban teniendo.
"Tengo un permiso, Hyejoo." Respondió Yerim, en un tono un tanto burlón.
Hyejoo se fue de nuevo, dejando a las dos chicas solas otra vez.
"Te espero afuera después de clases."
Yeojin asintió.
"Te quiero."
Yerim depositó un dulce beso en la mejilla de la más pequeña antes de irse. Yeojin sonrió, mientras que sentía su rostro arder. Antes de que pudiera hacer algo, sus mejillas y sus orejas estaban completamente rojas, mientras que su corazón latía sin control y sus manos temblaban ligeramente.
Yeojin había escuchado de muchas historias de primer amor cada vez que asistía a cenas familiares o simplemente, accidentalmente terminaba escuchando las conversaciones de gente extraña. Qué coincidencia que, siempre terminaban en fracasos, se tenían que separar por varios obstáculos o simplemente jamás funcionaban.
Pero, si hay amistades que duran toda la vida, ¿Por qué no puede ser así con el amor también?
En la mente de Yeojin surgían miles de preguntas. Desde pequeña, siempre había sido una chica muy curiosa.
Pero, había algo en específico que le molestaba mucho.
¿Por qué la gente decía que enamorarse es un asco?
