Capítulo II

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Mis ojos estaban muy pesados, era casi imposible para mi abrirlos, así que decidí no hacer el esfuerzo. Sentía mi cabeza pesada y mi cuerpo en una posición como si hubiera estado así por horas, de lado sobre mi brazo izquierdo. Ya casi sentía como si no me pasaba la circulación sanguínea por ese lado. Me moví lentamente para ver si lograba cambiar de posición, pero unos brazos me sostuvieron.

- Hey, hey- dijo con voz calmada, sosteniéndome para no moverme- no puedo dejar que apoyes la cabeza en la herida- esa voz yo la reconocía- estábamos esperando que despertaras, cariño.

- ¿Mamá?- logré decir, creo que mi voz a penas y se escucho.

- Así es mi Rose- con ese impulso logré abrir los ojos lentamente.

Claramente me encontraba en un cuarto de hospital, todo blanco y tenebroso. Dirigí mi vista al rededor y me encontré con mi pequeña hermana, Christi y la señora Martha. Las tres sonreían. Pero yo la verdad no recordaba como es que había llegado allí y con la venda que sentía en mi cabeza.

- ¿Qué pasó?- fue lo que pregunté. Christi se me acercó y acaricio mi mejilla.

- Creo que te caíste en el baño amiga. Te diste un fuerte golpe en la cabeza y la herida requirió puntos.

"Te caíste en el baño" era lo que resonaba en mi cabeza.

- Pero que pendeja soy- las cuatro rieron y yo sonreí un poco. Mi madre me ayudó a sentarme en la cama lentamente, una vez en mi posición, la abracé- ¿cómo es que llegaste aquí tan rápido?

- El accidente fue ayer, tenias casi un día sedada- wow, un día prácticamente dormida- nos dio tiempo de llegar. Nos preocupamos mucho.

- Estoy bien- ella me da una pequeña sonrisa, luego dirijo mi mirada hacía mi hermana- no me digas que faltaste a clases, golondrina.

- Tú estúpida caída fue un buen pretexto- se burlo de mi, pero aún así me dio un largo abrazo. No las había visto en tres meses que había sido la última vez que los había visitado.

-¿ Y papá?- pregunté viendo alrededor.

- Hablando con el doctor, pero creo que después iría a comprate algo de comer- dijo mi mamá mientras me colocaba una almohada en la espalda para mayor comodidad- el doctor que te atendió nos dijo que todo estaría bien. Él te colocó los puntos y te ha vigilado.

Asentí sin tomarle mucha importancia. La verdad no era amante se los hospitales, los odiaba, y no es porque haya tenido alguna experiencia traumatica ni nada. Solo no me gustaban, y mi cuarto de hospital tampoco era agradable. A parte de que tenía esa bata horrenda y estaba desnuda bajo ella. Fue solo un golpe en la cabeza, no entiendo porque tenían que desnudarme.

La señora Martha me sirvió un té de manzana que me cayo como el cielo. Le agradecí el haberme llevado al hospital y quedarse conmigo, al igual que a mi amiga, sin obviar el pedirles perdón por haber sido tan torpe y estúpida.

- Rosie, nosotras nos retiraremos para ir a cenar, mañana pasamos por aquí- Martha se acerco para abrazarme.

- No se preocupe, coma tranquila, nosotras estaremos aquí- le dijo mi madre.

Cuando Christi se me acerco para abrazarme también me dijó "Si me asustas así de nuevo, no vas mas a mi casa" aquello me hizo reír, incluso hasta que ella se fue.

Cuando papá llegó fue otro abrazo y un beso de su parte. Y lo amé aún más porque me estaba muriendo de hambre y me había traído de comer.

- También le traje al doctor Petier, él ha sido muy amable- me dijo mi padre mientras ellos también se disponían a comer a escondidas de la enfermera.

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⏰ Última actualización: Aug 06, 2019 ⏰

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