Dejas a tu paso cristales
que aunque pequeños,
desgarran con tal fuerza
que parecen cuchillas.
Dejas a tu paso
polvo de estrella
que aunque invisible
concede belleza a mis ojos,
taciturnos y apagados
como el quejido silencioso
de ese llanto en madrugada.
Dejas alegría,
esa que disfraza tu amargura
y sin pudor alguno inyectas.
Dejas tus fuerzas, tus ganas,
me impulsas y osas negarlo.
Dejas amor y lágrimas.
Dejas tu vida y me la das
así como tu alma,
que desnudas sin miedos
y a mi solo me queda
rezar a un Dios no existente,
solo para salvarme de tus armas.
Puedes matarme, lo sabes,
pero prefieres darme todo,
a dejarme en el limbo.
ESTÁS LEYENDO
Cábalas.
RandomNo solía mostrar estas cosas, así que gracias Geo por ayudarme a ganar confianza y gracias a los que me apoyan y me arreglan las alas cuando me caigo. De verdad que sois lo más bonito.