Capítulo III

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De pronto un fuerte sopor cayó sobre el joven Benrir. Todas las luces fueron apagándose, todos los sonidos estaban callándose. Una neblina plateadas comenzó a envolver su cuerpo, su cuarto había desaparecido. Estaba desnudo en un vacío, carente de sentimientos, de figuras. Quería despertarse, tenía miedo, mas no podía. Unos truenos comenzaron a sonar en ese cosmos, se sentía más en su hogar que en otro cualquier lugar, pero nunca había estado ahí – Lo que realmente era de lo más curioso-, estaba flotando. Comenzó a llorar y un granizo acompañado de un inclemente viento sacudió con una vehemencia de ultratumba su cuerpo.

- ¡Quiero salir de este sitio!- Gritaba.

Pero el granizo el frio viento lo volteaba de un lado a otro, tenía la sensación que los pedruscos de agua congelada desgarraba su tejido cutáneo. Unos relámpagos comenzaron a verse en la lejanía-Aunque no sabría si ahí existía la distancia-; los estruendos que llegaban después parecía anunciadores de un inminente desastre. Benrir comenzó a estar apesadumbrado. Se sentía un pájaro doméstico, enjaulado toda su vida, que consigue escapar en un despiste por un ventana, para así alcanzar su libertad, y es devorado por las fauces de una tormenta. Decidió gritar con toda su alma, a ver si su abuela se daba cuenta y lo despertaba de esa pesadilla dantesca en la que estaba.

Para lo sorpresa de Benrir lo único que aconteció, fue que una sonrisa se iluminó ante el. Era una boca del tamaño de un lago, y sus dientes como una sierra montañosa devastada por las llamas.

- Mi voz es la causante de estas inclemencias climatológicas, soy Jasku, el domador del tiempo. Has caído en mi guarida, donde medito en la más profunda soledad. Aquí, no corre el tiempo pues Atagoliath, me castigó dejándome aquí por la eternidad, sólo viendo la luz del fulgor de los rayos que salen de mis fauces. No hay nada en ésta prisión.

Benrir estaba con el corazón encogido como una flor cubierta por la escarcha a la alborada. Su cuerpo no respondía, sus cuerdas vocales no vibraban, era incapaz de articular palabra.

- Hace años que nadie entra aquí- Dijo Jasku- No voy a hacerte daño, parte de mi castigo es no tener ni hambre ni sed, no siento absolutamente nada en esta tenebrosa estancia, Solamente pienso, pienso en lo que podría hacer en la libertad del basto mundo del Secreto Olvidado. Y tú, ¿Cómo has llegado hasta aquí?

Haciendo acopio de todo su valor, benrir le habló al gran lobo al que sólo podía ver sus grandes fauces.

- No sé ni dónde estoy. Ni siquiera sé si todo ésto es un sueño. Si tú eres la eres la personificación de todos mis males que se ha personificado en mi mundo onírico. Pero he sentido el frío, el granizo azotando mi cuerpo, he visto la luminosidad de los relámpagos. Desconozco quien impuso tu condena, aunque me parece demasiado severa. Pero está claro que ésto es un mal sueño, si éso es…

Jasku comenzó a reirse de manera atronadora.

- No te ofendas, es el único chiste que escuchó en una miríada de siglos. Estás atrapado aquí y has caído en mi estancia. Y afirmas no conocer a Atagoliath, curioso, muy curioso.

Jasku permaneció en silencio largo tiempo, a Benrir le dio la impresión de que estaba mascullando algo que le resultaba ininteligible pese a su imperiosa voz.

Vio que sus fauces volvían a estirarse en una risa cínica que esconde algo.

- Creo que ambos podemos resultarnos útiles uno a otro- Dijo Jasku- Puedo hacer que salgas de esta negra oscuridad atemporal. Verás. Estoy cumpliendo presidio en el interior de la más alta montaña, construída personalmente por los trasgos subordinados de Atagoliath. Su estructura está reforzada con Ghirskillghe, el material más resistente que existe en este mundo. Es una aleación de diamante, telas de oscuridad tejidas por Arañacran, y sangre pura de niños sacados de sus madres. Todo esa aleación sufrió un encantamiento por el tenebroso Atagoliath. Lo que me hace estar aquí hasta que el decida. Pero en la montaña hay grutas por las que suelo colar mis vientos y nubarrones al exterior, obviamente yo no entro por esas ranuras. Pero creo que yo podría colarte con la ayuda del viento que alberga mi ser.

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⏰ Última actualización: Aug 05, 2019 ⏰

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El Niño Que Se Perdió en Una CanciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora