Tercero.

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Min Ho y Felix se encontraban en un centro comercial donde vendían la ropa favorita del menor.

— ¡Es esa! — señalo el menor la tienda de ropa que se entraba en frente de ellos.

Min Ho tomó la mano por que había mucha gente y tenía miedo que se perdiese a lo que el menor se avergonzó causando que subirse sangre a sus mejillas adornándolas de un color Carmín suave.

— No me perderé — dijo Felix divertido.

— No me importa — contestó en un tono un tanto dominante a lo que Felix saca un jadeo.

Se adentraron a la tienda mientras Min Ho no soltaba en ningún momento.

— Mi mano se pondrá Roja si no la sueltas — Dijo y Min Ho lo miro.

Felix tenía que admitir que con esa actitud lo deseaba más, había tomado una actitud demasiado dominante algo que amaba por supuesto.

— Me importa poco que no te pierdas, tengo que estar seguro ¿bien? — gruño bajo y el contrario lo miro con deseo — Deja de mirarme así — suspiró.

El Australiano desvío la mirada sonrojado. Sentía la mirada de todos en él, teníamos que ser sinceros, u cuerpo tan deseable como Felix, unos labios tan perfectos, nadie perdería la oportunidad de probarlos o con que sea mirarlos.

— Busca la ropa cariño — sonrió besando su mejilla a lo que su pequeño novio dio un brinco del susto.

— ¿estás bien? — el menor rió y fue a buscar ropa.

Después de varías vueltas hacia la tienda eligió su ropa favorita para medirla.

— Esta me gusta daddy~ — sonrió inocente y Min Ho suspiró.

— Felix, no soy daddy — suspiró de nuevo — y no te puedes llevar eso está muy escotado... — lo miró y luego bajo la mirada.

Felix formó otro puchero — como ya era costumbre — sin antes decir — ¿y si la compro con mi dinero? — lo miro y Min Ho negó.

— Cuando la utilizaras, eso es una lencería — dijo mientras sacaba su teléfono.

— Cuando me dejes gemir tu nombre — Min Ho suspiró y Felix corrió rápidamente a cambiar su ropa.

Término de elegir, ya tenía la ropa lo único que faltaría sería comprarla.

— Yo lo pagaré — Min Ho sonrió sacando su billetera.

El contrario asintió y dejó que este pagará.

— M-Min Ho es mucho, Déjame ayudarte... — lo miró.

— yo pagaré — lo acercó para darle un pequeño beso y pagó.

Tomó la mano de Felix ya con la S bolsas para salir las bolsas eran grandes — muy — y pesadas, antes de que salieran del centro comercial Min Ho abrazo a Felix y lo beso sin importarle las miradas de las personas.

— Te amo — sonrió y el australiano se sonrojo dejando notar más sus lindas pecas que ese día no se había maquillado.

— Yo también— sonrió y volvió a tomar su mano para caminar.



























No sé que hago a las cuatro de la mañana actualizando aYuDa 😩

Deseo SexualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora