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Es el dia del baile, para todos los chicos lo común seria estar super feliz y emocionados, lo cual ese no era mi caso, no era algo que realmente me interesara, una de las razones era por que no tengo pareja, pero la realidad era que yo pensaba en lo superficial y falso que era la coronacion, sólo es un evento para que ver que chica(o) era la más bonita, popular y querida por todos, mientras que a las demás chicas se les baja el autoestima poco a poco por no cumplir con los estándares sociales, pero da igual lo que yo pensará, tenía que ir a ese dichoso baile. Mi mejor amiga Perla sería la reina del baile y eso es 100% garantizado, ella era bonita, inteligente y muy popular, además de buena persona, somos realmente opuestas, pero aún así la adoro, sómos amigas desde los 4 años, y aunque para mi no era importante para ella sí, yo estaría en cualquiera de sus logros, eso es seguro. Escuche un auto estacionarse, Perla acababa de llegar a mi casa, significaba que ya era hora de arreglarnos, como dije Perla y yo somos muy diferentes, mientras ella pensaba llevar un vestido brillante que todas envidiaran, yo tenía en mente un vestido de flores sencillos y cómodo, pero como dije, en este día no contaba lo que dijera o pensará. Asi que Perla me compro un vestido. Debo admitir que al ver los vestidos me enamoré, eran realmente bonitos, Perla lucia un vestido dorado, no tan extravagante pero si era muy hermoso
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Y yo por mi parte un vestido negro, y me gustó mucho, era una mezcla de sexi, atrevimiento, inocencia y elegancia.
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Llegó la hora, había llegado el novio de Perla, mi mejor amigo por cierto, obviamente desde que salen ya no nos llevábamos igual, pero aún lo aprecio mucho. Joel llego en una limosina blanca muy hermosa, salió para abrirnos la puerta como el caballero que es.
