Origen de un Demonio.

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Recuerdo bien cuando mi vida era normal, cuando todavía tenía un cuerpo hecho de carne y hueso, cuando aún podía sentir entre mis dedos las texturas de los numerosos pétalos que caían de los árboles de Cerezo que había en mi hogar, cuando podía sentir los olores de la comida de aquel planeta que llamaba hogar.

Fue un lunes 23 de julio del año 2168 eran 8:30 a.m. si no me equivoco, en ese momento estaba trabajando.

Trabajaba como médico para la Organización farmacéutica Bellfraust una empresa que solo existe en el planeta Taurus, lugar donde nací y vivía antes de aquél accidente que marcó mi vida.

Todo comenzó cuando un agente de la Ciber-unión fue a mi Oficina a hablarme de un proyecto en el cual se suponía que yo iba a ser uno de los médicos seleccionados para un experimento que se estaba realizando en el planeta Skrag.

Lo sé, que idiota fui, ¿verdad?, que se puede esperar de alguien con traje y corbata y que termine siendo beneficioso para ti.

Al llegar al planeta skrag, me recibió aquel hombre a quien maldigo hasta el último día de mi vida, el doctor Zak'r, él era encargado de dirigir el proyecto tártaro, del cual no hace falta hacer mucho hincapié de que yo fui el único conejillo de Indias, como sea, lo que tú quieres escuchar es lo que me pasó y no el relleno, así que aquí viene.

En mi estadía yo solo era tratado como un paciente y no como uno más de los científicos y doctores del proyecto, cuando solicitaba algún tipo de información al respecto de porque me habían elegido para este trabajo lo único que me contestaba el bastardo ése era que me necesitaba por mis capacidades únicas, ¿capacidades únicas?, ni que fuera un súper soldado o un atleta sobresaliente, solo era un médico de una empresa que ni siquiera al día de hoy ha logrado salir de su planeta de origen.

Al llegar el tan esperado día del experimento el cual fue designado para el día viernes 24 de agosto fui llevado a la Sala de experimentos con el pretexto de que fuera a ayudar al personal presente en la sala, al llegar al lugar indicado me percaté de que no había nadie en aquella habitación, solo habían dos asientos uno vacío y otro estaba ocupado por el cuerpo de un androide, ambos asientos tenían un aparato que se debía de colocar en la cabeza del sujeto de pruebas cuando intenté escapar las puertas se cerraron y fueron bloqueadas remotamente, en el lugar fue liberado un gas somnífero lo suficientemente potente como para dormirme unas cuantas horas las suficientes como para colocarme en la silla y el iniciar a calibrar las máquinas para el proceso.

Cuando desperté ya se había iniciado el conteo regresivo para iniciar el experimento pude sentir un terror inimaginable era tanto mi temor que sentía como mi corazón latía más rápido y como incluso sudaba por los nervios, aunque no era un hombre muy religioso lo único que le pedía a Dios es que mi muerte fuera rápida e indolora, al terminar la cuenta regresiva empezó el cambio conciencia al principio empezó como un pequeño cosquilleo seguido de un gran dolor indescriptible, en pleno proceso pude sentir como mi sangre estaba hirviendo, aullidos de dolor y desesperación salían de mi boca y se podían escuchar por toda la habitación, lo último que sentí estando en mi cuerpo fue como mi corazón explotaba mientras que el resto de mi cuerpo estaba ardiendo en llamas.

Al parecer el intercambio fue un éxito mi conciencia había sido implantada al cuerpo de un robot de Seguridad Dh-123 cuya función solo era patrullar en lugares de máximo interés, el problema es que el cuerpo estaba dañado por el paso del tiempo y por ciertos disparos en el brazo izquierdo y pierna derecha.

Tardé un poco en acostumbrarme a usar este cuerpo lo único que tenía en mente era escapar el único plan era fingir un comportamiento errático para que enviarán guardias a la sala de pruebas, lo primero que hice fue gritar y empezar a destruir el lugar, sabía que un poco de destrucción a la Sala no serviría de mucho, así que empecé a golpear fuertemente la puerta, aunque las abolladuras no eran muy profundas ya había llamado mucho la atención, y llevaron a los guardias a la Sala, intenté correr lo más rápido que pude ignorando los disparos hacía mí, la puerta se estaba cerrando, aunque cojeaba de la pierna derecha logré esquivar a los guardias aunque las balas habían penetrado ya lo que quedaba de armadura en el tórax, eso significaba una cosa un disparo más y destruirían mis circuitos centrales lo que significaría una muerte segura, estuve corriendo en busca de una ventana para saltar, aunque tenía una gran posibilidad de morir al saltar de la ventana del piso 60, no se me ocurría otra opción, era saltar o ser acribillado por las balas de alto calibre de los guardias, es curioso pero en un momento llegue a encontrar una oficina, lancé una silla a la ventana para poder crear una salida, aún sin un cuerpo de verdad podía sentir un miedo y nerviosismo muy grande, era ahora o nunca, tirarme con la probabilidad de morir en paz pero dignamente o quedarme y probablemente morir en más experimentos o la más probable que era volverme práctica de tiro al blanco, así que tome la opción más sencilla, saltar.

Cuando salté yo puse toda la fuerza en mis pies,no me importaba que se dañasen, si se iban a destruir que fuese por la fuerza de gravedad, al tocar el suelo pasó tal cual como me esperaba, mis piernas no soportaron el impacto y ambas quedaron inutilizables, podía ver que un centenar de personas se me quedaron viendo, intenté escapar de la ciudad arrastrándome,ahora mi único destino era ir al basurero y no de manera irónica.

La Historia de Killer DemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora