◇◇◇10◇◇◇

109 20 3
                                    

En su interior lo sabía, no necesitaba nada más que ver esos ojos marrones y ese rostro parcialmente cubierto para darse cuenta que la persona bajo esas mantas era la misma de hace 300 años atrás

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En su interior lo sabía, no necesitaba nada más que ver esos ojos marrones y ese rostro parcialmente cubierto para darse cuenta que la persona bajo esas mantas era
la misma de hace 300 años atrás. Tenía la escena muy detallada en su mente, la "campesina" que la miraba
con esos ojos marrones vivos que había tenido la oportunidad de conocer, su cautela al expresarce con ella, la humildad, la sorpresa de que una chica de la nobleza le dirijiera la mirada y la palabra. Pero ¿Por qué esta mujer era un extremo opuesto? ¿Y si al reencarnarce las personas tienen una actitud distínta? ¡Pero que estaba diciendo! ¡Ella no era la campesina de su época! Pestañeó un par de veces, pero antes de retirarse pada salvar la gota de dignidad que le quedaba, y por supuesto antes de que ella le gritara por entrar a su habitación, Jennie sonrió bobalicona cuando se retiraba de la cara la manta que la cubría. Una sonrisa....¡Una sonrisa! El gesto la dejó aturdida.

Jennie: ¿Hola? - por el olor era obvio que estaba borracha, aunque quizás enferma también - ¿Eres un hada del bosque?

Jisoo: Señorita Kim, usted está teniendo alucinaciones, le ruego descanse. - le indicó la bandeja a su lado - La señora Ailen le ha cocinado esto, es una sopa de pollo.

Jennie: Hada, hadita, hadita. - Alargó su mano apuntando con el dedo índice hacia ella, lucía cansada, la piel le ardía y sudaba - ¿Concedes deceos?

Jisoo: Las hadas no existen. - "Pero me he transportado 304 años más adelante, quizás debería considerar la idea de su existencia" Pensó confundida, le era incómodo que la Señorita Kim estuvuera en un estado de aturdimiento, dulzura y ebriedad. Quería salir corriendo ante la idea de que ella fuese a reencarnación de aquella campesina. ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué ella!? - Tome la sopa por favor.

Jennie: No puedo mover mis brazos, me duele el cuerpo, estoy enferma. - Hizo un puchero y ella frunció el ceño ante esa actitud, el alcohol causaba milagros, aunque fuesen pasajeros - ¿Me la das tu?

Jisoo apretó sus manos, indecisa ante aquella inesperada petición ¿Por qué tendría que ayudarle ella a tomar la sopa? Jennie Kim era una mujer petulante, una mujer que podría calificar como una "casanova" y egocéntrica, incluso le había dicho a la mujer que había encima suyo, que ella era una sirvienta nada más. No tenía nada encontra de los criados y los consideraba necesarios, su labor era imprecionante, tener que soportar las peticiones y ofensas de los jefes era algo que ella no podría hacer. Pero esto era distinto, Jisoo Cavendish no era una mujer vengativa y mucho menos guardaba rencor, la habían criado para tener carácter, pero también su ser interior le había enseñado a ser diferente y buena con las demás personas. Le dió una mirada a Jennie con molestia, pero esta le seguía sonriendo bobamente, esta vez le estiraba la cuchara para que le diera la sopa.

Jennie: Hadita, dame la sopita por favor. - Dijo en un tierno puchero que hizo que Jisoo gruñiera, pero como siempre ante todo mantenía la compostura de una señorita con clase.

Jisoo: ¿Puede apoyarse en el respaldo de la cama? - Quejándose Jennie se fue apoyando tal y como la "Hadita" se lo había pedido, aunque se sintió demaciado bien cuando le acomodó las almohadas tras su espalda - Tome, aquí va la primera cucharada.

Between Love & Time. (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora