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Tyron. Pienso, en cuanto escucho aquella voz.
Miro hacia mi costado, los chicos parecen sorprendidos. Tampoco tardan mucho en notar su llegada.
-Después de todo, no son tan inútiles como creía.- es lo primero que dice en cuanto nos ve.
Zak toma la iniciativa, avanza unos cuantos pasos hacia el frente y lo encara. -Lo suficiente, como para tomar primero las armaduras que tú.-
Aquel comentario fue suficiente para que Tyron solamente se limitara a verlo, estaba molesto.
Igual que Zak.
-Los ataques en la colina.- comienza a hablar Kiet. -Has sido tú, ¿cierto?- inquiere, avanzando hasta estar a la par de Zak.
-Podría haber sido yo.- responde mirando hacia sus costados. -Pero decidí dejarle esa tarea a alguien más.-
Psynode.
A su lado, aparece otra silueta.
La mayoría de su cuerpo iba cubierto por trozos de metal, y lo único que podías distinguir de aquello, era su color azul, oscuro y muy nítido. No parecía ser un humano, sino alguna clase de descendencia de las teades.
-Admito que pensaba que seria más difícil.- dice él. -Pero creo que atacarlos no fue tan complicado después de todo.-
Los recuerdos de la noche pasada llegan como flash a mi memoria, e inmediatamente una sola cosa invade mi mente.
Lon me estaba diciendo la verdad.
-Era cierto.- murmuro, contemplando la escena.
-¿Acaso no te gustaba trabajar solo?- inquiere Zak.
-A veces.- responde comenzando a acercarse hacia nosotros. -Es bueno tener, aliados.-
En momentos como estos, tenía demasiado en claro, muchas de las cosas que estaban por suceder.
Tyron quería las armaduras, y nosotros igual, pero solamente uno de los dos lograría escapar con ellas.
Y debíamos de ser nosotros.
-Kiet.- llama Zak.
Aunque no tuviésemos ni la más mínima idea de como usarlas para liberar todo nuestro potencial, eso no podía ser excusa, al menos no ahora.
-Onda-Geo-Sen.- exclama, generando una cortina de humo frente a nosotros.
Aprovechamos aquel movimiento y comenzamos a avanzar hacia los deslizadores.
-Por ahí.- señala Fenzy, mientras continuábamos corriendo.
Una enorme explosión aparece frente a nosotros, y antes de poder hacer cualquier otra cosa, logran atacarnos desde atrás.
