IX

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22/07/13 5:12pm

Ella había decidido no detenerse ante nada.

Las estrellas hablaban por ella.

Los libros contaban historias que ella creía ciertas.

El mundo se cerraba a su alrededor cuando aún así era enorme desde su punto de vista.

Seguía siendo la dulce niña que miraba por la ventana deseando volar como los pájaros y nadar como los peces.

Cuando las estrellas se volvieron puntos distantes en el firmamento y las historias sólo eran fragmentos inacabados de la vida de un ser inexistente; comenzó a volar sin levantar los pies del suelo y a nadar sin mojarse aquel suave cabello.

Por que las historias habían empezado a vivir en ella y en sus innumerables sueños.

Un alma aventurera impulsada por la niña que aún guarda en su interior, con ganas de seguir creyendo en aquellos cuentos de hadas.

Brillo LatenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora