Parte I: ¿Y si fueras tú?... 1

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¿No sienten que todo lo que han vivido pueda ser una de múltiples realidades, en las cuales cada una toma su curso dependiendo de las decisiones, pensamientos, acciones, personas, tiempos, que hayas tomado, dan como resultado la realidad en la que estás?
Aunque, igual pueda tratarse de pura suerte, ¿Qué pasaría sí tuvieras la oportunidad de volver el tiempo atrás, y tomar exactamente las mismas decisiones que ya habías tomado, y el resultado será completamente diferente? ¿Será simplemente suerte? O será que realmente ya todo está predestinado, tu destino se decide desde el día en que naces, así que realmente no tienes autoridad sobre lo que depara tu futuro, pues nada de lo que hagas o no afectará realmente, y nada podrá hacer que te libres de lo que ya estaba escrito para ti, como si todo se tratara de un plan más allá de la comprensión humana, los religiosos lo llamarían el destino que Dios tiene para ti, los creyentes de las energías, que se trata simplemente de la alineación cósmica o energías místicas hace que todo lo que hagas o hiciste, inclusive lo que harás, ya esté escrito por el cosmos.
Sea lo que creas, o lo que decidas, eres esclavo de tu destino, un destino que todos los seres vivos, sean humanos o no, compartimos... la muerte.
Pero, y si todo esto, ¿tiene un propósito?
¿Y si todas las cosas pasan por algo?
Puede que las cosas malas o buenas quete estén pasando sean por algo que te tiene preparado la vida, algo que posiblemente ahora no entiendas, pero que con el paso del tiempo lo irás descubriendo, podría ser un futuro asombroso, o uno devastador, pero eso es lo divertido de la vida, puede que la comprensión humana sea limitada y muchas veces no entendamos que realmente las cosas suceden por algo, futuros inciertos en dónde nada, ni nadie pudiera saber lo que realmente pasará. O puede que lo sepamos, o nos den presentimientos de lo que pueda suceder, pero realmente sólo son eso, presentimientos, de que algo va a suceder, pero realmente no sabemos qué es, o cuándo va a pasar. Lo único que sabremos realmente, es que va a suceder y tenemos que estar preparado para ello. Todo tiene un propósito en esta vida. ¿O no? Y si no lo tuviera, ¿Qué chiste tiene vivir? Pero... ¿Y si lo tuviera?
Es tonto que un adolescente se pregunte esto, pero es porque simplemente estoy harto de las cosas que pasan, anteriormente estaría expectante a las cosas que podrían suceder, un mar de infinitas posibilidades, todas ligadas a un mismo destino. Pero lamentablemente las cosas cambian, los pensamientos cambian, y realmente ya no me interesa lo que la vida, el destino, o Dios(dependiendo de que crean), tiene para mi...
Puede que suene un poco cliché, pero soy el típico adolescente traumatizado por eventos de su pasado los cuales hicieron que perdiera cualquier tipo de fe, y ganas de seguir adelante.
Y si te lo preguntas, entonces, ¿Por qué sigues aquí, y no simplemente desapareces?... si supieran la cantidad de veces que me hice esa pregunta día con día desde hace 6 años, y pues... la respuesta es simple, soy un cobarde para incluso llevarlo a cabo.
Así es, soy un estudiante de preparatoria, emo, suicida, pero que además es cobarde y aunque sí, lo he intentado, y se me ha pasado por la cabeza una infinidad de veces, tengo miedo del suicidio.
Pero tú dirás, ¿cómo es posible que ya lo hayas intentado? O ¿cómo pasó?
Pues realmente es algo gracioso los métodos que utilicé, pero como realmente ya me vale un kilo de lo que más les gustará a ustedes, lo contaré.
Estaba en 2do año de secundaria, era morbidamente obeso (lol ni siquiera sé si exista esa palabra), mi padre se había vuelto un alcohólico, mamá nunca estaba, y Leo, el realmente ya no estaba... creí que sería fácil cómo en las películas o series, en las cuales muestran las distintas formas del suicidio demasiado fáciles, aunque claro, de realizar físicamente, si bien, ahora que lo pienso, emocionalmente también se veía fácil, sólo se necesitaba de estar en una etapa de depresión o ansiedad en la que, por algún impulso lo realices. Sin embargo, ese no fue mi caso, tomé una navaja de las tantas que tenía mi padre para afeitarse, e hice un corte en vertical a mi brazo, justo en la muñeca. ¡Pero nadie te dice que no sólo duele, ARDE!.
Salí corriendo al ver mi sangre, y para mi buena suerte, mi madre iba entrando a la casa, así que, ella me atendió.
¿Cómo te pasó esto? -rápidamente preguntó mientras yo lloraba cómo un Marica y ella atendía la herida.
Se me rompió un vaso y, uno de los pedazos de vidrio me cortó. -mentí
No le diría a ella que había intentado suicidarme, no para hacer que no se preocupara, sino, porque estaba seguro que lo iba a tomar como un disparate de niño tonto que quería llamar la atención, y por supuesto, ella no me iba a dar ese tipo de atenciones.
Aunque realmente me pregunto, ¿y si le hubiera dicho, y lo tomaba de una manera sana, me llevaría a psicólogos y me daría más atención?. Y eso habría evitado los intentos siguientes, viviría felíz, o al menos ya no pensando en Leo. Pero... ¿y si no? Y si su reacción habría hecho que siguiera intentándolo, hasta por fin realizarlo.
Ahora que lo pienso, esto último no habría sido diferente de lo que sucedió después, seguí intentándolo, al menos otras 2 veces. Y déjenme decirles que fue un completo desastre. La segunda vez que lo intenté, fue con una soga y no salió muy bien, como ya les mencioné, era extremadamente obeso, así que, cuando intenté hacerlo, la cuerda simplemente no aguantó mi peso y se rompió. Y la última, había visto en televisión como se podían suicidar con una sobredosis de medicamentos, así que, agarré un frasco de pastillas que papá tenía en su cajón de ropa interior y me tomé todo el frasco.
Aquí les daré una lección amigos, lean todo lo que quieran consumir, siempre lean.
A los pocos minutos empecé a sentirme horrible, un dolor, un gorgoteo en el estómago, y después unas exorbitantes ganas de ir al baño.
Me había tomado unas pastillas para el estreñimiento. No hace falta explicar que siguió después, así que, sólo les diré que logré sobrevivir aunque sí, demasiado deshidratado.
Después de eso no seguí teniendo el coraje para intentarlo nuevamente, y desde ese punto, empecé a alejarme de cualquier tipo de problema. Básicamente soy un cobarde que se la pasa huyendo de cualquier problema, sin tener el mínimo interés de enfrentarlos, o más bien, la valentía, el coraje, los pantalones, de dar la cara y salir adelante cuando se me llegue a surgir una complicación.
Tampoco me interesaba en lo más mínimo el sentido de la vida, perdí la fe, y simplemente sobrevivía a la vida.
Digamos que la perdida de Leonardo "Leo" cómo yo le decía de cariño, me había afectado tanto y de distintas maneras, él era mi mejor amigo en todo el mundo, mi hermano mayor, con el comparti todo lo mágico de ser niño, me divertía tanto. Éramos tan unidos que inclusive no teníamos que decirnos nada y aún así, ambos sabíamos exactamente lo que el otro quería decir. Teníamos una clase de conexión, más allá de los lazos carnales o familiares, era cómo si fuera algo espiritual.
A Leo siempre le había encantado leer ciencia ficción, le interesaba sobre todo las teorías sobre el paradigma humano, las múltiples realidades, y el destino. Creía que todos habíamos sido creados para cumplir un rol, que había un propósito para el que todos y cada uno de nosotros esté aquí, existiendo, justo en este mismo momento, en este mismo lugar y en este mismo tiempo.
Era sin duda además el alma de la casa, él siempre hacía que todos tuviéramos una sonrisa, pero... todo tiene un final, algunos nos vamos antes y otros nos quedamos aquí.
Era un día normal, yo estaba en la escuela, y él tenía que irme a recoger, yo siempre me había caracterizado por ser un busca pleitos(es irónico que en el pasado haya sido así, y ahora soy todo lo contrario). Así que ese día, la maestra me había llamado la atención por agredir a un compañero en clase de deportes, así que tardé en salir 15 minutos. Leo además de ser el hermano, hijo, y humano perfecto, era demasiado puntual, así que para la hora de salida el ya estaba afuera, esperándome, sin saber lo que ese día pasaría.
El siempre esperaba las cosas abiertamente, sean buenas o malas, y el creía que todos en esta vida tiene un propósito, inclusive él estaba expectante de lo que el destino tenía preparado para él, siempre estaba diciéndome que todos estábamos aquí por algo, y que estaba seguro que, por lo que sea que el estuviera aquí, iba a ser grande. Él tenía un sueño, siempre le gusto estar ahí para apoyar, siempre le gustaba ayudar a todos, sean conocidos o no. Y todo el mundo lo sabía, él iba a ser grande, una persona amada por todos, una persona alegre, la cual, siempre tenía un hombro para todos en el cual llorar. Decía las palabras correctas en el momento adecuado. No había ninguna duda para dudar que algo grande estaba preparado para él. Era mi héroe, e incluso yo aunque no comprendía bien las cosas que decía sobre el destino, pero sabía que el iba ser lo que se propusiera, su futuro iba a ser enorme... o eso creía.
Mientras yo estaba con la maestra, Leo estaba esperando afuera, sin embargo, yo ya estaba tardando mucho, así que el fue a comprar una bebida a un oxxo, pero al cruzar la calle... sucedió...
Tal vez unos pensarían que fue mala suerte, o una jugada del destino, simplemente...pasó.

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⏰ Última actualización: Aug 09, 2019 ⏰

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