Parte Cinco : Nuestro Secreto

679 72 104
                                    


Boruto miraba al chico con los ojos entrecerrados, muriendo de celos, lo peor de todo es que ni siquiera sabía por qué sentía tantos celos por un chico. Odiaba sentirse de esa forma y de algún modo estaba acostumbrándose. Después de todo tendría que ser una mujer por el resto del año y todavía faltaba mucho para eso. Quería sujetar la mano de Saruno y alejarlo, no pudo, no debía; no era lo correcto. Tan solo se quedó contemplándolos en silencio, carcomiéndose la bronca, dejando que su estómago sintiera revoltijos por la rabia. Su pecho ardía por los celos. Akihito le sonrió, le susurró al oído algo que no alcanzó a escuchar y se apartaron unos metros de la rubia. Arrugó su nariz en un intento de contener su ira y masculló, irritado. Una voz masculina lo sacó de su momento, logrando que saltara de un brinco por el susto.

—¿Quién es ese?

—¡Ah! ¡Mitsuki! ¡No me asustes así!—se quejó irritado.

Mitsuki sonrió divertido. Le daba risa cómo había reaccionado. Una vez que se recompuso, giró hacia los dos, sinceramente, no lo conocía y ya sentía unos celos irreparables. Hizo unos pucheros obvios mientras los veía interactuar. El albino estaba igual de preocupado que Haruko y no porque le interesara el asunto, solo porque su amiga no le había comentado nada acerca de ese chico. Desvió la mirada hacia la rubia y sonrió. Se le notaba que moría de celos y no sabía cómo ocultarlo. Eso le daba puntos a Saruno. Sentían algo mutuo.

—Entonces, ¿qué piensas de Saruno? ¿Te gusta?

Boruto sintió que su piel se le erizó ante semejante pregunta. ¡¿Gustar?! ¡¿Saruno?! El rubor que se tiñó en sus mejillas, pronto se volvieron rojas como un tomate. ¡No iba a admitir que le gustaba enfrente de su amigo! ¡Claro que no! No era que sospechaba sobre que era invertido ni nada similar, ¿verdad? El problema era que apenas asimilaba la idea y no quería aceptarlo del todo. Trataba de verlo como un amigo y no podía. La atracción hacia él era indiscutible. Lo señaló avergonzado:

—¡No! ¡No me gusta, y...! ¡No tengo idea de quién es ese!

Mitsuki le enseñó una mirada pícara una vez más. Le causaba risa cómo negaba que sentía algo por ella, aunque no sabía que en realidad, era una chica. El albino hace tiempo sospechaba que Haruko era su amigo, ¿cómo lo sabía? Eso era obvio. Conocía a Boruto como la palma de su mano y sumado a eso, era como un libro abierto. Era fácil de leer sus reacciones y pensamientos. No era tan difícil darse cuenta que era un invertido. Sabía sobre el proyecto porque su padre también trabajaba para le laboratorio que fabricaba las drogas. Por lo que incluso también sabía quién era el experimento social de Sarada. Y era sin dudas Boruto. Eso lo decía todo. El único motivo por el que todavía no se lo decía a Sarada, era porque quería que ellos mismos se den cuenta de sus sentimientos, para poder avanzar en su experimento.

Boruto miró de reojo a su amigo, tenía en sus manos un libreto y un jugo, ¿y eso qué significaba? Enarcó una ceja confundido y se cruzó de brazos, miró el libreto y luego a su amigo, esperando que le respondiera, el albino se percató enseguida:

—Buscaba a Saruno—sonrió—. Lo están solicitando en el Puesto de Besos.

Boruto amplió sus pupilas mostrando una expresión desaprobatoria. ¿Puesto de besos? ¿Y eso qué demonios era? ¡¿¿Saruno participaría de qué?!! Volteó por reflejo hacia el pelinegro, que esta incorporándose a su lado, junto con el supuesto amigo que todavía no sabía quién era. Sarada escuchó lo último que haía dicho Mitsuki y no estaba de acuerdo. No iba a participar en ese tonto evento del tercer curso donde estaba Chouchou. ¡De ninguna manera!

—No participaré de eso—se negó molesta y cruzándose de brazos—. Recién acabo de rechazar algunas cartas, que...

—No hay manera de negarse—le reprochó—. Solo serán unas dos o tres chicas. No es que te quedes sin tu primer beso o algo así—le guiñó el ojo.

Invertidos (Borusara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora