Spideypool - One shots

Steve, ¿Le podrías decir a tu esposo que se calme con sus celos?

Y como era de esperarse, Peter Parker y Wade W. Wilson terminaron en una hermosa relación para nada forzada. Ambos sabían perfectamente quienes eran; Spiderman y Deadpool respectivamente. Y aunque al principio la única persona enamorada fue Wade, Peter terminó cayendo en sus encantos.

Los padres de Peter apoyaban la relación de la pareja, más que todo Steve quien era más sensible y mimaba mucho a su hijo en comparación con su esposo Tony, quien era bastante sobreprotector con su hijo y no dejaba que cualquiera se le acercara.

Pero después de un año y seis meses de Peter estar saliendo con Wade y éste estuviera en la casa semanalmente para pasar tiempo con la familia de su novio, el pseudo-corazón de Tony se iba ablandando al conocer cada vez más a su yerno. Aun así seguía siendo sobreprotector con él.

Lo gracioso de esto era cuando la pareja estaba a solas, con lo cual ellos se comportaban más cariñosos de lo habitual que al estar en público, estas acciones hacían despertar el sensor del padre sobreprotector, quien siempre aparecía en momentos como esos al ellos estar en casa.

—Estas muy lindo hoy —dice Peter mirando a su novio en un tono coqueto. Admirando la ropa un poco ajustada que cargaba el contrario con una sonrisa pícara.

—Tú lo estas más, mi Babyboy —responde el mayor aún más coqueto, sentado en la silla del comedor junto a su novio.

Lentamente el mayor se acerca para besar a su chico en los labios, tomando las rodillas del contrario para arrimarlo hacia él. Hasta que repentinamente llega Tony con unos platos con postres y se coloca en medio de la pareja, interrumpiendo todo a gran velocidad.

—Hey, deben de probar este pastel que hizo Rogers —colocó tres platos enfrente de los chicos, los cuales lo miraron extrañados— Jarvis, silla —dicho esto una silla se colocó detrás de Tony donde se sentó cómodamente en medio de la pareja cual niño pidiendo atención de sus padres.

—Anthony —se queja Steve arrastrando las palabras mientras salía de la cocina con unos vasos llenos de jugo de naranja para los cuatro— Lo siento, Wade. Sigue siendo niño por más que intentes cambiarlo –se burló viendo a su yerno, el cual rio negando con la cabeza.

Cosas así pasaban frecuentemente en la vida de ambos; inesperadas, bastante locas y para nada comunes. Otro ejemplo; más de una vez Peter había invitado a su novio a dormir con él. SOLO A DORMIR. Y más de una vez Tony lo rechazo y Steve aceptó.

—No te preocupes, arañita —sonrió Wade ante el rostro largo de Peter, el cual estaba triste porque nuevamente no dejaron a su novio quedarse a dormir con él —tomó el adorable rostro del contrario y le brindó un beso en la punta de su nariz.

—Te veré mañana? —pregunta Parker viendo solamente los labios de su novio, saboreando el último beso que se iban a dar esa noche. Según él.

—Mmh... creo que debo de ir con el idiota cuerpo de hierro a hacer no se qué mierdas de... —paró en seco al observar que el contrario parecía no escucharlo- ¿Hola?

—¿Ah?... Si, yo también te amo —al decir eso se acercó a él y le plantó un beso corto y rápido en los labios, dejando a Peter querer ir por más. Con lo que colocó sus brazos alrededor del cuello del contrario, Wade sabía perfectamente que era una señal de que Peter se encontraba lo suficientemente extasiado.

—BabyBoy, sabes que aún seguimos en la casa de tus padres —dice un poco entre dientes mientras observa encantado la cara embobada de su chico.

—¿Mmh? —lentamente se pega al contrario, cuerpo con cuerpo, sintiendo el calor de cada uno.

—¿Has escuchado algo de lo que he dicho en todo este rato, niño? —pregunta coqueto al sentir las pequeñas y no muy visibles embestidas que le proporcionaba su chico. Igualmente el mayor, siguiendo su instinto toma las caderas contrarias, apretándolo hacia él.

—No —responde pasando su mano izquierda por la mejilla de Wade y con su pulgar comenzó a acariciar su labio inferior— Quiero que te quedes esta noche conmigo —sonríe ladino y dando embestidas un poco más fuertes.

—Ejem... —carraspeó Wade al darse cuenta de la situación comprometedora en la que se encontraba, en la cual si quería salir vivo de esa casa debía de empezar saliendo en ese instante- Arañita, creo que es mejor... —tomó la mano de su mejilla y la retiró con dulzura.

—¿Pasa algo? —entra Tony al recibidor, viendo la escena completamente con ojos serios, fríos y calculadores— ¿Ya te ibas no, Wade? —se cruza de brazos completamente serio en su lugar.

—Señor Stark —habla su yerno retirándose de Peter completamente, dejando al menor con las hormonas algo alborotadas— Si, ya me iba. Solo estaba despidiéndome de Peter.

—Mm —asintió el mayor de los tres— Asegúrate de que sea rápido. No querrás que sea más tarde.

—Papi —Chilló Peter acercándose al nombrado y hablando bajito en un tono que solo él oyera—Deja a Wade dormir esta noche, vamos, solo por esta noche.

—Ya dije que no, cariño. Es mi respuesta definitiva —responde serio y erguido viendo a lo lejos al nervioso novio de su hijo.

—Vamoooos —arrastra las palabras— ¿Por qué si dejas a Samantha quedarse y no a Wade? —hace un puchero de lo más infantil.

En ese momento de discusión un poco vergonzosa para Wilson, ya que estaban hablando de él cosas de padres que piensan que violaras a sus hijos, los embarazaras y te iras como si nada. Pero justo cuando se creía todo perdido, Steve apareció para salvar el día.

—Anthony, será mejor que dejas a tu yerno quedarse esta noche, está cayendo granizo y es muy peligroso para él —gritó desde la cocina, haciendo que todos quedaran en silencio para oír la respuesta del mayor.

—¿Granizo? —se repitió a si mismo sin poder creerlo— Mmh... —resongó un poco— Supongo que puedo hacer algunas excepciones por hoy —respondió sin remedio el padre, sacando una gran sonrisa por parte de Peter— Eso si —señaló a Wade— Sillon del Sofa —señaló a su hijo— Cama de tu habitación. ¿Quedó claro?

Ambos chicos asintieron intentando ocultar sus grandes sonrisas blancas que demostraban la alta felicidad que tenían en ese momento. Tony se retiró del lugar no muy contento con lo que acababa de decir. Por Dios, el novio de su hijo iba a pasar la noche en su casa.

Esa misma noche a regañadientes y obligado por su padre Peter dormía en la cama de su habitación, Wade en el sofá del salón como lo habían obligado, Steve en el cuarto que compartía con su esposo y Tony en el taller observando las cámaras de seguridad que había colocado en las habitaciones.

—Papá, vete a dormir. No pasará nada extraño —dice Peter molesto al escuchar unos ruidos extraños provenientes de las cornetas de su habitación, que se usaban para escuchar a viernes. Era Tony que se le había caído una caja de herramientas y tenía el micrófono encendido.

—D-descansa, cielo —dijo el mayor por el micrófono y lo apagó nervioso al ser descubierto.

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