CUENTOS DE MADRUGADA

T H I N T O T H E B O N E S

Lo que a el le paso fue a causa de un pequeño comentario inocente; las personas suelen decir cosas sin medir daños y efectos, sin saber que tal vez, eso le arrancaría la vida a una persona sin pecado, que su único mal que había hecho, era creer en las palabras de personas que no saben cuando dejar de criticar; así comenzó el infierno para aquel pobre joven

Una reunión tranquila con su familia, todo era normal, niños jugando en el patio, la abuela cocinando y las tías platicando entre ellas de cosas de adultos, según siempre decían; fue en ese instante que una de aquellas mujeres lo miro analizándolo, y le dijo:

Estas un poco más gordo, querido, deberías comer menos y risas, eso le jodió más, que nadie dijo lo contrario, solo se rieron de el, como si fuera el chiste mas gracioso del mundo.

Buscando apoyo miro a su madre, quien solo se encogió de hombros, retándole importancia.

Subió al baño, y se miro en el espejo; su reflejo que se veía a través de este era totalmente gordo, se reía de el, de su cuerpo.

Ese fue el inició.

Lo que empezó con un no tengo hambre en la casa de la abuela, en una pequeña reunión familiar, termino con un pelinegro vomitando todo su almuerzo en el baño de su hogar

En los días ya no comía, o a veces lo devolvía en vomitos; iba diario a hacer ejercicio, como correr o algún tipo de aparato, nadie se daba cuenta de el daño que aquel joven se provocaba; nadie estaba ahí para secar las lágrimas derramadas en aquellas noches de insomnio, por no sentirse auto suficiente consigo mismo.

Así pasaron los meses, el estaba en los huesos, pero en su reflejo era otra historia; el sentía que esa persona gorda en el espejo se reía de el, lo veía tragando todo tipo de cosas, hacia que se diera asco, y terminara de la misma manera de siempre, con la cabeza adentro de la taza del baño.

Desgraciadamente, cuando la familia se dio cuenta... ya era tarde, el estaba tendido en el na cama de hospital, con una bata que le quedaba grande -por su estado de nutrición -, un tono de palidez y unas enormes ojeras adornando la parte baja de sus ojos.

Su madre desconsolada, pedía a dios por la vida de su hijo; su abuela... murió de tristeza, ya que su nieto favorito estaba el el filo de la muerte; y las tías se culpaban.

¿Por que tuvieron que ser tan crueles con sus palabras?

¿Por que jamas se dieron cuenta de su estado?

¿Por que jamás pidió ayuda?

¿Por que...? Muchos por que, muchas interrogaciones, y una sola respuesta.

Por que jamas les intereso aquel pobre chico, no les intereso el peso de sus palabras, ni las acciones que el hacia por estas mismas