Keep Yourself Under Control {Yaoi~BoyxBoy}

•Prólogo•

Palabras/oraciones en inglés explicadas al final.

•Prólogo•

El assassin* desvió su mirada carmesí del rostro aterrado de su víctima a una gran ventana con vista a la piscina del patio. La noche estaba estrellada y calma y la lejanía de la mansión de la víctima con respecto a la ciudad le permitía gozar de una privacidad conveniente para la tarea que estaba llevándose a cabo allí.

Había estado tranquilo estos últimos días, pero ya había pasado mucho tiempo desde la última vez que derramó sangre inocente, desde la última vez que se permitió explotar todo aquel provechoso don que la vida le había otorgado.

—Bonito lugar el que te conseguiste…-la voz del assassin sonaba rasposa, calma y sus palabras se arrastraban. No parecía en él haber ninguna clase de prisa con respecto a lo que planeaba hacer allí—. Recibes los primeros rayos solares por las mañanas y tienes una magnífica vista de la puesta de sol desde donde estoy parado… ¿A que sí?

Conversar con sus víctimas provocaba en él un delicioso placer oculto que ni siquiera el cuerpo virginal y curvilíneo de alguna de sus putas –o putos, porque no oponía reparos a la hora del placer carnal-, podía brindarle. Las lágrimas de sus víctimas descendiendo por sus mejillas, las súplicas…Le encantaban. Le hacían sentir poderoso.

Dirigió su mirada oscura y sedienta de sangre al rostro del pobre hombre que tenía sujeto de manos y pies a una silla de madera tallada a mano muy antigua y seguramente de gran valor. El sujeto, de suaves cabellos castaños, ojos cafés encharcados en lágrimas y una figura esbelta que muchos hubiesen envidiado pegó su espalda al respaldo de la silla todo lo que pudo. Tenía miedo…

—Es de buena educación el responder cuando alguien te hace una pregunta…-se sonrió el cruel sujeto, paseándose con pereza hacia su víctima, que de pronto comenzó a gemir de miedo.

Intentó luchar, intentó zafarse de sus ataduras para poder encontrar la manera de huir, pero sin embargo, era en vano.

Los ojos rojos de su atacante no dejaban de estudiarle de pies a cabeza y él no tenía idea de lo que iba a pasarle, aunque estaba seguro de que iba a morir. Sin embargo…Nunca pensó que justo él, pudiese hacer algo como eso. De todas las personas que podían ser asesinas, justo él.

Entonces, para total sorpresa de la víctima, el assassin dirigió aquellos intimidantes ojos a una esquina de la habitación y comenzó a hablarle a la nada, como si hubiese allí alguna clase de presencia que la víctima no pudiese ser capaz de apreciar.

—Kill him…-mencionó, en un susurro bajo, que tuvo cierta similitud con el siseo de una víbora—And remember: Slowly…*

Entonces, el sujeto de ojos carmesí se apartó. Primero, la víctima no supo qué estaba sucediendo y, por diez eternos segundos más, nada pasó; hasta que, repentinamente, sintió cómo algo caliente le subía por el estómago. Arrasaba con sus prendas y también con su piel. Era como un fuego que le estaba quemando y, sin embargo, mientras que miraba hacia abajo, no podía ver ninguna llama, ningún rastro de chispa que indicase que había presencia de aquel elemento.

Repentinamente las cuerdas que le sujetaban por las manos y los pies se comenzaron a apretar más y más, mientras que algo hacía presión en su cuello. Era casi como si alguien le estuviese estrangulando y, sin embargo, quien le había tomado por sorpresa esa noche continuaba sin moverse frente a él, con sus ojos fuertemente iluminados de aquel color rojo y con un deje de sonrisa maliciosa dibujada en su rostro. ¿Cómo era posible que aquello estuviese pasando?

— ¿Crees en los fantasmas?-preguntó su asesino— ¿Alguna vez sentiste cómo se siente que uno de ellos te quiera estrangular? Adivino que no…-se relamió los labios, mientras que se acercó más a su víctima—Sin embargo…Ahora lo sentirás. Vas a sufrir y gritarás, gritarás para mí…