Capítulo 1:

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Capítulo 1: "Frente a frente".

 Su aura misteriosa captaba la atención de la mayoría de los chicos que pasaban cerca de aquel parque ubicado frente a su universidad, fumaba su sexto cigarrillo y parecía preocupado por algo, algo indescifrable. Fijaba su vista en el pasto que decoraba en su totalidad al lugar, sin embargo estaba tan sumergido en sus pensamientos que no tenía una percepción individualizada sobre lo que provocaba a su alrededor, quizás es por eso que nunca me vio aunque no considero que esto haya sido malo... No conozco nada de él, por lo tanto no estoy seguro de cual habría sido su reacción al percatarse de que un chico como yo necesitara un babero por él.
 Un momento.... Levantó su vista... ¿en qué momen...-? Viene hacia acá. Joder. Tal vez no es a mí... ¿qué hago? Busqué en todas direcciones con una mirada disimulada hasta que pude divisar a lo lejos un callejón. Corrí hasta él. Una vez allí cerré mis ojos con fuerza y abracé mi libro. "No era a mí, no era a mí..." Me repetía una y otra vez, cuando me había convencido de esto abrí lentamente los ojos, pero a medida que lo hacía una silueta humana se iba construyendo rápidamente. Él chico se encontraba frente a mí.


-Eh... yo... -Caminé atolondradamente intentando salir-

-No te vayas –Sentí su mano agarrar con fuerza mi chaqueta. Me giró con violencia y se apegó a mí, podía sentir su respiración y sus manos agarrando mi cintura-.

-O-oye... -Debía estar sonrojado, mierda, mierda, triple mierda.-


Abrió su boca para pronunciar algo, pero una melodía salió de esta dejándome desconcertado. Iba a decir algo pero volvió a hacer lo mismo. Ahora la oía con claridad una canción que solía escuchar con frecuencia, amo esa canción, es más, la tengo de alar... ¡OH DIOS MI ALARMA!

***

Me levanté de golpe. Efectivamente, era hora de partir a la universidad. ¡AAAAAAAHG! Tomé el almohadón y me cubrí la cabeza, desde ahora en adelante odiaré esa canción con todo mi ser... Agarré el celular de manera violenta y lo estrellé contra el suelo. ¡OH YISUS, SI TAN SOLO ME HUBIERAS PERMITIDO SEGUIR CON EL SUEÑO!  Aunque posiblemente habría terminado en una...  El calor recorrió mi cuerpo y pude sentir como mis mejillas tomaban color y mis vellos se erizaban.

-Ya. Suficiente de esto por hoy- Me repetí cerrando los ojos y dándome leves golpes con ambas manos en las mejillas, respiré profundamente y partí al baño para darme una ducha rápida, me vestí y salí.
Caminé fuera de la habitación para, claro, partir a mis clases como de costumbre, sin embargo algo cambió ese día, algo de que me arrepentiré –o tal vez no tanto- el resto de mi vida.

Ahí, tal y como podía divisar en mi sueño, estaba el hombre que acostumbraba a venir frente a la institución en donde yo estudiaba. Acostumbraba a situar su perfecto ser en aquel lugar desde hace aproximadamente unos seis meses, momento que permitió el hecho de que finalmente aceptara mi atracción hacia los hombres. Fue realmente extraño y singular que me fijara en alguien se esta manera, mi proyección de vida era ser un hombre soltero y exitoso pero con este suceso ni en mis clases he logrado concentrarme como lo he hecho en toda mi vida escolar... No puedo quedar de brazos cruzados, es hora de que cambie y tome una iniciativa
¡YA SÉ QUE HACER! Tratar de conquistarlo... y si no es gay bueno yo... yo... ¡LO HAGO GAY! Paré y me apoyé en la muralla que se localizaba frente al tan mencionado parque y comencé a planear como me acercaría a él, suspiré y dirigí una mirada rápida hacia el que pronto terminó con mi vista clavada en cielo simulando nunca haberlo hecho. Estaba fumando, perfecto, ahora solo quedaba inventar una excusa para que lograra entablar una jodida conversación... Una calle, sí, busco una calle. Ya. No lo quiero seguir pensando porque sé que me arrepentiré. Caminé con pasos seguros hacia él... ¿y si no me continúa la conversación? ¿y si me mira con desprecio y se trata de un homofóbico? ¡KAMISAMA*! Mis clases, joder. No, ya estoy aquí. Clavé mis ojos en el pasto que en este momento parecía de lo más interesante para mí. Una grieta en el suelo... ¿Tembló hace poco? Quizás bajo la tierra las raíces monstruosas de los árboles quieren salir a la luz y esa grieta es una especie de advertencia. Una base de madera se situó interrumpiendo mi camino de grietas y césped. No quiero subir la vista porque sé que ya llegué y estoy junto a la banca, junto a él.

"Ánimo, ánimo, ánimo"

Me repetí, de manera veloz ascendí mi cabeza para encontrar sus ojos fríos imponiendo miedo que me decían "aléjate fenómeno". Me dispuse a volver por donde venía pero algo en mí no me lo permitió.

-Disculpe, ¿sabe usted donde queda el banco?-Sonreí-.

"¿¡BANCO!? WOOOOOW, PERO QUE CLASE DE IDIOTA SOY"

-Vete.-Soltó como escupiendo con desprecio-.

-Le estoy preguntando una dirección.-

Una chispa de ira me inundó cuestionándome si esta persona realmente merecía los sentimientos que yo sentía y tenía tan claros como el agua.

 -No me jodas mocoso- Se levantó de la banca en donde posaba su tan apreta... su repulsivo trasero y se dispuso a marcharse-

 Me considero una persona pacífica, es más, estoy seguro de que si en algún momento llegara a asesinar a una mosca la enterraría, aunque fuera un accidente la sensación de culpa vendría hacia mí, la paz con la naturaleza es algo que realmente valoro, y no sólo con la naturaleza sino que con todo ser que compone el ecosistema en que vivo... Pero esa parte de mí, esa parte tan propia mía se había esfumado por completo al ver su expresión escupiendo prácticamente con asco "No me jodas mocoso".

Tomé su mano de manera brutal con una fuerza sobrehumana -que ni sabía que tenía- y lo llevé hasta un callejón que estaba entre la heladería y la librería, lo coloqué contra la pared –aún actuando casi por un instinto salvaje que surgió de manera instantánea ante sus palabras- y afirmé sus manos dejándolo sin escapatoria contra la pared.

-¿Qué harás ahora? ¿Me darás duro contra el muro? – Me miró mordiendo su labio y sin hacer fuerza para zafarse-

Comencé a analizar la situación. Yo, él, callejón...

-¡WOOOOOOOOOOOOOOOOAH!-Lo dejé libre en cuanto capté el mensaje-

Seguía los pasos de mi sueño, sólo que algo... revueltos. Me puse en cuclillas con la cabeza apoyada en la pared decorada con grafitis con un desagradable olor a orina impregnado. Debía estar como un tomate, tan rojo como la sangre que sentía fluir por todo mi cuerpo, ardiendo como lava que recién sale de un volcán... ¡QUIEN ME MANDA A SER TAN IDIOTA! 

 Una mano se posó en mi hombro, al darme vuelta sus ojos como dos grandes platos me miraban sorprendidos, quizás mis reacciones no tienen nada que ver con mis actos, soy extraño, pero él había cambiado de un momento a otro haciendo que él pareciera aún más extraño que yo. No lo controlé, nunca pienso antes de actuar y espeté un "Me gustas" dejándolo más perplejo de lo que ya estaba...

-¡¿QUE MIERDA DIJEEEEEEEEEE!? -Tapé mi boca y salí corriendo lejos, muy lejos de donde estaba él.

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Hola mis sensuales lectoras $_$
Hoy ando de ánimo :3 avancé un poco este capitulo y pronto subiré el siguiente; atentas! 

PD: Si quieren decicaciones por favor pidanlas ¿oc? oc. 

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