El golpe debe provocar ardor, mas que dolor.
Se tiene que golpear al principio de manera sueve, dejar espacio entre uno y otro azote. Cuando se quiere provocar dolor o sentirlo, los golpes tiene que ser continuos, el ardos llega a ser tan alto que la piel pareciera quemarse, llega el momento en que hay tantos golpes en uno solo lugar que se empieza a pintar puntos rojos en la piel hasta que brota sangre, pero eso es excesivo para la primera sesión.
Lo delicioso es , que despues de unas cuantas nagladas o azotes en muslos, espaldas,piernas, la mano del amo acaricie, en ese momento uno siente que se expande todos los sentidos y todo lo demas deja de existir, solo esta esa mano y cientos de celulas sacadas del letargo de su confort.
Al vivirlo en carne viva se aleja el confort, y el cuerpo empieza a existir. Ese día uno comeinza a ver al amo como el posedor de la verdad absoluta, no solo como el dador de placer, debo mencionar que con este personaje jamás hubo penetración; el amo no solo es el dador de palcer, del dolor, sino el dador de vida.
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BDSM: Los amantes del látigo
NezařaditelnéTributo al amo Alexander. Un mundo lleno de reglas y placeres. Donde la duda no tiene cabida. Adiós mundo de vainilla, mundo de romance e inseguridades.