Estoy residenciada hace veinte años en el edificio Toom que está ubicado en media ciudad de Nueva York, allí he pasado los mejores años de mi vida, también he conocido las mejores personas... Últimamente he tenido que salir a partir de las cinco de...
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Debí saberlo. Debí saber que sólo querían destruirme. Debí saber que, a través de cada una de sus miradas había una intención diferente. Yo, debí haberlo notado.
Sin embargo, ¿Cómo hacerlo sin antes caer en sus encantos?
Fue difícil notarlo sin antes caer en su plan.
Mi madre siempre me pidió que me cuidara de los hombres.
Pero...
Caí, en la seducción y la fascinación de tres París, pero específicamente caí por uno de ellos.
Capítulo uno.
4 meses antes.
PRIMER DÍA. PRIMER PARÍS
Suspire mirándome una y otra vez en el espejo.
Resoplé, —¿Y, qué tal me veo? —Me giro y le pregunto a Oriana, mi vecina y amiga de casi toda la vida.
—Te ves como toda una diosa, Odette —responde y me regala una sonrisa.
Regreso a mirarme en el espejo, intentando encontrar ese peculiar "Como toda una diosa" en mi nuevo aspecto.
Había cambiado completamente.
La vieja Odette se había ido.
Resulta que, quiero trabajar pero, lamentablemente conseguir un trabajo algo estable en Nueva York sin tener una profesión fija es bastante complicado.
Últimamente la he pasado algo difícil. Estudiaba la universidad hasta hace dos meses atrás, perdí el cupo ya que llegue a una deuda muy grande con la universidad.
Mi madre trabaja por ambas. Y lo suficientemente lejos de donde yo me encuentro. Ella no quiere que deje de estudiar para trabajar. Y mi padre... Nos dejó hace un par de años.
Definitivamente todo lo que inicia por la «P» es problemático.
Entonces, decidí saltarme la única petición de mi madre. Trabajar. No puedo quedarme estancada. Y muchísimo menos dejarle todo el peso sobre los hombros de mi mamá.
Busque trabajos en toda la ciudad de Nueva York y sólo en algunos pocos me llamaron para las siguientes pruebas; otros, simplemente me rechazaron sin pensarlo mucho; y solo en uno he aprobado la mayoría de las pruebas.
Y justo hoy, a las cinco y media de la tarde tengo la prueba decisiva, la última.
Esta misma tarde puedo convertirme en corredora de seguros.
Esta misma tarde puedo conseguir la solución a todos mis problemas.
