Shoto se ve a sí mismo como una persona normal, osea dentro de una habitación nadie te puede juzgar, eres tú, tu amante, tu esposo, tu novio, la persona que amas o la aventura de una noche... pero es la privacidad de un cuarto.
Fetiches como los de Midoriya, no ha tenido, solo recuerda una que otra ocasión que utilizaron disfraces con Inasa y le gusto, pero no era un adepto.
Ya tiene 30 años, no debería pensar en correr riegos como los corre sus amigos.
—¿Amor? — llama la atención Inasa, Shoto se quedó a medio camino de los palillos en el almuerzo.
—¡¿eh?!— dice algo confundido
—no terminaste de comerte el empanizado, ¿no te gustó?
—No... esta delicioso, solo que...— se pone a pensar—Midoriya me ha hecho pensar en algo.
—¿qué cosa amor? — dice mientras sirve un poco de vino
—Alguna fantasía sexual, ¿te gustaría intentarlo? — Inasa se queda quieto y el vino se queda en la botella sin oportunidad de salir.
—eehh!
—Eso, una fantasía sexual... sería increíble
—¿Fantasía... sexual? — dice algo impactado Inasa, pero tampoco se le es indiferente a la idea—¿tú tienes algo en mente?
—No— dice con algo de tristeza.
—Pues busquemos algo en el internet, algo debe llamarnos la atención
—Claro, iré a darme un baño
Inasa lava los platos y limpia la cocina, no sabe porque Shoto se ha interesado en aquel tema cuando jamás intentaron algo tan... atrevido.
Claro que tenían sus momentos de pasión, donde Shoto perdido en su placer le rasguñaba su espalda o cuando hacia eso con sus caderas cuando lo montaba eso le excitaba de una manera única.
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Inasa estaba en club que le indico Shoto, también estaba con una cangurera pequeña para guardar ciertas cosas que empacó con anticipación su esposo. Entra despacio y se dirige a la barra. Ahora espera que haga su movimiento.
—Hola guapo—saludo una voz masculina— ¿quiere tomar un trago?
Inasa debe recordar lo que dijo Shoto...
"Fingiremos ser extraños, coquetearemos un rato, nos meteremos manos, trataré de seducirte e iremos a un LoveHotel, yo seré tu amante... a pégate a tu papel de esposo responsable"
Recuerda las palabras de Shoto.
—Ho-hola — dice nervioso, aunque no es mentira, los ojos están puesto en ellos — claro — y estira la mano, pero siente que alguien lo toma de esta antes de alcanzar el vaso.
