Death In Life [kacchako]

prólogo

 
Era época de invierno en donde la gente se encontraba en sus posadas protegiéndose del frío de la noche, se podría decir que todo estaba normal, pero en una vieja mansión alejada de la población, en una habitación bajo de aquella gran casa se podía oír un foco descompuesto que hacia chasquidos que apenas alumbraba alrededor, las paredes estaban recubiertas de humedad, a simple vista se veía su aspecto descuidado, en el piso había varios periódicos arrugados, pero lo que más resaltaba era alguien colgado ahí, con grilletes en la muñecas, sin ropa, con varios heridas de cortes y algún otro golpe, se podía ver apenas su cabello castaño todo chamuscado.

De pronto se escucho la puerta siendo abierta con un sonido algo chirriante, una sombra entro dejando una bolsa llena de papeles en el suelo, se le oyó suspirar, avanzando paso a paso se acerco a aquella chica que yacía colgada, saco una llave de unos de su bolsillos de su chaqueta que apenas le abrigaba del frío,  con unos movimientos en aquella cerradura logro liberar a la castaña,  atrapando su cuerpo en el acto antes de que cayera estrepitosamente al duro suelo, colocándola en su hombro, salió de  aquella habitación.

- Fiuu, fiuuu.... - silbaba subiendo las escaleras, cada paso que daba hacia eco en el lugar.

- a..ayu..d..da... - se escucho débilmente un pequeño susurro de aquel cuerpo tembloroso.

- Te dije que tuvieras cuidado querida... ya ves las consecuencias - subiendo al piso siguiente le contesto.

No queria decir mucho, no era asunto suyo, siguiendo su recorrido busco una habitación que conteniera un baño.

Ya llegando a su objetivo abrió de una patada la puerta adentrándose en su interior, posicionó a la chica en la tina ya lista, lavo y seco aquel maltratado cuerpo, ya limpia le cambio con un conjunto simple, un shorts corto de seda y una polera gris - Listo, ahora quedaste bellísima.

- Ki..Kirishima, por favor.

- Lo siento Ochako jeje no puedes irte, ya no... - le respondió algo nervioso, no quería meterse tanto en el tema, sabia que su jefe tenia un temperamento de los mil demonios, dejando la charla de lado, prosiguió en lo suyo, con un peine le empezo a peinar su maltratado cabello - Dime una cosa nee, ¿por qué él?

- Y..yo ....es una larga historia..

Recuerda esa conversación que no debió asistir, rememora ese momento exacto en donde la mirada de aquel rubio cenizo paso de sereno a una de odio, que con un solo un golpe inició su perdición

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