Capítulo IV.

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Club de lo Oculto.

Los miembros que integran las piezas de ajedrez de Rías ya están sentados, dentro no hay bulla alguna, lo único que surca el lugar era el tic tac del reloj sobre la pared que indica ya la media noche.

Nadie quiere decir nada por el momento solo para darle un poco de tiempo a la sacerdotisa quien está sentada en el sillón con la mirada en la nada, su mente trata de procesar todo lo que ha pasado media hora antes de estar aquí; le es difícil no i primer enfrentamiento con un mostro está al tanto que su vida está en riesgo.

“Que quiero de ti,…pues,…yo lo quiero todo”.

Aun no puede sacarse esas palabras de su parte, tan solo eso la molesto mucho que sin importarle le grito que era un idiota por decirle eso, aún está molesta, mas allá de eso de todo lo que le paso estando unos pocos momentos con el su pecho no dejo de latir fuertemente por él. Eso solo la inquieto más…

En un momento recuerda que ya paso ese suceso y que ya está de vuelta con sus amigos…y sobre todo con el joven que llego a salvarla, alza la mirada a el quien la está mirando con preocupación como al resto de sus compañeros.

Akeno– Y-yo…lamento haberlos preocupados chicos – se pone de pie y hace una reverencia para que entendieran.

Se sentía mal por haber causado preocupación en ellos.

Issei– Usted no tiene por qué pedir disculpas – le anima el joven con algo de enojo en su vos – la culpa de todo la tiene ese infeliz que se atrevió a secuestrar a mi sensei – le dice casi en grito.

La cara de todos pasa de preocupación ha sorpresa y la de Akeno no era la acepción, que al oírlo se sonrojo y sus mejillas se han puesto algo rojas, sonrió ya que es lo único bueno que tiene esta noche. Por el contrario Rías la presidenta se ha sentido un poco celosa pero por esta noche lo dejaría pasar ya que la desaparición de su mejor amiga la ha preocupado bastante y verla junto a sus amigos la hace sentir bien.

Un círculo mágico aparece en el piso y deja ver a Zirzech, a su reina Grefya y a Asazzel quienes han aparecido nuevamente. Antes que pudiesen hablar la cabellos carmesí les ha dicho de forma molesta que no se aparecieron en la misión que ellos mismos planearon, el resto del equipo solo guardan silencio.

El Gobernante de los ángeles caídos ha intervenido la conversación diciéndoles a todo el grupo que ellos si estaban ahí, a lo cual los confunde. Suspira y les dice que no lo han hecho porque han estado observándolo eh investigando lo que hacía.

Issei– Lo único que digo es que es un idiota… - les dice molesto.

Asazzel– Yo no diría lo mismo. – le dice serio.

Issei– ¿Eh?

Asazzel– Saben que sin ningún esfuerzo dejo sin ganas de pelear a ti, ni a tu guante aumentado en modo “Rompe Balance” – se cuzo de brazos, deja de ver a su discípulo – eso quiere decir que es un oponente formidable…

Rias– Es cierto… - mira a su peón – ni siquiera uso su poder de su dragón…nada más su aura.

Issei – No solo eso. Uso unos ataques de energía que no le pertenecían a su gema, su presencia era extraña más que la de Valí como si no fuera…

Asazzel– Humano, si ya que su presencia era total mente diferente a la de las tres facciones, y a cualquier Dios o creatura que haya habitado este planeta… - su cara esta seria – esto se está complicando y si no logramos controlar esta situación y rápido pronto todos los seres poderosos se entraran y querrán su cabeza y para ello destruirán muchas vidas…

Mía...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora