sweet love ㅡ wen junhui

三

domingo 28 de julio.

ㅡ stay with me... ㅡ murmuró la chica mientras cantaba al unísono con su nuevo disco de miki matsubara.

sus pies fueron hasta sus zapatos y una vez se los puso, bajo las escaleras.

ㅡ no haces esperar a junhui, ¿eh? ㅡ dijo su papá, con un tono sutilmente burlón.

ella solo le dio un golpesito en el hombro a su progenitor y caminó hasta la mesa, sentándose.

ㅡ heejin, ¿quieres comer algo antes de que junhui pase a buscarte? ㅡ dijo su mamá, sacandose unos guantes de hornear.

ella simplemente negó.

comenzó a impacientarse cuando ya eran las 7:37 y junhui no venía, cosa que nunca sucedia.

los minutos pasaban, y ella comenzó a sentir preocupación cuando eran exactamente las ocho de la noche.

sus padres habian acordado ir a visitar a su hermana, la cuál estaba en su casa, con su esposo e hijos.

ㅡ llegaremos mañana heejin, llamanos si sucede algo, amor ㅡ le dijo su mamá, saliendo por la puerta para subir al auto.

su padre simplemente le dio un beso en su frente y se despidió con un "adiós".

ㅡ supongo que ni vendras hoy... ㅡ murmuró para ella misma, subiendo las escaleras.

aunque, todas sus esperanzas volvieron de golpe cuando el timbre fue tocado.

rapidamente fue hasta la entrada y al abrir la puerta, se encontró con un ramo de flores en el suelo, con una pequeña nota.

"espero que no te haya molestado mucho la espera. ve a tu jardín trasero, por favor".

heejin podia verse a sí misma con un gran signo de pregunta sobre su cabeza, algo confundida.

haciendo lo que la nota pedía, llevo consigo el ramo mientras caminaba hasta el patio.

una gran sonrisa apareció en sus labios al ver cómo junhui estaba parado ahí, al lado de un oso de peluche gigante.

ㅡ oye, eso es nuevo. ㅡ dijo ella, riendo.

el chico simplemente soltó una risa tímida, mirando hacia el suelo.

ㅡ lo sé. mi mejor amigo dijo que esto funciona con las chicas... ㅡ murmuró junhui.

ㅡ pues tu amigo tiene algo de razón, pero si me preguntas, con un oso de tamaño normal habría sido suficiente. ㅡ dijo ella, mientras se acercaba a él lentamente.

junhui dirigió su mirada a los ojos de ella, sintiendo las llamadas "mariposas" en el estomago, aunque lo que él tenia parecía un enjambre de abejas furiosas.

ㅡ ¿me ayudaras a entrarlo? ㅡ preguntó ella, mirando al oso color marrón.

el asintió y cargando en oso en sus brazos caminó hasta la casa de la chica, y ella, abriendole le puerta, lo dejó pasar. segundos después, ambos estaban subiendo las escaleras, llegando a la habitación de ella.

ㅡ mh, puedo entrarlo yo ㅡ dijo mientras sonreía, tomando el oso entre sus manos, y dejándolo dificultosamente sobre su cama, salió de su habitación.

junhui, mientras tanto, se había quedado mirando varios cuadros que había colgados por las paredes del ancho pasillo.

ㅡ ¿crees que la gente que vive aqui sepa de verdad en dónde está?

heejin negó suavemente, cerrando la puerta de su habitación mientras se acercaba lentamente hasta el contrario.

ㅡ no, pero lo que sí sé es que espero todos los domingos para verte.

el mayor subió una ceja, dispuesto a soltar una pequeña risa burlona, pero absteniendose al sentir a la chica acercándose a él.

unas pequeñas manos lo rodearon por la cintura, y él, lo único que supo hacer fue corresponder al abrazo que la chica le estaba dando, de una manera suave.

ㅡ yo espero todos los días de la semana oara verte, heejin. sin excepción ㅡ murmuró en su oido, dejando un casto beso en el pómulo derecho de la chica.

ella soltó una pequeña risa y se separó de él, bajando las escaleras hacia la sala de estar.

la noche se pasó rápido, como era costumbre entre los dos. con pequeñas risas y miradas que decian mucho más que mil palabras, llegó él momento en el que junhui se tuvo que despedir de heejin.

ㅡ prometo verte el domingo que viene. no tardes en conectarte!

ella asintió, y le dejó un beso en la mejilla antes de que el chico saliese de su casa.

sus zapatos quedaron en la entrada, y sus pies fueron casi automaticamente hasta su habitación, en donde se acostó a dormir, como todos los domingos, justo antes de que tocasen las doce de la noche.