Lo que se va contar en estas páginas, capítulos y oraciones, sucedió hace ya mucho tiempo, tanto que ni siquiera se recuerda hoy en día, pero si saberlo aun quedan pequeños resquicios de todo esto.
Todo comienza en el atardecer de un día de octubre, cuando un joven chico, Daniel, se encontraba volviendo a casa por un camino solitario. Este pasaba cerca de un pequeño bosque, al que nunca iban, ya que sus arboles estaban siempre secos, sus hojas siempre color miel y sus raíces eran muy grandes. Nadie sabia porque siempre se encontraba así.
Pero para nuestro joven amigo esa noche, el bosque parecía diferente, como con un color más vivo de lo habitual, hasta le parecido ver flores en las ramas. Eso no podía ser, en sus 18 años de vida, nunca había visto eso bosque florecer, ni en primavera, ni en ninguna estación del año. Volvió a mirar dos veces, sintiendo que lo que lo que había visto, no podía ser.
En ese momento, una fuerte sensación recorrió todo su cuerpo, se le puso la piel de gallina, y sintió que debía entrar en el bosque. Parecía que algo le tiraba a adentrase en él. Hasta le pareció que un sendero se abría.
Daniel pensó que todo era su imaginación, que no podía ser, si hubiera un camino, lo habría visto hace mucho tiempo. Pasaba por ese camino casi a diario, y nunca lo ha visto. Pero en ese momento lo veía tan claro, en ese preciso momento, sintió que tenía que entrar en el bosque, tenia que verlo con sus propios ojos.
Empezó ha avanzar por es camino, y conforme más avanzaba, más altos y verdes eran los arboles, incluso le pareció que era hermoso, de esos sitios que las personas sueñan con ver. Sin embargo, solo podía avanzar por el camino, no había ninguna forma de ir por otro sitio, ni siquiera podía perderse, ni desviarse.
Cuando lleva andando un rato largo, pensó en volver, se estaba haciendo tarde. Se dio la vuelta, pero ya no había camino, volvió a mirar, por si era su imaginación. Ese momento sintió miedo, se le puso la piel de gallina, se le erizaron los pelos de todo el cuerpo, incluso unas lagrimas aparecieron en sus ojos. Ahora solo había un camino que seguir, le gustara o no.
Dio otra vez la vuelta, y continuo el camino, aunque ahora ya le parecía tan hermoso como antes, pensó que sería por el miedo. Siguió caminando otro largo rato, los arboles seguían creciendo, ya no se veía ni el cielo, ni el sol.
De repente, una luz apareció al final del camino, echo a correr, creyendo que aparecería en alguna parte del pueblo o de la montaña, solo quería salir del bosque. Pero no salió del bosque, sino a un pequeño claro, donde lo único que había en el medio era un especie de arco, cubierto de musgo y de flores. Se acerco para verlo más de cerca, y poder reconocer los símbolos del arco, y en ese momento...

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LO NUNCA CONTADO
FantasíaTodo tiene un principio, un origen, un comienzo, hasta el propio mundo lo tiene. Esta es la historia del comienzo de todo, de esas cosa que ya están olvidadas, que hoy en día no se conoce, pero que dieron origen a todo...